LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1000829

Contents of this Issue

Navigation

Page 12 of 31

LV V C : 1 3 ostezando una vez más, Jasmine recordó que tendría el f in de semana libre para descansar y reagr uparse. Además, ella e s t a ba v iv iendo s u s ueño. D e s p u é s d e o b t e n e r u n a maestría en contabilidad, había sido perseguida por tres de las cuatro f irmas de contabilidad más importantes del país. Cuando Deloitte, considerada la f irma top, le ofreció un trabajo, ella aceptó. Jasmine amaba el trabajo y era una empleada sobresaliente. Pero las horas eran agotadoras. Al principio, comenzó t r a b aja ndo 4 0 hor a s s em a n a le s . Después, su horario había aumentado a 50 horas. Esas 50 se convirtieron en 60, y pronto estaba trabajando semanas de 70 horas. Ahora, todo el equipo estaba trabajando 90 horas semanales. Jasmine anhelaba un día libre para descansar, ir a la iglesia y sumergirse en l a Pa l a br a de D io s . D e s e a ba enseñar clases de gimnasia y fortalecer su c uer po después de va r ios d ías sentada frente a una computadora. Mirando por la ventana, se dio cuenta de que ya estaba oscuro. Cerrando sus archivos, suspiró con satisfacción. Era viernes por la noche, y el equipo completo había recibido todo el f in de semana libre. Minutos más tarde, Jasmine se congeló mientras escuchaba el anuncio. ¡El tiempo libre había sido cancelado! El equipo tendría que trabajar todo el fi n de semana... otra vez. Saliendo del edifi cio, Jasmine ignoró el frío clima de enero mientras caminaba hacia el estacionamiento. Metiéndose en su Chrysler convertible color negro, cerró con llave las puertas, se dejó caer contra el volante y sollozó. Ella tenía tan solo 25 años. ¿Cómo pudo haber trabajado tan duro para obtener su licenciatura y maestría en contabilidad para terminar viviendo una vida tan miserable? Después de un rato, Jasmine se secó los ojos y regresó al edifi cio. Me he vendido a la esclavitud, pensó. Su sueño se había convertido en una pesadilla. por Melanie Hemry B JASMINE BOSTEZÓ MIENTRAS SUS DEDOS BAILABAN SOBRE LAS TECLAS DE LA COMPUTADORA, CALCULANDO Y RECALCULANDO LAS FINANZAS DE UNO DE LOS CASINOS MÁS GRANDES DEL MUNDO EN LAS VEGAS, NEVADA. HIZO UNA PAUSA Y CERRÓ LOS OJOS. LOS IMPLACABLES DÍAS DE TRABAJO CON POCO TIEMPO LIBRE HABÍAN COBRADO SU PEAJE: LA FATIGA LA DEJABA MAREADA. LA PRIMERA ELECCIÓN LA PRIMERA LA PRIMERA LA PRIMERA LA PRIMERA ELECCIÓN ELECCIÓN ELECCIÓN ELECCIÓN

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Julio 2018