LV V C
:
1 3
ostezando una vez más, Jasmine
recordó que tendría el f in de
semana libre para descansar
y reagr uparse. Además, ella
e s t a ba v iv iendo s u s ueño.
D e s p u é s d e o b t e n e r u n a
maestría en contabilidad, había
sido perseguida por tres de las
cuatro f irmas de contabilidad
más importantes del país. Cuando
Deloitte, considerada la f irma top, le
ofreció un trabajo, ella aceptó.
Jasmine amaba el trabajo y era una
empleada sobresaliente. Pero las horas
eran agotadoras. Al principio, comenzó
t r a b aja ndo 4 0 hor a s s em a n a le s .
Después, su horario había aumentado a
50 horas. Esas 50 se convirtieron en 60,
y pronto estaba trabajando semanas de
70 horas. Ahora, todo el equipo estaba
trabajando 90 horas semanales.
Jasmine anhelaba un día libre para
descansar, ir a la iglesia y sumergirse
en l a Pa l a br a de D io s . D e s e a ba
enseñar clases de gimnasia y fortalecer
su c uer po después de va r ios d ías
sentada frente a una computadora.
Mirando por la ventana, se dio cuenta
de que ya estaba oscuro. Cerrando
sus archivos, suspiró con satisfacción.
Era viernes por la noche, y el equipo
completo había recibido todo el f in
de semana libre. Minutos más tarde,
Jasmine se congeló mientras escuchaba
el anuncio. ¡El tiempo libre había
sido cancelado! El equipo tendría que
trabajar todo el fi n de semana... otra vez.
Saliendo del edifi cio, Jasmine ignoró
el frío clima de enero mientras caminaba
hacia el estacionamiento. Metiéndose en
su Chrysler convertible color negro, cerró
con llave las puertas, se dejó caer contra
el volante y sollozó.
Ella tenía tan solo 25 años. ¿Cómo
pudo haber trabajado tan duro para
obtener su licenciatura y maestría en
contabilidad para terminar viviendo
una vida tan miserable? Después de un
rato, Jasmine se secó los ojos y regresó
al edifi cio. Me he vendido a la esclavitud,
pensó. Su sueño se había convertido en
una pesadilla.
por
Melanie
Hemry
B
JASMINE BOSTEZÓ MIENTRAS SUS DEDOS BAILABAN SOBRE LAS TECLAS DE LA
COMPUTADORA, CALCULANDO Y RECALCULANDO LAS FINANZAS DE UNO DE
LOS CASINOS MÁS GRANDES DEL MUNDO EN LAS VEGAS, NEVADA. HIZO UNA
PAUSA Y CERRÓ LOS OJOS. LOS IMPLACABLES DÍAS DE TRABAJO CON POCO
TIEMPO LIBRE HABÍAN COBRADO SU PEAJE: LA FATIGA LA DEJABA MAREADA.
LA PRIMERA
ELECCIÓN
LA PRIMERA
LA PRIMERA
LA PRIMERA
LA PRIMERA
ELECCIÓN
ELECCIÓN
ELECCIÓN
ELECCIÓN