LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1000841

Contents of this Issue

Navigation

Page 3 of 31

Como si ormalmente nunca le presto mucha atención a los comerciales de TV, sin embargo, hace unos años, vi uno que era digno de recordar. Se trataba de un comercial de una compañía de limpieza y restauración. Mostraba un grupo de personas vestidos en uniformes verdes que llegaban en un camión color verde a una casa que había sido destruida por una inundación. El equipo se bajaba del camión y comenzaba su trabajo, haciendo que todo quedara reluciente. Al fi nal, la casa lucía como nueva y el comercial terminaba con la frase: "Como si nunca hubiera sucedido." Me llené de emoción la primera vez que Gloria y yo vimos ese comercial. Exclamé: "¡Gloria, eso es como la gracia de Dios! Hace lucir todo como si jamás hubiéramos pecado." La gracia cargó nuestros pecados en Jesús y los borró de tal manera que Dios ya no los recuerda (Isaías 43:25). La gracia fue al infi erno por nosotros para que nosotros pudiéramos vivir como ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20), no solo en el dulce más allá, sino en el aquí y ahora. La gracia cargó nuestra culpa y nos libró completamente de la condenación para que, cuando como creyentes tropecemos con el pecado, no tengamos que pasarnos días y semanas lamentándonos, decepcionados de nosotros mismos. No tenemos que ir por ahí dándonos golpes de pecho por lo que hicimos y pensando que como cristianos 4 : LV V C HUBIÉRAMOS JAMÁS Pecado N UNA COSA ES ACEPTAR MENTALMENTE EL AMOR DE DIOS, Y OTRA MUY DISTINTA ES CREER Y CONFIAR EN ÉL. por Kenneth Copeland deberíamos ser mejores. ¡Simplemente podemos arrepentirnos! Podemos ir a Dios de manera directa y decirle con valentía: "Señor, lo que hice estuvo mal. Acepto mi responsabilidad y te pido que me perdones." Después, con nuestra Biblia abierta en 1 Juan 1:9, podemos agradecerle que: «Si confesamos nuestros pecados, él es fi el y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.» ¿Qué queda después de que somos limpios de toda maldad? ¡Justicia y nada más! En otras palabras, una vez que nos arrepentimos, es como si fuéramos nuevos una vez más. Somos como esa casa una vez que el equipo verde fi nalizó con su trabajo. Instantáneamente estamos bien con Dios y podemos volver a vivir en Su BENDICIÓN como si el pecado jamás hubiera ocurrido. "Pero, hermano Copeland, todavía me siento como una rata por lo que hice." Entonces, todavía estas cargando el HUBIÉRAMOS

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Abril 2018