LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1000859

Contents of this Issue

Navigation

Page 29 of 31

Esquina ¡REGALOS para ti mismo cuando nadie más esté contigo, o habla con las personas de tu iglesia. Solamente asegúrate que, si decides no hacer declaraciones de fe delante de las personas que no lo entienden, que no termines uniéndote a ellos cuando empiecen a hablar con incredulidad. Aun si solamente te unes a la conversación para ser sociable, habla r pa labras de incredu l idad obstruirá tu operación de fe. El Señor le habló acerca de esto a un pastor amigo hace ya varios años, después de que comprometiera su confesión en una conversación casual con otro hombre en el supermercado. El hombre estaba en la fila de la caja y había pagado su mercado con lo que le quedaba en la billetera; se había dado la vuelta y había dicho con una risita: "¡El dinero se va!" Solamente para ser cordial, el pastor se rio y respondió: "Sí, es cierto. El dinero se va". Después, el Señor lo corrigió. Cómo te atreves a decir: "El dinero se va", le dijo. Lo que deberías estar diciendo es: "Dinero, ven" ¿Por qué el Señor le dijo que dijera: "Dinero ven"? Porque eso está de acuerdo con la Palabra. D i c e e n P r o v e r b i o s 1 0 : 2 2 (RVA-2015): «La bend ición del S E Ñ O R e s l a q u e e n r i q u e c e y no añade tristeza con ella». El Salmo 112:3 dice acerca del hombre justo que: «Su casa rebosa rá de bienestar y de riquezas». Segunda Corintios 8:9 dice que Jesucristo: «siendo rico se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes fueran enriquecidos». A lo largo de la Biblia, Dios nos dice que quiere que Su pueblo prospere e incremente. En escritura tras escritura, Él nos dice que Su voluntad es que el dinero llegue a nosotros. ASÍ QUE ESO ES LO QUE NOSOTROS DEBIÉRAMOS ESTAR DICIENDO TAMBIÉN. DEBEMOS ESTAR OPER A N DO DE ACU ER DO CON EL PLAN DE DOMINIO DE DIOS. ¡DEBEMOS ESTA R DECLARANDO PALABRAS DE FE QUE LE ABRAN LA PUERTA A DIOS PARA LLEVAR SU BUEN PLAN EN NUESTRAS VIDAS! Jesús le habló personalmente acerca de esto al hermano Kenneth E. Hagin en una ocasión hace ya muchos años. Señalándole que en Marcos 11:23 Él usó la palabra cree solamente una vez y la palabra decir/diga tres veces, le dijo al hermano Hagin: Predicarás tres veces más acerca de decir de lo que predicarás acerca de creer, porque la parte de decir o declarar es la parte principal en la que Mi pueblo se está equivocando. Jesús dijo algo muy parecido en una ocasión cuando estaba hablando con el her ma no Cha rles Capps acerca de este tema. Te dije que puedes tener lo que dices, le dijo, sin embargo, Mi pueblo está diciendo aquello que ya tiene. Este es el punto más importante. Si tienes un problema y dices lo que ya tienes, estás perpetuando el problema. Si vas por ahí diciendo: "no tengo dinero suficiente para pagar mis cuentas, no puedo suplir a todas mis necesidades", entonces estás estableciendo esas condiciones en tu vida. ¡No comentas ese error! Sigue el plan de dominio de Dios. Llena tu corazón con Su Palabra y declara lo que Él dice. Si lo haces, no importa cuán mal las cosas puedan parecer en lo natural, estarás en camino a t u v ictoria. Estarás llamando las cosas que no son como si fueran, y al operar como tu Padre celestial, obtendrás Sus resultados. ¡Lo dirás… lo verás… y será bueno! comienzo, así que nos pusimos de acuerdo en responsabilizarnos el uno del otro. Si uno de nosotros decía algo contrario a lo que la Palabra decía, el otro se lo informaba. "Es esa tu confesión", nos decíamos, "creo cada una de las palabras que has dicho". Ya que Ken era el que más hablaba en esa época, yo tenía que corregirlo más que él a mí. Sin emba rgo, ambos tropezábamos algunas veces y decíamos cosas que no queríamos que pasaran. Cuando lo hacíamos, nos arrepentíamos de inmediato y volvíamos a las palabras de fe. En esos días, uno de nuestros problema s má s g r a nde s er a el f ina nc iero. En f rentába mos u na montaña de deudas y teníamos muy pocos ingresos, así que esa fue la primera área que atacamos. Hicimos una lista de escrit uras acerca de la voluntad de Dios para nuestra prosperidad y las leíamos diligentemente y las confesábamos. Dejamos de decir cosas como: "No podemos pagar estas cuentas" y comenzamos a decir cosas como: "Mi Dios suple a todas mis necesidades de acuerdo con Sus riquezas en Cristo Jesús". No mucho de tiempo después, esas palabras se hicieron una realidad. ¡La voluntad de Dios se manifestó en nuestra v ida y en menos de un año, lo que parecía como una montaña de deudas, simplemente desapareció! Empezamos a prosperar, y desde entonces hemos continuado haciéndolo. "Pero mi situación es diferente", podrías decir. "No tengo un cónyuge cristiano como tú, y no quiero hablar de fe en frente de los incrédulos. Van a pensar que estoy loco(a)". Entonces haz tus confesiones de fe al Señor. Declara la Palabra de Dios Sigue el plan de dominio de Dios. Llena tu corazón con Su Palabra y declara lo que Él dice. 3 0 : LV V C sp2_18 gloria 2.indd 30 1/18/18 3:18 PM

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Febrero 2018