LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio 2017

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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cosas que llamó las cosas: «…que no existen, como si existieran. Además, su fe no ˜ aqueó al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (pues ya tenía casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en la fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios era también poderoso para hacer todo lo que había prometido» (Romanos 4:17, 19-21). Otras personas pudieron burlarse de la fe de Abraham, pero al f inal valió la pena. La montaña se movió y Dios hizo lo que había prometido. Él cambió la situación de esterilidad del cuerpo de Sara y renovó la juventud de ambos. Ellos tuvieron un bebé y sus descendientes se han multiplicado desde ese momento. Si qu ieres ver ot ro ejemplo en las escrituras del espíritu de fe, lee acerca de la vida de Caleb, uno de los descendientes de Abraham. Él estaba entre los 12 israelitas que Moisés envió a espiar la Tierra Prometida. Probablemente recuerdas la historia. Caleb regresó a Canaán con los otros espías y le dio al pueblo de Israel las buenas y malas noticias. Las buenas noticias eran que en la tierra que Dios había prometido ˜ uían la leche y la miel. ¡Era una tierra tan fértil que las uvas eran tan grandes, que un racimo de uvas tenía que ser cargado en un palo por dos personas! Las malas noticias eran que estaba forti¡ cada por ciudades con muros y era habitada por enemigos poderosos—los amalecitas, los heteos, los jebuseos y los amorreos. A s í e s c o m o s o n l a s c o s a s , siempre. Cuando se trata de recibir el cumplimiento de la promesa, siempre hay enemigos dispuestos en contra nuestra. Siempre existen "esos" de alguna clase tratando de mantenernos por fuera de nuestra tierra. Cuando luchamos en contra de ellos, debemos escoger si lo hacemos en fe o con incredulidad. Diez de los israelitas escogieron la última. Decidieron que los gigantes de Canaán era n dema siado g ra ndes pa ra ser vencidos. Ellos dijeron: «No podemos atacar a ese pueblo, porque ellos son más fuertes que nosotros» «Ante ellos, a nosotros nos parecía que éramos como langostas; y a ellos también así les parecíamos». Caleb pidió al pueblo que se callara delante de Moisés, y dijo: «Subamos, pues, y tomemos posesión de esa tierra, porque nosotros podremos más que ellos. Así que no se rebelen contra el Señor, ni tengan miedo de la gente de esa tierra. ¡Nosotros nos los comeremos como si fueran pan! No les tengan miedo, que el Dios que los protege se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Señor» (Numeros13:30, 14:9). Moisés y Josué estuvieron de acuerdo con Caleb. Pero no fue así con el resto de los israelitas. Ellos continuaron mirando las cosas en lo natural. Se quedaron presos de la incredulidad, y Dios tuvo que enviarlos al desierto y les dijo: «ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto… y no han querido obedecerme, llegará a ver la tierra que les prometí a sus padres... Sólo a mi siervo Caleb lo llevaré a la tierra donde él entró. A él y a su descendencia les daré posesión de la tierra, porque en él hay otro espíritu y porque ha decidido seguirme» (versículos 14:22-24). Por supuesto, 45 años más tarde, lo que Dios había dicho sobre Caleb, pasó. Él entró en la Tierra Prometida con una nueva generación de israelitas, aun creyendo en Dios y diciendo: «pero aún me siento tan fuerte como el día en que Moisés me envió a reconocer la tierra… Por lo tanto, te pido que me des este monte, del cual habló el Señor aquel día. Tú eres testigo. Aquí viven los anaquitas, y tienen grandes ciudades fortificadas; pero con la ay uda del Señor puedo vencerlos y echarlos de estas tierras. Entonces Josué bendijo a Caleb hijo de Yefune, el quenizita, y como herencia le dio Hebrón» (Joshua 14:11-13). ¡Piénsalo! después de una espera de 45 años, Caleb todavía seguía hablando con el mismo espíritu de fe. Él aun creía que Dios cambiaría las cosas en su vida. Como resultado, a los 85 años estaba derrotando gigantes y conquistando montañas. Si Caleb pudo hacer eso, nosotros también podemos. Así que sigamos su ejemplo. Llenemos nuestro corazón y nuestra boca con la Palabra y tomemos c ua lqu ier monta ña que poda mos enfrentar. Digámosle a la montaña. "¡Muévete!" y creámosle al Dios de los milagros que haga lo imposible en nuestra vida. Kenneth Copeland Gloria Copeland Kellie Copeland Domingo, 16 de julio El Amor que echa fuera al temor Kenneth Copeland 17-21 julio: Campaña 'Lo primero' Gloria Copeland y Billye Brim Domingo, 23 julio Teniendo fe en el Amor de Dios Kenneth Copeland 24-28 julio El último gran despertar Gloria Copeland y Billye Brim Domingo, 30 de julio El Amor habla Kenneth Copeland Domingo, 2 julio Afinando cómo oyes a Jesús Kenneth Copeland 3-7 Julio Viviendo una vida libre de temor Gloria Copeland y Kellie Copeland Domingo, 9 julio La Bendición, la Unción y el Amor Kenneth Copeland Julio 10-14: Escogiendo la fe en lugar del temor Gloria Copeland y Kellie Copeland JULIO CALENDARIO DEL PROGRAMA TELEVISIVO (EN INGLES) Listado de estaciones ›› kcm.org/watch/find-a-station Billye Brim Trinity Broadcasting Network DAYSTAR Network KCM.org KCM App podcast ® 4th Generation ® YouTube ® KCM.ORG/WAYSTOWATCH OTRAS FORMAS DE SINTONIZARNOS (EN INGLES) ® ® CHANNEL 265 Sintoniza nuestra programación en español en Enlace o visitando es.kcm.org/medios.

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