CUANDO MI NIETO MAX ERA UN NIÑITO
PEQUEÑO, HIZO ALGO BASTANTE INUSUAL.
POR SÍ MISMO FUE A LA COCINA, ENCONTRÓ
EL CUCHARÓN DE MADERA CON LA QUE SUS
PADRES ALGUNAS VECES LO DISCIPLINABAN Y
SE LA LLEVÓ A SU MAMÁ.
LA FE NO
FUNCIONARÁ
EN UN
CORAZÓN
QUE NO
PERDONA
L u e g o d e c o n f e s a r l e
que en cierta área le había
desobedecido con frecuencia,
le dijo: "Mamá, sé que está
mal hacerlo, pero de todas
maneras lo he hecho, así que
necesito que me disciplines."
¡Max es el único niño que
conozco que haya hecho
eso! Él es la única persona
que a tan temprana edad se
dio cuenta que, someterse
a la disciplina, es mejor
que seguir atrapado en la
desobediencia. Se dio cuenta
que ser corregido (aun si
duele un poco) es mejor que
permitirse ser arrasado por
el pecado.
Esta no es una lección
fácil de aprender. Muchas
p e r s o n a s v i v i r á n t o d a
por
Kenneth
Copeland
2 : LV V C