LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Marzo LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Aun los creyentes bautizados en el Espíritu Santo, que más hablan en leguas y que conf iesan la PALABR A, tienen este problema. Y esa es la razón por la que muchísimas veces su fe no funciona como debería. Están tratando de creer la PALABRA de Dios sin creer por completo que Él los ama. Como resu ltado, cuando el d iablo aplica la mínima presión sobre ellos, su fe comienza a desfallecer. Comienzan a dejarse llevar por el miedo y a hablar duda e incredulidad. Esto mismo es lo que les sucedió a los discípulos en Marcos 4. Cuando ellos se encontraron con la tormenta en el mar de Galilea, se asustaron y perdieron su fe. Vieron los azotes de la tormenta y el agua llenando la barca y decidieron que la cosas no lucían tan bien. Ni siquiera los confortó el hecho de que el mismo Jesús estuviera allí presente, durmiendo en la parte trasera de la embarcación. Llenos de pánico, lo despertaron y le dijeron: «¡Maestro! ¿Acaso no te importa que estamos por naufragar?» (versículo 38). ¡Sólo imagínatelos hablándole así a Jesús! Imagínatelos mirando directo a los ojos del Hijo del Amor y diciéndole a Aquel que tanto los amó que dejó la comodidad del cielo para venir a la Tierra y derramar hasta la última gota de Su sangre para comprar su redención: "¿Acaso no te importa que estamos por naufragar? ¿No te importa que estamos a punto de perecer?" ¡A eso le llamo imprudencia! Es el peor insulto que los discípulos pudieron haber dicho. Por supuesto que ellos ni se dieron cuenta. Ellos estaban hablando desde lo más profundo de su ignorancia ya que todavía no sabían quién era Jesús. Hoy, nosotros como creyentes no tenemos ninguna excusa. ¡Nosotros sabemos quién es Jesús, y aun así decimos lo mismo! Todos nosotros lo hemos hecho en una u otra ocasión. A pesar de todo lo que sabemos acerca del precio que Jesús pagó por nosotros, a pesar de todos los sufrimientos que Él soportó y de todas las BENDICIONES que Dios nos ha dado a través de Él, hemos dicho cosas como: "No sé por qué Dios no me ha sanado de esta enfermedad. No entiendo por qué no me ha provisto las finanzas que necesito. Realmente me duele aquí. ¡A veces creo que ni siquiera le importa!" 2 : LV V C CREE EN EL AMOR Tan sorprendente como pueda parecer, la mayoría de los cristianos no creen realmente que Dios los ama. Ellos piensan que lo creen. Con sus intelectos, cada vez que en la iglesia el pastor les predica que "Dios es amor" (1 Juan 4:8), rápidamente dicen: "¡Amén!". Sin embargo, cuando están afuera en el mundo, lidiando con alguna de las tormentas de la vida, no tienen la misma confianza. No están absolutamente seguros de que, en toda situación, el Dios que: «…de tal manera amó… al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito» (Juan 3:16), les mostrará la misma clase de amor a modo personal. por Kenneth Copeland

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