LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1031741

Contents of this Issue

Navigation

Page 29 of 31

gritar y llorar. Todos los hijos de Israel se queja ron… ¡Cómo qu isiéra mos haber muerto en Egipto, o morir en este desierto! ¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir a f ilo de espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean tomados prisioneros?» (Números 14:1-3). Por supuesto, los israelitas no le dijeron esas cosas directamente a Dios. La mayoría sólo lo murmuró en sus tiendas (Deuteronomio 1:27). Pero Dios los estaba escuchando de todos modos, y Él les respondió diciendo a Moisés: ¡Ya he escuchado las protestas de los hijos de Israel, y cómo se quejan de mí! Pues diles de mi parte: "Vivo yo, que voy a hacer con ustedes lo mismo que ustedes me han dicho al oído. En este desierto quedarán tendidos los cadáveres de todos ustedes, los mayores de veinte años que fueron contados, los cuales han murmurado contra mí. Ninguno de ustedes entrará en la tierra que, bajo juramento, prometí que les daría para que la habitaran. Sólo entrarán Caleb hijo de Yefune y Josué hijo de Nun." (Números 14:27-30). ¡Esas fueron serias repercusiones! ¡Las palabras incrédulas que los israelitas hablaron en sus tiendas les costaron la Tierra Prometida! Como creyentes, no queremos que eso nos suceda. No queremos permitir que el diablo use nuestras lenguas y nos engañe para que hablemos duda e incredulidad. No queremos decir palabras llenas de fe cuando nuestros amigos cristianos nos escuchan y luego cuando estamos acostados en la cama por la noche con nuestro esposo o esposa hablando sobre el problema, decir: "¿Qué vamos a hacer? Esta situación es desesperada. No tenemos salida." ¡Dios escucha esas palabras! Él no sólo escucha lo que decimos en oración, o las confesiones de fe que hacemos en la iglesia. Él está escuchando todo el tiempo y está obligado a tomar en serio nuestras palabras porque es una ley espiritual. Está escrito en la Biblia: lo que decimos determina el curso de nuestras vidas (Santiago 3:4-5). Hagamos que esa ley funcione para nosotros y no contra nosotros. Vivamos como los hijos amados de Dios y caminemos en la plenitud de Sus BENDICIONES tomando nuestras palabras tan en serio como Él mismo lo hace. SERVICIOS Y ESCUELA DE SANIDAD CON KENNETH COPELAND TU FE. TU NACIÓN. TU FUTURO. 8-10 NOVIEMBRE, 2018 WASHINGTON, D.C. CAMPAÑA DE VICTORIA HYLTON MEMORIAL CHAPEL, WOODBRIDGE, VA EVENTO GRATUITO // REGÍSTRATE HOY EN KCM.ORG/EVENTS #DCVC18 Horarios sujetos a cambios sin previo aviso. HABRA TRADUCCIÓN EN ESPAÑOL 3 0 : LV V C

Articles in this issue

Links on this page

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Octubre 2018