LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1033430

Contents of this Issue

Navigation

Page 13 of 15

Liberando el poder creativo de Dios "Bueno", podrías decir, "ustedes las personas de fe son extremistas cuando se trata de creer y hablar. Piensan que Dios hará lo que ustedes digan." No, nosotros no. Creemos que Él hará lo que decimos por fe; y la fe proviene de escuchar la Palabra de Dios. Si Dios no ha dicho que una cosa en particular es Su voluntad, no tenemos ninguna base para esperar que lo haga. Pero si Él lo dijo, podemos creerlo, declararlo y sucederá. ¿Por qué? Porque es Su Palabra, y "la Palabra que Dios habla está viva y llena de poder... activa, operante, energizante y efectiva" (Hebreos 4:12, Biblia Amplificada, Edición Clásica). ¡La Palabra de Dios contiene Su poder creativo! Contenía ese poder cuando salió por primera vez de Su boca, y si la depositamos dentro de nosotros y la dejamos permanecer en nuestros corazones, saldrá de nuestras bocas con el mismo tipo de poder creativo y la fe que tuvo cuando Dios la declaró la primera vez. Piensa en ello como un ciclo. Dios nos envía Su Palabra, después renovamos nuestras mentes con ella y aprendemos a pensar sobre las cosas de la manera en que Él lo hace. A medida que aprendemos a pensar como Él, comenzamos a hablar como Él. Creemos y hablamos Sus palabras, y éstas producen Sus resultados. «Porque mis pensamientos no son tus pensamientos, ni tus caminos son mis caminos, dice el Señor. Porque como los cielos son más altos que la Tierra, así son mis caminos más altos que tus caminos y mis pensamientos que tus pensamientos. Porque como la lluvia y la nieve bajan de los cielos, y no vuelven allí otra vez, sino que riegan la Tierra y la hacen crecer y germinar, para que pueda dar semilla al sembrador y pan al que come, así será Mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía [sin producir ningún efecto, inútil], sino que cumplirá lo que me complace y su propósito, y prosperará en aquello para lo cual la envié.» (Isaías 55:8-11, AMPC). Así es como te deshaces de la enfermedad cuando llega e intenta apegarse a tu cuerpo. Piensas al respecto y le hablas como lo hace Dios. En lugar de simplemente aceptarla, te mantienes f irme en lo que dice la Palabra acerca de la sanidad y le dices a esa enfermedad: "¡Sal de aquí, en el Nombre de Jesús! Eres parte de la maldición de la ley, y Jesús me ha redimido de esa maldición" (Deuteronomio 28:61, Gálatas 3:13). "Él llevó todas las enfermedades, para que yo pudiera ser liberado de ellas, y por Sus llagas fui sanado" (Isaías 53:4-5). Si, después de decir estas cosas, los síntomas no desaparecen inmediatamente, simplemente te quedas con la Palabra. Caminas por fe y no por vista, sigues diciendo lo que Dios dijo y actúas como si fuera cierto, ¡porque es la verdad! Si lo haces, eventualmente las circunstancias naturales se ajustarán y esos síntomas de enfermedad desaparecerán de tu cuerpo. "Pero Gloria, ¿y si estoy luchando con algo más que la enfermedad y no sé lo que dice la Palabra de Dios al respecto?" ¡Entonces averígualo! Dedica tiempo a leer tu Biblia y a escuchar una buena predicación basada en la Palabra y que edifique tu fe. Busca a Dios en la Palabra y en la oración hasta que sepas cuál es Su voluntad y qué promesas ha provisto para que puedas aplicarla a esa situación. Luego, recíbelas y aprópiatelas; ponlas en tu corazón en abundancia y continúa de c l a r á ndol a s p or fe h a s t a q ue s e manifiesten. ¡Así es como Dios quiere que todos nosotros, como creyentes, vivamos todos los días! Él tiene la intención de que hagamos de Su Palabra nuestra prioridad N°1 y pasemos tiempo en ella diariamente. Él tiene la intención de que descubramos lo que Él ha dicho sobre cada área de nuestras vidas y meditemos en ella continuamente. Porque como dijo Jesús: «Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá.» (Juan15:7). La Palabra que permanece en ti es la Palabra que te habla. Es la Palabra que aparece en ti cuando el mundo o el diablo trata de robarte los privilegios del Reino. Cuando el diablo ataca tus finanzas, si lo primero que dices al respecto es: "Mi Dios suple todas mis necesidades según Sus riquezas en gloria por medio de Cristo Jesús", sabes que la Palabra permanece en ti porque así salió de tu boca. Por el contrario, si lo primero que dices es: "No vamos a poder pagar nuestras cuentas", es una señal de que todavía no te has apropiado de lo que Dios dice al respecto. Cuando llegue la crisis, está listo Recuerdo una carta que recibimos de uno de nuestros colaboradores hace varios años acerca de una palabra que había permanecido en ella y que salió de su boca cuando se enfrentaba a una situación muy peligrosa. Un incendio forestal estaba a punto de consumir su casa. El incendio ya había consumido los bosques adyacentes a su jardín, y al darse cuenta de que necesitaba salir, tomó su diario de oración y su Biblia. (Eso es un indicador de cuáles eran sus prioridades). Entonces, de repente, tuvo un pensamiento: ¡Necesito tomar autoridad sobre este fuego! Ella recordó que la Palabra dice que no te sobrevendrá ningún mal, ni que ninguna calamidad se acercará a tu morada (Salmo 91:10, A MPC); por lo tanto, ordenó a que ese fuego se fuera. Inmediatamente el viento cambió de dirección, y el fuego tomó una dirección diferente. Se apartó de su propiedad y dejó intacta su casa. ¡Esa es una buena ilustración de cómo se debe vivir como un ciudadano del cielo! También es un recordatorio de lo importante que puede ser alimentarse continuamente de la Palabra y mantener un espíritu de fe. Cuando un incendio forestal se te acerca, no tienes tiempo para escuchar un CD con las promesas de protección de Dios. En tiempos de emergencia, no tienes tiempo para tomar tu concordancia y comenzar a buscar los versículos de la Biblia que te indicarán qué hacer. No; en esos momentos, lo que saldrá de ti es lo que ya tienes en tu corazón: «Porque de la abundancia del corazón habla la boca.» (Mateo 12:34). ¡Tu vida depende de lo que tienes en tu corazón! Por lo tanto, mantenlo todo el tiempo lleno hasta rebosar con la Palabra de Dios. Luego, cuando el problema llegue, estarás listo. Tendrás la costumbre de hablar como Dios y no serás presa fácil del diablo. Como un bandido que viene a robar, matar y destruir, el diablo conoce muy bien cerca del poder de las palabras. Él sabe, incluso si muchos cristianos no, que la lengua «tiene poder sobre la vida y la muerte.» (Proverbios 18:21). Entonces, él siempre está tratando de hacer que nosotros, como creyentes, hablemos palabras que, en lugar de trabajar para nosotros, vayan en nuestra contra. Él siempre está tratando de tomar nuestras lenguas, para que caigamos en el error que los israelitas cometieron la primera vez que comenzaron a entrar en la Tierra Prometida. Seguro recuerdas la historia. Diez de los espías que Moisés había enviado a la tierra regresaron e informaron que los gigantes 1 4 : LV V C

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Octubre LATAM 2018