LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 5 allí eran demasiado grandes para ser conquistados. Dos de los espías, Caleb y Josué, creyeron en la Palabra de Dios y dijeron que los gigantes no eran un problema. "¡Subamos de una vez! ¡Podemos conquistarlos!", dijeron. Los israelitas, en lugar de escuchar a los espías de la fe, se asustaron y se pusieron del lado de los detractores que decían que los gigantes los aplastarían como saltamontes... «Toda esa noche la congregación comenzó a gritar y llorar. Todos los hijos de Israel se quejaron… ¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto, o morir en este desierto! ¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir a filo de espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean tomados prisioneros?» (Números 14:1-3). Por supuesto, los israelitas no le dijeron esas cosas directamente a Dios. La mayoría sólo lo murmuró en sus tiendas (Deuteronomio 1:27). Pero Dios los estaba escuchando de todos modos, y Él les respondió diciendo a Moisés: ¡Ya he escuchado las protestas de los hijos de Israel, y cómo se quejan de mí! Pues diles de mi parte: "Vivo yo, que voy a hacer con ustedes lo mismo que ustedes me han dicho al oído. En este desierto quedarán tendidos los cadáveres de todos ustedes, los mayores de veinte años que fueron contados, los cuales han murmurado contra mí. Ninguno de ustedes entrará en la tierra que, bajo juramento, prometí que les daría para que la habitaran. Sólo entrarán Caleb hijo de Yefune y Josué hijo de Nun." (Números 14:27-30). ¡Esas fueron serias repercusiones! ¡Las palabras incrédulas que los israelitas hablaron en sus tiendas les costaron la Tierra Prometida! Como creyentes, no queremos que eso nos suceda. No queremos permitir que el diablo use nuestras lenguas y nos engañe para que hablemos duda e incredulidad. No queremos decir palabras llenas de fe cuando nuestros amigos cristianos nos escuchan y luego cuando estamos acostados en la cama por la noche con nuestro esposo o esposa hablando sobre el problema, decir: "¿Qué vamos a hacer? Esta situación es desesperada. No tenemos salida." ¡Dios escucha esas palabras! Él no sólo escucha lo que decimos en oración, o las confesiones de fe que hacemos en la iglesia. Él está escuchando todo el tiempo y está obligado a tomar en serio nuestras palabras porque es una ley espiritual. Está escrito en la Biblia: lo que decimos determina el curso de nuestras vidas (Santiago 3:4-5). Hagamos que esa ley funcione para nosotros y no contra nosotros. Vivamos como los hijos amados de Dios y caminemos en la plenitud de Sus BENDICIONES tomando nuestras palabras tan en serio como Él mismo lo hace. Av. San Borja Sur No. 390 - Int 101A Urb. San Borja - Lima Tels: (1) 344-6841 / 734-2989 info@yireh.org Calle 27 Mz. K2 Lt 48 Urb. El Pinar - Comas - Lima Norte Tels: (1) 535-9345 / Cel: 942-488-850 osadiajuvenil@gmail.com Coop. Universitaria B-10 Cercado - Arequipa Cel: 959-381-969 riosdefortaleza@hotmail.com Av. San Borja Sur No. 390 - Int 101A Coop. Universitaria B-10 EN PERÚ EN COLOMBIA 3118043999 Cr. 30 19A 11 Pie de la Popa Cartagena - Colombia Cel. 3014306299 CONTACTA HOY MISMO A TU DISTRIBUIDOR MÁS CERCANO

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