LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Diciembre LATAM 2018

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 5 en mi vida, sino también en las vidas de los demás a mi alrededor, al salir y hacer lo que Jesús les dijo a sus primeros discípulos que hicieran. Les dijo que en Su Nombre: «Vayan y prediquen: "El reino de los cielos se ha acercado." Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron.» Como creyentes en la actualidad, ¡hemos recibido el mismo mandato! Jesús nos ha dicho casi exactamente lo que les dijo a esos primeros discípulos. «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura… estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas leng uas… Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y éstos sanarán.» (Marcos 16:15, 17-18). ¿Cómo sanarán los enfermos? No lo harán por medios naturales, sino por el poder sobrenatural de Dios. Sanarán por medio de una irrupción del reino de los Cielos en este mundo natural para cambiar sus cuerpos de manera milagrosa y expulsar toda enfermedad y dolencia. Viviendo continuamente en LA BENDICIÓN "Bueno", podrías decir, "Me gusta orar para que otras personas reciban milagros, de acuerdo. ¡Pero lo que estoy necesitando ahora mismo son más milagros en mi propia vida!" Tal vez así sea; sin embargo, lo que necesitas aún más es seguir sembrando en el espíritu, para que puedas caminar consistentemente en LA BENDICIÓN. ¿Por qué? Porque, aunque los mi lag ros son maravillosos, no podrás sustanciar ni basar tu vida en ellos. Por ejemplo: no podrás ir a una reunión de Benny Hinn o a una reunión de Kenneth Copeland para recibir un milagro cada vez que te enfermas. Podrías sanarte de esa manera unas cuantas veces, pero uno de estos días, la enfermedad tocará tu puerta en medio de la noche y el hermano Benny y el hermano Kenneth no estarán allí para ayudarte. Simplemente serás tú, tu Biblia y Dios. Esta es la razón por la que Dios dijo: «El justo por la fe vivirá» (Romanos 1:17). Si cultivas la fe prestándole atención a la Palabra, estará allí disponible cuando la necesites. No tendrás que esperar a que alguien más venga a orar para que obtengas un milagro. Tú mismo podrás aprovechar el poder sobrenatural del cielo y recibir sanidad (o cualquier otra cosa que necesites de parte de Dios) en cualquier momento y en cualquier lugar. Para llegar a ese punto, sin embargo, debes seguir creciendo espiritualmente. Debes desarrollar tu fe para que, en lugar de ir de crisis en crisis, siempre necesitando un milagro, puedas vivir todo el tiempo en la cosecha de la semilla espiritual que ya has sembrado. Eso fue lo primero que Ken y yo aprendimos a hacer en el área de las finanzas. Cuando empezamos a caminar con Dios, ese era nuestro mayor problema. ¡Nuestras f inanzas eran un desastre! Estába mos ta n endeudados que no podíamos concebir ninguna forma natural de pagarlas, y nuestros ingresos estaban literalmente por debajo del umbral de la pobreza, por lo que siempre estábamos necesitando un milagro. Sin embargo, una vez que decidimos poner a Dios en el primer lugar en nuestras vidas, las cosas comenzaron a cambiar. Nos mudamos a Tulsa para que Ken pudiera asistir a la Universidad Oral Roberts y comenzamos a aprender sobre la Palabra y la fe. Mientras me quedaba en casa con nuestros hijos, Ken se convirtió en copiloto del hermano Roberts. Un día, en una de las reuniones del hermano Roberts, Ken lo escuchó predicar sobre la siembra de la semilla financiera por la fe. El hermano Roberts seña ló que 2 Corintios 9:6 dice: «El que poco siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha.» Ken captó la revelación en esa palabra. Pudo ver cómo funciona el reino de Dios en esa área, por lo que vino a casa y me dijo: "¡Vamos a ser colaboradores con el hermano Roberts y sembraremos $10 al mes en su ministerio!" No había estado en esas reuniones. No había escuchado la Palabra que Ken había escuchado, así que no tenía la fe que él tenía. Para mí, dar $10 al mes parecía imposible. Pensé: ¿Cómo vamos a hacer eso? Ya estamos lo suficientemente endeudados f inancieramente que no podemos sobrevivir. Conf ié en Ken y lo apoyé de todos modos, y comenzamos a hacerlo. Nos convertimos en colaboradores con el her ma no Rober ts y comenz a mos a insistir en lo que dice la Palabra sobre la prosperidad. Comenzamos a estudiar las Escrituras al respecto y escuchamos las cintas de Kenneth E. Hagin sobre cómo funciona la fe. ¿Qué pasó? Al f inal del año estábamos libres de deudas. ¡Tan solo imagínalo! Un año antes, ni siquiera había pensado seriamente en salir de deudas. No lo creía posible. Pensaba que, si Dios hacía un milagro, podríamos pagar nuestras deudas, pero también asumía que siempre estaríamos endeudados porque así me habían enseñado. En mi familia, las deudas formaban parte de la vida. Sin embargo, una vez que Ken y yo comenza mos a sembra r en nuest ros corazones las verdades del reino de Dios sobre la prosperidad, nuestros v iejos pensamientos comenzaron a cambiar. Comenzamos a creer lo que Dios dijo y a aplicar Su sistema —Su forma de hacer las cosas de la manera correcta y Su rectitud— y desde entonces hemos estado libres de deudas y hemos aumentado nuestra BENDICIÓN financiera. ¡Tú puedes tener la misma experiencia! Puedes sembrar en el espíritu y cosechar una cosecha celestial en cualquier área de la vida. Puedes creerle a Jesús en Su Palabra tal como lo hicimos Ken y yo, y creer que Él no estaba bromeando cuando dijo: «A su Padre le ha placido darles el reino.» (Lucas 12:32, RVA-2015). «Yo les asigno un reino, así como mi Padre me lo asignó a mí» (Lucas 22:29). «Porque he aquí, el reino de Dios está dentro de ustedes [en sus corazones] y entre ustedes [rodeándolos]» (Lucas 17:21, AMPC). No importa cuán ma l se vean t us circunstancias en este momento, no hay una circunstancia en este mundo que el reino de Dios no puede cambiar. Producirá BEN DICION ES sobrenat u r a le s en cualquier situación. Entonces, si estás enfrentando imposibilidades naturales, descubre lo que Dios dice acerca de ellas en Su Libro. Llena tu corazón y tu boca con Sus palabras y camina a la luz de ellas. Determina como nunca antes, que buscarás primero el reino de Dios donde todas las cosas son posibles, y que entrarás en la vida abundante de la BENDICIÓN. ¡Él está preparado y esperándote!

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