LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio LATAM 2019

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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A VECES LAS PERSONAS ACUSAN A LOS PREDICADORES DE LA PALABRA DE FE COMO KEN Y YO DE PREDICAR COSAS QUE SON DEMASIADO BUENAS PARA SER CIERTAS. "¡HACEN QUE PAREZCA QUE DIOS QUIERE QUE LA GENTE VIVA EN EL CIELO AQUÍ EN LA TIERRA!", SE QUEJAN. NO LO DICEN COMO UN CUMPLIDO. PERO ASÍ ES COMO YO ME LO TOMO, PORQUE LO QUE REALMENTE ESTÁN DICIENDO ES QUE ESTAMOS PREDICANDO VERDADES BÍBLICAS. por Gloria Copeland una vida celestial De acuerdo con la Biblia, desde el principio, Dios creó este planeta para que fuera un modelo del cielo aquí en la Tierra. Él no puso ninguna enfermedad o escasez en ella. Hizo que todo fuera "muy bueno" (Génesis 1:31, RVA-2015). La llenó con Sus bendiciones y les ordenó que se multiplicaran para que Su familia pudiera tener mucho que disfrutar. ¡Para mí eso es un pedazo del cielo en la Tierra! Es exactamente lo que era el Jardín del Edén: Adán tenía una esposa perfecta, y Eva tenía un marido perfecto. La comida crecía en los árboles; la temperatura era perfecta; no faltaba nada, e incluso había oro en abundancia. Lo mejor de todo era que Adán y Eva caminaban todos los días con Dios y solo tenían un mandamiento de parte de Él: "No comas del árbol del conocimiento del bien y del mal." Si hubieran mantenido ese mandato, todo en la Tierra habría permanecido celestial, ¡para siempre! Pero, como todos sabemos, eso no fue lo que hicieron. Dudaron de la Palabra de Dios, le creyeron al diablo mentiroso, cayeron en su tentación y echaron por la borda su cielo en la Tierra. Dios les permitió hacerlo porque los había creado con libre albedrío. Sin embargo, ese no era Su plan para ellos. Él no quería que le abrieran la puerta a la maldición, la cual llegó a la Tierra a través del pecado. No quería que tuvieran que vivir con su propio sudor y trabajo, y lidiar con la escasez, la enfermedad y la muerte. No; Él todavía quería que fueran BENDITOS. Josephus, el historiador judío, señaló en el libro, Las Obras de Josephus, que incluso cuando Dios estaba confrontando a Adán y Eva acerca de su pecado, les dijo: "Había determinado con antelación respecto a ustedes que pudieran vivir una vida de felicidad, sin aflicciones, preocupaciones o dolores del alma, y que todas las cosas contribuyeran para su deleite, y que debían crecer a través de Mi provisión sin necesidad de trabajar." ¡Esa es realmente la manera en que Dios quería que las cosas fueran! Sin embargo, Adán y Eva, al rechazar Su Palabra, rechazaron la voluntad de Dios. Reverenciaron al diablo, y como resultado las condiciones en la Tierra cambiaron. Sin embargo, Dios no cambió. Él nunca cambia (Malaquías 3:6). Por lo tanto, puso en marcha un plan que haría posible una vez más que Su pueblo viviera en Su perfecta voluntad. Hizo un pacto de BENDICIÓN con Abraham y sus descendientes. Les dijo que, si hacían las cosas a Su manera, sus días y los días de sus hijos serían «como los días de los cielos sobre la tierra.» (Deuteronomio 11:21). Aunque Viviendo LV V C : 1 3

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