LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio LATAM 2019

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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hambre de estar en la presencia de Dios y comencé a llenar mi corazón con Su Palabra, día y noche. Las circunstancias que me rodeaban no lucían nada mejor. Todavía vivía en una pequeña casa de madera. Pero me había enamorado de Dios y comencé a relacionarme con Él en la base de Su PALABRA. Comencé a regocijarme en el hecho de que Dios me había recreado a la semejanza de Jesús porque deseaba tener comunión conmigo. Deseaba correr conmigo, y levantarme. Deseaba disfrutar de mí y que yo lo disfrutara. Descubrí que haría cualquier cosa en el mundo por mí. Aprendí que, cuando empiezas a vivir con amor y a actuar en amor, Dios es la persona más accesible que exista. Empiezas a decirle a Él que lo amas, ¡y Él te cubrirá como si fuera un tapado de piel! LO QUE EMOCIONA AL PADRE Una tarde, estaba conduciendo por la carretera cuando mi nueva conciencia del amor de Dios se apoderó de mí. Finalmente, tuve que detenerme. Era la primera vez en mi vida que me había acercado a Dios sin mendigar, pidiéndole y tratando de obtener algo de Su parte. "No puedo soportar conducir este auto más lejos", clamé a Dios. "¡Sólo tengo que detenerme, levantar mis manos y decirte cuánto te amo, te adoro y cuánto me importas! Padre celestial, mis necesidades se satisfacen de acuerdo con Tus riquezas en gloria por Cristo Jesús." El auto viejo que conducía perdía aceite por todas partes. Pero no me importaba el auto en ese momento. Ni siquiera lo mencioné. "Hace sólo unos días me di cuenta de que todo el mundo está en Tu contra", le dije. "¡Yo deseo ser parte de Tu equipo! Deseo hacer algo para darte un buen día. Deseo hacer todo lo que pueda por ti, a lo grande. Sólo dime qué quieres que haga." ¡Pero Él no me dijo nada! En cambio, me respondió: Hijo, ¿qué quieres que haga por ti? ¿Hay algo que pueda hacer? "¡No, no, no, no!" le respondí. "Mis necesidades se satisfacen de acuerdo con Tus riquezas en gloria, y sólo te adoro y alabo por ello. Sólo me gustaría saber qué es lo que deseas." No sabes lo que eso emociona el corazón del Padre, respondió. Quiero que sepas que ese viejo auto no duró mucho más. Esa pequeña casa no duró mucho más. En tan solo unos días la gente comenzó a invitarnos a lugares para predicar. Al final, tuve que decirle a Dios: "¿Podemos ir más despacio? ¡He predicado hasta que casi no puedo hablar!" Predicábamos siete días a la semana, dos servicios al día, con tanto esfuerzo como pudimos, durante varios años. Nunca me había divertido tanto en toda mi vida. Todavía sigo haciéndolo. De hecho, mejora todo el tiempo, solo porque aprendí cómo crear una atmósfera de fe y dejar que Dios sea quien Él desea ser para mí. DE LA PRESIÓN A LAS PROMESAS Dios te ama. Su razón para decirte que no puedes complacerlo sin fe no es para imponerte un tipo de ley, o límite. El no caminar por la fe no hará que Dios te ame menos. Pero sí evitará que Él haga lo que más le complace hacer: darte todo lo que necesitas para tener éxito. Ya sea que tengas un hijo enfermo, un sueño sin cumplir, una atadura de pecado continuo o una amenaza de ejecución hipotecaria: llévaselo a papá. Dios se complace cuando le permites satisfacer tus necesidades. Se complace cuando pasas de las presiones de tus circunstancias a las promesas de Su PALABRA. Acércate a Él creyendo que Él es, y que Él es quien recompensa a aquellos que lo buscan diligentemente. Permítele que te alcance con las promesas que te ha hecho en Su PALABRA. "Pero ¿cómo lo hago, herma- no Copeland" Sigue el proce- so que leemos en el Salmo 35:27: «Pero que canten y se alegren los que están a mi favor. Que digan siempre: «¡Grande es el Señor, pues se deleita en el bienestar de su siervo!» 4 : LV V C Deseas alimentar a tu familia. Eso es prosperar. Dios desea que sobresalgas en todo el ámbito de la existencia humana: espíritu, alma y cuerpo. Él también desea que sobresalgas financiera y socialmente. Dios desea que nazcas de nuevo, te bautices en el Espíritu Santo, aprendas sobre la fe y andes por la fe. Él desea que tu mente se renueve a Su PALABRA y que camines en Su sabiduría, la habilidad dada por Dios para usar el conocimiento. Su deseo es que conozcas Su poder sanador y que camines en salud divina. Dios se deleita cuando se satisfacen tus necesidades financieras y puedes aportar a toda buena obra. En cada relación, Él desea que seas un testigo fuerte y un faro de Su amor, Su camino, Su voluntad y Su poder, para ayudar a otros a prosperar y a conocer la PALABRA de Dios. Dios se ha comprometido con tu éxito en cada área de la vida. Debes tener en mente este pensamiento todo el tiempo: Mi Dios se complace de mi éxito por la fe en cada área de mi vida. UNA ATMÓSFERA DE AMISTAD Y COMUNIÓN Segunda de Pedro 1:3 nos dice que «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.» Eso es lo que finalmente me di cuenta en 1967 cuando, siendo un joven creyente, entendí Su PALABRA como una carta de amor hacia mí, una carta llena de promesas que Él me había hecho. Comencé a descubrir que Dios era honorable, que Su PALABRA tenía integridad y que estaba comprometido a hacer esas cosas que había prometido para que me convirtieran en la persona exitosa que Él me había creado para ser: espiritual, emocional, física, financieramente y en mis relaciones con los demás. La paz y la esperanza comenzaron a inundar mi corazón cuando vi que las promesas de la PALABRA de Dios me pertenecían. Eran expresiones de Su amor por mí en Cristo y provisión para todas mis necesidades. Tuve

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