LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Septiembre LATAM 2019

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Aunque Dios: «nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo», todavía vivimos en un mundo que está dominado por el diablo. Todavía tenemos que lidiar con un adversario que vaga por esta Tierra: «como un león rugiente, buscando a quien devorar» (Colosenses 1:13, 1 Pedro 5:8). Por supuesto, él es un adversario derrotado. Jesús lo azotó completamente hace 2.000 años y ganó la victoria para nosotros por siempre. Pero, para que caminemos en esa victoria, tenemos que imponerla. Tenemos que mantener al diablo bajo nuestros pies usando el poderoso Nombre de Jesús, el Nombre sobre todo nombre, contra él y todas sus obras. En Marcos 16, Jesús nos dijo lo que ese Nombre puede hacer. En lo que llamamos la Gran Comisión, nos dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura… Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, y si beben algo venenoso, no les hará daño. Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y éstos sanarán.» (versículos 15, 17-18). La autoridad del Nombre de Jesús es de vital importancia cuando se trata de avanzar en el reino de Dios. La fe en ese nombre es lo que nos permite anular las obras del reino de las tinieblas. El hermano Kenneth E. Hagin solía decir: "No hay fe en el Nombre de Jesús que no produzca resultados. Un poco de fe en Su Nombre equivale a pocos resultados. Mucha fe en Su Nombre equivale a resultados asombrosos". Lo he comprobado a lo largo de los años en mi propia vida. "Pero, hermano Copeland, ¿todos los cristianos tienen fe Con toda valentía El Nombre de Jesús es el arma más poderosa que Dios ha puesto en nuestras mano como creyentes, y nos la ha dado porque debemos tenerla. Sin el poder de ese Nombre, no podemos hacer lo que estamos llamados a hacer, a pesar de que hemos nacido de nuevo y nos hemos bautizado con el Espíritu Santo. p o r K e n n e t h C o p e l a n d 2 : LV V C

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