LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre LATAM 2019

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Si no hubiera hablado por fe y actuado según la autoridad que Dios le había dado, a pesar de que el reino de Dios estaba presente, no se habrían manifestado rompimientos celestiales. Somos portadores de la autoridad de Dios Lo mismo ocurre hoy: como creyentes, somos los únicos investidos con la autoridad de Dios. Somos el Cuerpo de Cristo, así que ahora es nuestra responsabilidad de liberar el poder de obrar los milagros de Dios. ¡Tenemos el nombre de Jesús! Estamos ungidos con Su Unción, y esa Unción sigue siendo tan fuerte como siempre. No disminuyó cuando Jesús se fue de la Tierra. A través nuestro, Él puede hacer hoy las mismas obras que hizo, y más. ¡El libro de los Hechos demuestra que es cierto! Hechos 5:12, 15-16 dice: "Dios hacía muchas señales y prodigios entre el pueblo por medio de los apóstoles… y en sus camas y lechos sacaban a los enfermos a la calle, para que al pasar Pedro por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. Aun de las ciudades vecinas venían muchos a Jerusalén, y traían a sus enfermos y a los atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.» ¿No suena similar a lo acontecido cuando Jesús ministró? Claro que sí, porque esos creyentes estaban operando bajo Su Unción. El mismo Espíritu Santo que estaba sobre Él estaba obrando a través de ellos, haciendo que el reino de Dios se manifestara, así que al igual que Él lo hizo, hicieron el bien y sanaron a todos los oprimidos por el diablo. Tú has nacido en el mismo Reino en el que ellos nacieron. Has sido lavado por la misma sangre. Tienes el mismo Padre celestial, los mismos recursos celestiales y la misma autoridad espiritual. Debido a que estás «en Cristo» y toda la autoridad te ha sido dada en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18), puedes hacerte cargo cuándo y cómo Él te lo instruya. ¡Obtén una revelación al respecto! Pasa tiempo meditando en ello. Créelo y luego actúa como si fuera cierto, plantándote y diciéndole al diablo lo que no puede hacer en tu vida, en tu familia y en tu nación. Toma autoridad en tu propia vida y, cuando los demás te pidan ayuda, toma autoridad en su nombre también. ¡Hazte cargo y deja que el cielo se abra paso en la Tierra! que tenías que hacer para sanarte". Creo que esa misma es la actitud humilde que el hombre paralítico tuvo en Lucas 5. No le importaba parecer indigno. Simplemente creyó e hizo lo que Jesús le dijo que hiciera. Sé aquel que hace las cosas "extrañas" Sin embargo, no solo queremos experimentar rompimientos celestiales. Como creyentes nacidos de nuevo y llenos del Espíritu, queremos dar un paso más allá y ministrar tales rompimientos a los demás. Cuando alguien nos diga que está enfermo o que necesita un milagro, en lugar de simpatizar con él, seamos aquellos que se hacen cargo de la situación y manifiestan el poder del reino de Dios para todos los necesitados. ¡Eso es lo que hizo Jesús por el hombre paralítico! Él se hizo cargo y alineó la situación de ese hombre con la voluntad de Dios. Le ministró el perdón, le dijo que se levantara y caminara, e hizo lo imposible allí mismo frente a toda una sala de expertos. ¿Cómo respondieron estos expertos? «Todos estaban admirados y alababan a Dios, y llenos de temor decían: «¡Hoy hemos visto maravillas!» (versículo 26). Algunos cristianos todavía consideran que los milagros son fenómenos extraños. Pero Jesús nunca pensó de esa manera. Los consideraba normales. Como sabía que el reino de Dios estaba continuamente presente en el reino del espíritu, hizo milagros todo el tiempo. Por ejemplo: mira el milagro que hizo para Pedro y sus compañeros de pesca allí mismo en Lucas 5. Habían pescado toda la noche sin atrapar nada. Entonces, después de que Jesús tomara prestado su bote para predicar, los llevó a un viaje de pesca sobrenatural. Les dijo que regresaran a las profundidades, hizo que se manifestara el reino de Dios, y ellos arrastraron una carga de peces que era suficientemente grande como para romper el barco y la red. Unos versículos más adelante, cuando apareció un hombre lleno de lepra, Jesús también hizo un milagro para él. El hombre dijo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.» Entonces Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero. Ya has quedado limpio.» Y al instante se le quitó la lepra.» (versículos12-13). ¿Qué hubiera pasado en esas situaciones si Jesús no se hubiera hecho cargo? ¡Nada! IMPRESA DESDE EL AÑO 1973 NOVIEMBRE LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE VOLUMEN 47 NÚMERO 11, NOVIEMBRE del 2019. LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE es una publicación mensual de la ASOC. MINISTERIOS KENNETH COPELAND, una organización sin ánimo de lucro con sede en Bogotá, Colombia, identificada con NIT: 900.828.722-9 y debidamente autorizada por su editor en inglés, Eagle Mountain International Church Inc./Kenneth Copeland Ministries Inc., una organización sin fines de lucro, en Fort Worth, Texas. ©2019 Kenneth Copeland Ministries, Inc. Todos los derechos reservados. Se prohíbe la reproducción parcial o total sin autorización por escrito. LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE y su logotipo asociado son marcas registradas de Eagle Mountain International Church Inc./Kenneth Copeland Ministries Inc. en Estados Unidos y en los países donde circula LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE. El costo de impresión y distribución se financia con donaciones de los Colaboradores y Amigos de los Ministerios Kenneth Copeland Latinoamérica. Impreso en Colombia. Printed in Colombia. Para suscribirse gratuitamente, visita en la web: es.kcm.org/LVVC. 6 Alaba a Dios y prospera por Kenneth Copeland Los ángeles son siervos ministradores que Dios nos ha enviado para trabajar a nuestro favor. Ellos están esperando que alabemos a Dios y los pongamos a trabajar para así prosperarnos. Entonces, ¡alaba al SEÑOR y envía a tus ángeles! ¡Manténte firme! por Melanie Hemry Cuando los médicos le aconsejaron a Jessica que interrumpiera su embarazo a las 19 semanas, ella y su esposo Joe decidieron conar en Dios. Con el apoyo de la familia de su iglesia, el pequeño Caleb nació nueve semanas después, y los pronósticos médicos negativos no se materializaron. Hoy, a los 10 años, Caleb es un niño sano y activo al que le encantan las carreras de esquí alpino. Hazte Cargo por Gloria Copeland Cuando Jesús vino, trajo el reino de Dios a la Tierra. Cuando ascendió al cielo, delegó en la Iglesia la autoridad y la unción para manifestar el reino de Dios tal como Él lo había hecho. ...y en nuestra Edición Digital Visita en la web: revista.kcm.org Jugando con fuego por Keith Moore Academia SuperKid por la Comandante Kellie Boletín de las Buenas Nuevas Triunfos de fe de la vida real 2 12

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