LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1200351

Contents of this Issue

Navigation

Page 17 of 23

CONSEJOS PRÁCTICOS: que le dijo a Abraham sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra. Esas ciudades eran tan malvadas como te lo puedas imaginar. Estaban tan llenas de pecado que el clamor del mismo había alcanzado a Dios, y Él había decidido destruirlos. Sin embargo, cuando le compartió a Abraham lo que estaba a punto de hacer, Abraham intercedió por ellos. Como su sobrino vivía en Sodoma, éste le dijo a Jehová: «¿Acaso vas a destruir al justo con el injusto? Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Acaso destruirás ese lugar, y no lo perdonarás por los cincuenta justos que estén allí adentro? El Señor respondió: «Si dentro de la ciudad de Sodoma encuentro a cincuenta justos, por ellos perdonaré a todos los que estén allí.» (Génesis 18:23-24, 26). Después de que el SEÑOR acordó perdonar a la ciudad por el bien de 50 personas, Abraham presionó para llegar aún más lejos. Preocupado de que no quedaran ni 50 personas justas en Sodoma, le preguntó a Dios si la salvaría por solo 45. Dios dijo que lo haría, así que Abraham, inseguro de que el número no fuera lo suficientemente bajo, lo redujo a 40, luego a 30 y más tarde a 20. El Señor accedió en cada ocasión a la cifra menor, hasta que finalmente Abraham le dijo: ««Espero que mi Señor no se enoje si hablo una vez más; pero tal vez se encuentren sólo diez...» Y el Señor respondió: «Aun por esos diez, no la destruiré.» (versículo 32). ¡Piénsalo! En este caso, "Mi pueblo" se redujo tan solo a 10 personas. ¡Eso es todo lo que Dios necesitaba para salvar a la ciudad entera de la destrucción! Siempre me ha decepcionado a cierto nivel que Abraham no haya alcanzado más lejos. Si lo hubiera hecho, creo que el resultado hubiera sido diferente. Creo que Dios podría haber aceptado perdonar a Sodoma por el bien de dos, o incluso uno. ¿Por qué lo pienso? Por Ezequiel 22:30, donde Dios dijo: «Yo he buscado entre ellos alguien que se enfrente a mí e interceda en favor de la tierra, para que yo no la destruya. ¡Pero no he encontrado a nadie!» En otras palabras, si hubiera podido encontrar tan solo uno entre Su pueblo, solo una persona que orara con fe e intercediera, Dios habría honrado las oraciones de esa persona, y la nación podría haberse salvado. Nosotros damos el primer paso y el cielo nos respalda En estos días, se puede encontrar más de un hijo de Dios nacido de nuevo en casi cualquier nación. En los Estados Unidos, particularmente, hay millones de nosotros. Entonces, cuando se trata de orar por la sanación de esta nación, tenemos más que suficiente para hacer el trabajo. Solo debemos seguir haciéndolo y tener fe en que Dios hará lo prometido. Solo necesitamos creer que Jesús hablaba en serio cuando dijo: «De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.» (Mateo 18:18-20). Nota que en esos versículos no es el cielo el que hace el primer movimiento; es el pueblo de Dios aquí en la tierra. Tomamos LA PALABRA de Dios, la sangre y el Nombre de Jesús y atamos y desatamos cosas en la tierra; entonces el cielo interviene y nos respalda. Jesús viene en medio de nosotros para llevar a cabo lo que hayamos acordado en la oración. ¿Qué significa estar de acuerdo en la oración? Significa creer, en lugar de solo esperar. Significa tomar una posición firme de fe en la PALABRA de Dios y decir: "¡Será de esta manera y de ninguna otra!" "Pero hermano Copeland, a veces parece que oramos y estamos de acuerdo con que se haga la voluntad de Dios en nuestro país y no parece producir ninguna diferencia." ¿Y qué? No nos guiamos por cómo lucen las cosas en lo natural. Seguimos lo que Dios dijo en la Biblia. Cada palabra en ese libro está respaldada y comprada a precio de sangre. Las palabras en el Antiguo Testamento fueron originalmente respaldadas por la sangre de animales. Las palabras en el Nuevo Testamento están respaldadas por la sangre de Jesús, «porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén…» (2 Corintios 1:20). ¡No hay nada más poderoso que La PALABRA de Dios! Puede cambiar cualquier cosa. Puede convertir el desorden más grande jamás visto en algo tan maravilloso que va más allá de la capacidad de tu imaginación. El Señor me recordó esto hace unos años de una manera que nunca olvidaré. Dios seguía diciéndome que los problemas que estamos experimentando en los Estados Unidos en este momento son solo dolores de parto. "Esta nación está renaciendo", me dijo. Le dije que no podía imaginarme tal cosa, y Él prosiguió: Kenneth, ¿crees que los fundadores de esta nación, hombres como George Washington, Ben Franklin y John Adams, tenían alguna idea de cómo luciría cien años más adelante? ¡Por supuesto que no! pensé. No tenían ni idea. Ni siquiera sabían cómo sería en 20 años. ¡Tú tampoco! Me dijo El SEÑOR. No tienes idea de cómo lucirá esta nación después de su renacimiento. Está 1 0 : LV V C 1 Dios no necesita que todos los habitantes en el país oren y lo busquen para sanar la tierra; solamente necesita que Su pueblo lo haga. 2 Crónicas 7:14 2 Incluso un creyente firme en la fe y que ore por la nación puede marcar una gran diferencia. Ezequiel 22:30 3 En lugar de unirte a los detractores cuando se quejan de lo mal que va el país, declara palabras de fe al respecto. 2 Corinitos 4:13 4 Busca al SEÑOR para saber cómo votar y cómo bendecir activamente tu barrio, tu ciudad y tu estado. Santiago 2:18 5 Haz de la oración por aquellos en autoridad en la nación una parte de tu vida diaria de oración. 1 Timoteo 2:1-2 C

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Enero LATAM 2020