LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 3 La intención de Dios no es que tengas que luchar para vivir una vida santa. Lamentablemente, muchos cristianos piensan que así es, pero están equivocados. Ciertamente, la santidad es de importancia para Dios; sin embargo, Él nunca quiso que Sus hijos nacidos de nuevo vivieran esforzándose para estar a la altura de Sus estándares al mantener una lista aparentemente interminable de reglas religiosas. Nunca nos dijo en el Nuevo Testamento que debemos tratar de alcanzar la santidad al esforzarnos en nuestro comportamiento y haciendo todo sin equivocarnos. ¡No! Nos dijo en el Nuevo Testamento que ya somos santos. Nos dijo que, en el momento en que nacimos de nuevo, el viejo y profano pecador que solíamos ser en nuestro interior murió y que nos hemos convertido en una nueva creación. Nuestro hombre interior, el verdadero "yo" que 1 Pedro 3:4 llama: «la persona interior del corazón.» (RVA-2015), renació a la imagen de Dios y nos convertimos en participantes de Su naturaleza santa (2 Pedro 1:4). Para nosotros, como creyentes, la santidad ya no es algo que estamos luchando por conseguir; es parte de nuestra nueva identidad. En nuestro interior, ya es parte de lo que somos. "Pero Gloria", podrías decir, "si eso fuera cierto, ¿por qué a veces sigo pecando y soy víctima de actitudes y hábitos impíos? ¿Por qué la santidad que hay en mi interior no se refleja hacia afuera?" Porque, para que eso suceda, debes dejar que lo que está en tu espíritu afecte a tu alma y a tu cuerpo. Como dice Efesios 4: «despójense del "viejo hombre"… renuévense en el espíritu de su mente y vístanse del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad.» (versículos 22-24, RVA-2015). A diferencia del nuevo nacimiento, que sucede instantáneamente, renovarse en el espíritu de la mente implica un proceso continuo. Se lleva a cabo cuando pasas tiempo en la Palabra de Dios y dejas que ésta transforme tu alma. Esta última, compuesta por tu intelecto, tu voluntad y tus emociones, está en medio de tu espíritu y tu cuerpo. Tu alma decide qué harás y cómo vivirás. A medida que renuevas tu mente con la Palabra de Dios, comienzas a pensar como Dios lo hace y a por Gloria Copeland 2 Tu viejo espíritu pecaminoso murió en el momento en que naciste de nuevo y tu espíritu fue recreado a imagen de Dios. Efesios 4:22, 24 3 A medida que te alimentes de la Palabra de Dios, ésta afectará tu alma y comenzarás a actuar por fuera como quien ya eres por dentro. Efesios 4:23 4 Jesús vivió Su vida en la tierra al encontrarse en la Palabra de Dios y demostrarla por fe. Hebreos 10:7 5 Mientras más mires en la Palabra y te encuentres en ella, más se revelará en ti la santa y gloriosa imagen de Jesús. 2 Corintios 3:18 1 La santidad y la justicia no se alcanzan por obras ni esfuerzo; son parte de tu nueva identidad espiritual en Cristo. 2 Corintios 5:17-18 C CONSEJOS PRÁCTICOS:

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