LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Febrero LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1211793

Contents of this Issue

Navigation

Page 20 of 23

LV V C : 1 3 grapas para cerrarla. La caída había causado que las costillas rotas dañaran su hígado, riñones, el bazo, la vesícula biliar, el páncreas y un pulmón. Su pulmón perforado se había llenado de sangre. Los padres de Richard permanecieron junto a su cama durante 10 días. Finalmente, después de no ver ningún cambio, tomaron la que parecía ser la única decisión compasiva. "Desconecten su soporte vital", dijo la madre de Richard, hablando en su nombre con los médicos. "Nuestro hijo no querría vivir de esta manera." La familia y los seres queridos de Richard se reunieron a su alrededor para despedirse entre lágrimas mientras su enfermera le retiraba el soporte vital. Sus lágrimas, sin embargo, fueron prematuras. Richard no murió. Por fin despierto "Después de tres semanas en el Hospital Lehigh Valley, me desperté", dice Richard. "Los medicamentos para el dolor en mi zonda me hacían dormir todo el tiempo. Mi familia, amigos y novia me visitaban, pero me quedaba dormido. Hice que dejaran de darme analgésicos. Podría soportar el dolor. Lo que no podía soportar era saber cuán lejos mi familia y amigos iban a visitarme, solo para verme dormir." "Cuando le dije a mi madre que sus padres habían estado conmigo cuando me resucitaron, ella solo escuchó y no dijo mucho. Me preguntaba si ella pensaba que había alucinado todo el asunto, pero no fue una alucinación. Su presencia me había consolado y me había hecho sentir seguro". Llamaron a un cirujano plástico para reparar la cara de Richard. El hueso había sido aplastado alrededor de su ojo y tuvo que ser reemplazado por una malla de plástico. A pesar de todo, los médicos no dejaban de decirles a los padres de Richard que tenía muerte cerebral. Un día, un médico entró en su habitación y, señalando a los padres de Richard, le preguntó: "¿Sabes quiénes son?" "Sí", respondió, "son mis padres. Las personas más importantes de mi vida." Después de eso, los médicos nunca más dijeron que tenía muerte cerebral. "Le di mi corazón a Jesús cuan- do tenía 5 años", nos dice Richard. "Como colaborador de KCM, había estado leyendo la revista LVVC, viendo la transmisión di- aria y leyendo el libro devocional de Kenneth y Gloria De fe a fe durante años. La mañana del accidente había leído el devocional. Sabía lo que tenía que hacer para mejorar. Empecé a agradecer a Dios por mi sanidad." Un día, un neurocirujano llegó a la habitación de Richard. "Quiero mostrarte una foto", comenzó, y levantó una foto de la parte superior de un cerebro humano. "¡Esa persona tiene un agujero en el cerebro!", le dijo Richard. "Esa persona eres tú", le respondió. ¿Cómo podría alguien con ese gran agujero en su cerebro no tener muerte cerebral? Solo había una respuesta: era un milagro. Después de un mes en el hospital, Richard fue trasladado a un hospital de rehabilitación. Los terapeutas estaban asombrados de lo rápido que se recuperó. Por ejemplo, un día midieron la fuerza de Richard y una semana después se había triplicado. Después de solo 13 días en rehabilitación, lo dieron de alta el 20 de abril de 2018. Había perdido 12 kg y una gran cantidad de músculo, pero rápidamente volvió a levantar pesas, usando pesas de medio kilo. Siete meses después del accidente, Richard regresó al trabajo. Fuerte y saludable, fue completamente restaurado. Hoy en día casi tiene más trabajo del que puede recibir. "Me siento honrado de ser colaborador de KCM", dice Richard, "no solo porque aprendí a vivir por fe, sino también porque Kenneth y Gloria son ejemplos vivos del Evangelio. Hacen que la gente sea salva, ayudan a otros ministerios, comparten la Palabra de Dios con tanta gente, y yo puedo ser parte de todo." Desde el accidente, ser parte de compartir las buenas nuevas para Richard ha tomado una nueva dimensión. "Lo que para mí ahora es tan real es saber cuánto le debo", dice Richard. "Primero, murió por mí. Cuando morí, me dio la opción de irme o quedarme. Cuando decidí quedarme, Él me sanó. Pero lo mejor es que Él conquistó la muerte por nosotros, por lo que no tenemos nada que temer." Jesús dijo en Juan 11:26: «Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre.» Richard Jordan puede confirmarlo por experiencia personal. Su corazón dejó de latir durante 20 minutos; sin embargo, permaneció muy vivo. Las palabras de Jesús son ver- daderas. "Hemos sido redimidos de la muerte", dice Richard. "¡El verdadero yo no murió!" Antiguo Nuevo Testamento Testamento Sab 1 Éx. 23-24 Dom 2 Sal. 18; Pro. 3:19-35 Lun 3 Éx. 25-27 Mat. 24 Mar 4 Éx. 28 Mat. 25 Mie 5 Éx. 29 Mat. 26 Jue 6 Éx. 30-32 Mat. 27 Vie 7 Éx. 33-34 Mat. 28 Sab 8 Éx. 35-37 Dom 9 Sal. 19-21; Pro. 4:1-19 Lun 10 Éx. 38-40 Marc 1 Mar 11 Lev. 1-4 Marc 2 Mie 12 Lev. 5-7 Marc 3 Jue 13 Lev. 8-9 Marc 4 Vie 14 Lev. 10-12 Marc 5 Sab 15 Lev.13 Dom 16 Sal. 22-24; Pro. 4:20-5:14 Lun 17 Lev.14 Marc 6 Mar 18 Lev.15-16 Marc 7 Mie 19 Lev.17-18 Marc 8 Jue 20 Lev.19-20 Marc 9 Vie 21 Lev. 21-22 Marc 10 Sab 22 Lev. 23-24 Dom 23 Sal. 25-27; Pro. 5:15-23 Lun 24 Lev. 25 Marc 11 Mar 25 Lev. 26-27 Marc 12 Mie 26 Núm. 1 Marc 13 Jue 27 Núm. 2 Marc 14 Vie 28 Núm. 3 Marc 15 Sab 29 Núm. 4 FEBRERO LEA TODA LA BIBLIA SÚMATE A RICHARD PARA ENSEÑARLES A LOS CREYENTES A CÓMO USAR SU FE. ES.KCM.ORG/ COLABORADOR

Articles in this issue

Links on this page

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Febrero LATAM 2020