LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Mayo 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Pasaron veintiocho días y, aun así, no podía notar ninguna diferencia en su cuerpo. Los síntomas del cáncer se mantuvieron y ella sentía exactamente lo mismo. "Pero, al final de esos 28 días, sucedió algo" relata. "La fe entró en acción y supe que estaba sanada." El día 30 regresó a su cita médica y volvieron a tomar radiografías. Trajeron a dos especialistas… luego trajeron a tres más. Pero ninguno de ellos pudo encontrar ningún cáncer. "¿Dónde está?" se preguntaban. "¡No está aquí!" Aférrate a la Palabra sin importar lo que pase ¿Puedes ver la similitud entre el centurión y LaShae? Al igual que él, ella puso su fe tan solo en la autoridad de la Palabra de Dios. Sin evidencia física en la cual confiar, y en medio de circunstancias negativas que se le burlaban en la cara, ella siguió adelante y creyó que solo con la PALABRA ella sería sanada. Ella tampoco lo hizo acostada en su cama. Se levantaba y caminaba mientras declaraba la PALABRA de Dios. Ella le dio acción a su fe y, aunque una y otra vez tuvo la oportunidad de darse por vencida, se negó a hacerlo. Todos tenemos la oportunidad de rendirnos cuando estamos firmes en la fe, y todos debemos recordar hacer lo que hizo LaShae: tomar la decisión de calidad de permanecer en la PALABRA de Dios, negarnos a ser movidos por lo que vemos o lo que sentimos en lo natural, y aferrarnos a LA PALABRA pase lo que pase. "Pero hermano Copeland, eso suena difícil y estoy adolorido. ¿Por qué Jesús no hará algo por mí?" ¡Él ya está haciendo algo! Él está ahí mismo en ti, y contigo. Como autor y consumador de tu fe, está allí presente cada vez que la PALABRA sale de tu boca. Cada vez que dices: "Por Sus llagas fui sanado", Él te está edificando. Cada vez que lees y declaras escrituras de sanación, la fe está llegando. La fe proviene de la PALABRA La fe es una fuerza espiritual. No puedes sentirla con tu cuerpo físico. Pero, cuando escuchas la PALABRA de Dios, siempre viene. Cuanto más PALABRA recibas en tu corazón, más fe llegará, y alcanzará su "punto de hervor" y experimentarás una profunda sensación de que sabes… y sabes… y sabes : "¡Esto me pertenece! ¡Es mío! Jesús lo compró y lo pagó, y yo tengo LA PALABRA del Dios viviente al respecto. ¡En el nombre de Jesús, ESTOY SANO!" Recuerdo cuando eso me sucedió hace unos años después de que los médicos me diagnosticaran placa en mis arterias. Me estaba preparando para predicar la mañana del 12 de agosto de 2016 y, en comunión con El Señor, creí que había recibido mi sanación. Al abrir mi Biblia en Marcos 11:23, dije: "Placa, eres removida." Dirigiéndome a Efesios 5:26, continué: "Recibo la limpieza de mis arterias en el lavamiento del agua por la Palabra". Luego lo escribí en mi pequeño libro de escrituras de sanación y lo guardé. En enero de 2017 volví a los médicos para un examen físico de pies a cabeza. Después de examinarme a fondo y medir el grosor de mis arterias, ¿sabes lo que encontraron? ¡Cero placa! He tenido muchas experiencias similares, así que tengo muchas otras personas que conozco que aprendieron a caminar con fe en la PALABRA. Uno de los más destacados de los que he oído hablar fue el del hermano Kenneth E. Hagin. Cuando era un adolescente, estaba paralizado y tendido en una cama con una enfermedad cardíaca incurable. En aquel entonces, nunca había escuchado a nadie predicar sobre la fe, pero solo por la guía del Espíritu Santo, todos los días durante 16 largos meses, hora tras hora, leía y citaba las escrituras de sanación que había encontrado. Un día, mientras leía Marcos 11:22-24, recibió la revelación: ¡Tengo que creer que lo tengo antes de tenerlo, para así poder obtenerlo! Decidido a actuar de acuerdo con esa revelación, empujó sus piernas a un lado de la cama. Cuando cayeron al suelo como dos palos de madera inanimados, se aferró al poste de la cama, se levantó y declaró: "Quiero anunciar a Dios en el cielo, al Señor Jesucristo, al Espíritu Santo, a todos los ángeles en esta habitación y a todos los demonios del infierno. ¡Estoy sanado desde la coronilla hasta las plantas de los pies!" ¡Él era alguien que necesitaba partes nuevas! Había nacido prematuro con graves deformidades internas, y necesitaba una restauración total… y la recibió. En un abrir y cerrar de ojos, no solo sus piernas volvieron a la vida, sino que su corazón, su esófago y su sangre fueron reemplazados. ¿Cómo ocurrió? Por fe en la PALABRA viva de Dios, el Señor Jesucristo, Quien es ¡el Mismo ayer, hoy y siempre! 3 0 : LV V C NOTA QUE JESÚS DIJO QUE EL CENTURIÓN TENÍA «UNA FE TAN GRANDE». ¿QUÉ CLASE DE FE ES ESA? ES FE EN LA PALABRA.

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