LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Mayo LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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«―Señor —le dijo entonces el capitán—, no soy digno de que vayas a mi casa. Desde aquí mismo puedes ordenar que se sane mi criado y se sanará. Lo sé, porque estoy acostumbrado a obedecer las órdenes de mis superiores; además, si yo le digo a alguno de mis soldados que vaya a algún lugar, va; y si le digo que venga, viene; y si le digo a mi esclavo que haga esto o aquello, lo hace. Al oír esto, Jesús se maravilló y les dijo a quienes lo seguían: ―¡En todo Israel no he hallado una fe tan grande como la de este hombre! … Entonces Jesús le dijo al soldado: ―Vete; lo que creíste ya se ha cumplido. Y el criado se sanó en aquella misma hora.» (versículos 8-10, 13, NBV). PALABRA de fe Nota que Jesús dijo que el centurión tenía «una fe tan grande». ¿Qué clase de fe es esa? Es fe en La PALABRA. Es una fe que no requiere evidencia física más que la autoridad de La PALABRA de Dios. La fe en La PALABRA no es la única forma de sanarse, pero es la mejor manera. Es mejor que tener que depender de manifestaciones especiales del Espíritu, como la operación de milagros o los dones de sanación porque, por maravillosos que sean, están rodeados de un aire de misterio. No siempre están en funcionamiento; los dones van y vienen como lo desea el Espíritu Santo. La PALABRA de Dios, por otro lado, siempre está disponible. Siempre está "viva y llena de poder [… activo, operativo, energizante y efectivo]" (Hebreos 4:12, AMPC), y está allí, lista para que puedas accederla cuando la necesites, a cualquier hora del día o de la noche, lo que es una gran ventaja. Particularmente, si estás lidiando con una condición aguda, no puedes permitirte quedarte sentado y esperar a que aparezca el don de los milagros. Necesitas conectarte con el poder de Dios de inmediato, y puedes hacerlo al sumergirte en LA PALABRA. Abriendo tu Biblia o sintonizando la PALABRA predicada por tu medio favorito, puedes edificar tu fe y recibir tu milagro cuando no hay dones espirituales a la vista. LaShae McKinney puede confirmártelo. Ella es una de nuestras colaboradoras en el ministerio, y le diagnosticaron cáncer linfático hace unos años. Con tan solo 30 días de vida, necesitaba un milagro… y lo necesitaba urgentemente. Aunque estaba tan enferma que apenas tenía suficiente energía para respirar, recordaba haber escuchado a Gloria decir en la escuela de sanidad: "Toma la PALABRA como medicina, tres veces al día; y, si la situación empeora, duplica la dosis." Entonces, ella usó eso como su receta. Tres veces al día, todos los días, sacaba su Biblia y caminaba por su casa declarando las escrituras de sanación sobre su vida. Dios está levantando más y más hombres y mujeres con gran unción y poder, a quienes está llamando a ser Colaboradores. No hay escasez de RECURSOS. No son como un goteo. Tampoco son un arroyo. Ni son un río. ¡Son como una INUNDACIÓN! Dios está levantando más y más INUNDACIÓN! INUNDACIÓN!

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