LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Junio LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1264541

Contents of this Issue

Navigation

Page 25 of 31

2 6 : LV V C Es alguien quien, mientras vivo, no agradaba mucho con su estilo de vida (muchos fueron ridiculizados e incluso martirizados) pero, ahora que están muertos, la gente ha decidido que eran perfectos. Han decidido que eran mejores de lo que el resto de nosotros podría esperar serlo, y por mucha diferencia. Por Su parte, Dios dice en la Biblia que cada uno de nosotros que hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador es un santo, ¡ahora mismo! No tenemos que esperar hasta que hayamos estado muertos por mil años. No tenemos que esperar a que un grupo de personas decida calificarnos como tales. Dios mismo ya nos ha calificado. Nos hizo justos con Su justicia, nos santificó por la sangre de Jesús, nos apartó para Sí Mismo y nos hizo santos. Según Dios, si has nacido de nuevo, esta es tu verdadera identidad: eres uno de Sus santos. Y esto aplica también a todos los demás en el Cuerpo de Cristo. Es por eso que Dios puede decirnos, como lo hace en 1 Pedro 1:16: «Sean santos, porque yo soy santo.» Tenemos la capacidad de hacerlo. Podemos ser santos por fuera porque ya hemos sido hechos santos en nuestro interior. Por supuesto, ser santo no significa que nunca nos equivoquemos. No significa que nunca hayamos hecho nada malo y que nunca lo haremos en el futuro. (Ese concepto proviene del mundo, motivo por el cual todos sus santos deben estar muertos. Sólo las personas muertas no se equivocan). Sin embargo, como dice el Diccionario Bíblico Vines, la santificación, significa: (a) separación para Dios (b) el estado que de ello resulta, la conducta apropiada por parte de aquellos así separados. Se refiere a estar dedicados a Dios y ser Su especial tesoro; salir de la oscuridad del mundo y ponerlo en primer lugar YA HECHO UN Santo El mundo tiene una idea muy diferente de lo que significa ser santo en comparación con lo que Dios piensa al respecto. Para el mundo, un santo es alguien que lleva muerto mucho tiempo. por Gloria Copeland

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Junio LATAM 2020