SCORE Journal - The Official Publication of SCORE Off-Road Racing
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LA MAGIA DE BAJA El camino a la victoria de Art Babcock en la clase SCORE BaJa 1000 Pro Moto Ironman del 2019 tuvo muchos giros y torceduras POR Stuart Bourdon Si les preguntas a los atletas de larga distancia por qué lo hacen, es probable que obtengas muchas respuestas diferentes. Para algunos, es una especie de lista de deseos. Otros pueden decirte sobre el deseo de encontrar y luego estirar sus límites físicos y mentales. A algunos les motiva el desafío de recorrer largas horas y muchos kilómetros solos. Se podría decir que para Arthur Babcock fue una naturaleza competitiva desde una temprana edad, una invitación a unirse a un equipo de carreras del desierto hace algunos años y una pérdida personal que finalmente lo llevó a ganar la clase Pro Moto Ironman en la SCORE Baja 1000 del 2019. Irónicamente, el camino para ganar esa carrera comenzó en el pequeño pueblo del que provenía Babcock en el estado de Nueva York, llamado México. Algunos dirán que fue el destino. “Una de mis pasiones al crecer fueron las carreras con motos de nieve, luego me metí en las carreras de motocicleta de montaña cuesta abajo a nivel internacional durante varios años, e hice algunas carreras de motocross amateur en el noreste”, dijo. Mudarse a otra parte del país lo llevó a comenzar en las carreras en el desierto en 2013 y, finalmente, a la SCORE Baja 1000 del 2017. “Un amigo mío le dijo mi nombre a Carlin Dunne. Carlin estaba buscando a alguien para ocupar un puesto vacante de último minuto en un equipo de cuatro hombres, y tuve la suerte de conseguirlo”. Ese encuentro casual se convirtió en una amistad y produjo aún más aventuras en las carreras de motos. Entre sus muchos éxitos en las carreras de motos, Dunne fue el ganador de la clase Pro Moto Ironman en la SCORE Baja 500 del 2016. Babcock y Dunne habían estado hablando de hacer la SCORE Baja 1000 en solitario durante mucho tiempo, pero la conversación se convirtió en acción después de que un trágico accidente le quitara la vida a Dunne durante el Pike's Peak Hillclimb del 2019 en junio. Arthur decidió honrar su amistad con Dunne persiguiendo el trofeo Pro Moto Ironman en la SCORE Baja 1000 de ese mismo año. “Ese agosto armé un programa y comencé a entrenar montando mi motocicleta de montaña en varios paseos”, dijo. “Iba de 200 a 250 millas cada vez, e hice tres días de 400 millas en la motocicleta. Tienes que tener cuidado con el lugar donde pones los neumáticos cuando andas en una montaña, por lo que es una buena práctica para correr en Baja a 90 o 100 millas por hora”. El entrenamiento físico para un viaje en solitario de 1000 millas tiene que complementarse con una planificación minuciosa, y hay mucho a tener en cuenta para llegar de un extremo al otro del circuito en el desierto durante tanto tiempo. “Probablemente lo más importante, y que la gente no entiende, es cuánto influye la logística en el éxito. Tuvimos varios equipos de persecución propios (amigos que se ofrecieron como voluntarios) y también confiamos en la organización de Baja Pits cuando coordinamos un plan de apoyo”, dijo Babcock. Saber qué esperar de antemano también es de gran ayuda. “Hicimos el recorrido previo para encontrar los puntos de referencia exactos en el GPS donde estaban los peligros como rocas, y colocamos cinta y banderas para asegurarnos de que los equipos de persecución supieran exactamente dónde se suponía que debían estar”. Mantener al motociclista y la motocicleta seguros y en buen estado también fueron partes importantes del plan. “Teníamos paquetes de hidratación y nutrición planificados para cada 100 millas aproximadamente y tratamos de detenernos no más de lo necesario para cambiar las mochilas, revisar todo en la moto, examinar la cadena, revisar el aceite. No quiero decir que era como en NASCAR, pero estamos hablando de que en menos de un minuto ya yo estaba de vuelta en el terreno”, dijo. Sin embargo, la carrera de Babcock en la SCORE Baja 1000 Pro Moto Ironman del 2019 no estuvo exenta de pruebas. “Cometí algunos errores. Alrededor de la milla 130, me enterré en un hueco de tres a cuatro pies que no estaba allí durante mi precarrera”, dijo Babcock. “Afortunadamente, lo único que se rompió fue un guardabarros, pero eso fue solo el comienzo. Comencé a tener problemas eléctricos importantes alrededor de la milla 600 y casi no tuve luces durante el resto de la carrera”. En un punto, hubo que arrancar la motocicleta empujándola, cuando comenzaron a desmontarla después de la carrera, el equipo de Babcock descubrió un estator averiado. “La parte asombrosa fue que de alguna manera el motor siguió funcionando quién sabe cuántas millas. Llevaba conmigo un poco de las cenizas de Carlin durante la carrera. Tuvimos un poco de la ‘magia de Baja’ ayudándonos. Alguien nos estaba cuidando desde arriba”. SJ