LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1286663

Contents of this Issue

Navigation

Page 27 of 31

2 8 : LV V C Cuando vivimos por fe, no tenemos que esperar a que un grupo de atletas súper talentosos salgan al campo y produzca victorias para nuestro equipo. Podemos ganarlas nosotros porque, a diferencia de las victorias de campeonatos deportivos, la victoria que vence al mundo está disponible para todos. Todo lo que tienes que hacer para calificar es creer en Jesús y hacer de Él el Señor de tu vida. ¿Por qué creer en Él te califica para ser un vencedor? Porque como dice 1 Juan 5:1: «Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios.» El versículo 4 dice: «Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.» Nacer de Dios no es solo un buen concepto religioso. Es una realidad. Cuando recibiste a Jesús como tu Señor, espiritualmente naciste de nuevo. Dios te engendró y te convertiste en una nueva creación. Naciste de Su Espíritu, y recibiste en tu interior Su vida. Te convertiste en una nueva criatura. ¿Cómo puedes nacer de Dios y ser derrotado? Nada puede vencerlo, y Él es Tu Padre celestial. No solo ha prometido cuidarte, ser tu proveedor, tu protector y tu libertador, sino que al recrearte a Su imagen, te ha hecho más que un vencedor por medio del Señor Jesucristo. ¡A eso le llamo tener un comienzo victorioso! No tienes ninguna excusa para andar por ahí deprimido y desanimado. Eres un ganador nacido sobrenaturalmente. Debes pensar en quién eres: echa los hombros hacia atrás, levanta la cabeza y camina como un vencedor. Incluso los hijos de reyes terrenales caminan como si fueran alguien; y ningún rey en el mundo se compara con Tu Padre. Eres un hijo del Dios Altísimo, y «todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.» (versículo 4). El mundo se refiere a todo lo que hay en este sistema mundial oscurecido por el pecado. Se refiere a todos los efectos de la maldición que entró en la Tierra a través de la caída de Adán, a todo el odio, el mal y los problemas que el demonio está creando. El versículo 19 dice: «el mundo entero está bajo el maligno.» pero, como creyentes, lo hemos vencido. Porque sabemos que hemos «nacido de Dios», y «aquel que fue engendrado por Dios lo protege, y el maligno no lo toca.» (versículo 18). "Bueno", podrías decir: "Realmente no creo que podamos tomar ese versículo literalmente. Nadie podría caminar por este mundo sin ser tocado por el demonio." ¿Qué hay de Dios? ¿No crees que podría hacerlo? ¿No crees que podría caminar por la parte más peligrosa de la ciudad, entrar en contacto con las enfermedades más contagiosas o incluso pararse en medio de un campo de batalla durante un conflicto militar y salir intacto? ¡Ciertamente, Él podría! Entonces, como alguien que nace de Él, si caminas por la fe que vence al mundo de Su Palabra, también puedes hacerlo. Cuando llega la luz la oscuridad sale corriendo "¡Oh, Gloria, eso es demasiado irrealista!" No, no lo es. Solamente es una simple victoria bíblica. Es el tipo de protección intocable que encontramos descrita en el Salmo 91. Allí, Dios promete que, si moras en el lugar secreto del Altísimo, y dices que el Señor es tu refugio y fortaleza, tu Dios, en quien confías: El Señor te librará de las trampas del cazador; te librará de la peste destructora. El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas. ¡Su verdad es un escudo protector! No tendrás temor de los terrores nocturno, ni de las flechas lanzadas de día; no temerás a la peste que ronda en la oscuridad, ni a la mortandad que destruye a pleno sol. A tu izquierda caerán mil, y a tu derecha caerán diez mil, pero a ti no te alcanzará la mortandad. (versículos 3-7). ¿Cómo es posible ese tipo de protección? Piensa en términos de luz y oscuridad. Cuando Jesús estuvo en la Tierra, dijo: «Mientras que estoy en el mundo, soy la luz del mundo.», y la oscuridad de este mundo no podía tocarlo. Venció en todas las situaciones porque la luz siempre vence a la oscuridad. Cuando regresó al cielo, nos dijo: «Ustedes son la luz del mundo.» (Mateo 5:14). Entonces, mientras caminemos por fe en Él, la oscuridad tampoco puede tocarnos. Porque nacimos de Dios que: «es luz, y en él no hay tiniebla alguna.» (1 Juan 1:5), a pesar de que todavía estamos en este mundo oscuro, donde nosotros estamos no "Puedes creer y hablar la Palabra de Dios, y crear lo que sea necesario para tu vida."

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Agosto 2020