iba a estallar."
"Órgano tras órgano dejó de funcionar. Tenía
unos 10 médicos que me atendían. No podía
pensar con claridad. Mi visión estaba borrosa. No
podía comer. No podía ponerme de pie. Sentía que
me estaba muriendo. No podía mover los brazos ni
las piernas. Todo lo que podía hacer era quedarme
quieta en la camilla."
Dos de los médicos de Joy hablaron con Del en
privado.
"Tienes que prepararte para lo peor", le dijeron.
"Ella nunca se recuperará de esto. Incluso si
sobrevive, no se recuperará."
"Entiendo lo que me están diciendo
médicamente", les respondió Del. "Pero somos
cristianos. Creemos que Joy está totalmente
sanada. Haremos lo que tengamos que hacer
médicamente en términos de tratamiento, pero
estamos a favor de la sanación total."
La fe se rehúsa a darse por vencida
Del había estado viendo a Kenneth Copeland el
tiempo suficiente para que nada pudiera apartarlo
de su posición de fe. En la habitación del hospital,
Joy lo miró con ojos cansados. "No creen que saldré
adelante."
"No te estás muriendo", le dijo. "Sé cómo
trabaja Dios. Pero mientras estás aquí, ¿por qué no
ministras a otras personas?"
Joy miró a su marido como si le faltara un
tornillo.
¿Qué le pasa?
Más tarde sintió convicción al respecto.
¿Por qué no hacer lo que Dios me ha creado para
hacer mientras haya aliento en mi cuerpo?
Así fue como Joy comenzó a orar por otras
personas. Algunos que habían sido programados
para cirugía resultaron no necesitarla. Las mujeres
que tenían problemas para dar a luz salieron sin
problemas. La gente se estaba sanando a diestra y
siniestra.
Mientras tanto, la situación de Joy empeoraba.
Estaba durmiendo casi inconsciente cuando su
amiga, una anestesióloga, entró en la habitación.
Le echó un vistazo y le dijo: "Oh, no." Le impuso
sus manos y oró. "¡Vivirás y no morirás! ¡Declararás
las obras del Señor!"
Joy sintió como si estuviera al final de un túnel
oscuro. En el extremo opuesto estaba la luz, y
su amiga parada en la brecha libraba una batalla
espiritual por su vida.
"Una gran parte de mi
sanidad fue un cambio
del corazón, de actitud
y de enfoque. Todo lo
que me importa ahora
es amarlo."
LV V C
:
7