LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1292665

Contents of this Issue

Navigation

Page 6 of 15

iba a estallar." "Órgano tras órgano dejó de funcionar. Tenía unos 10 médicos que me atendían. No podía pensar con claridad. Mi visión estaba borrosa. No podía comer. No podía ponerme de pie. Sentía que me estaba muriendo. No podía mover los brazos ni las piernas. Todo lo que podía hacer era quedarme quieta en la camilla." Dos de los médicos de Joy hablaron con Del en privado. "Tienes que prepararte para lo peor", le dijeron. "Ella nunca se recuperará de esto. Incluso si sobrevive, no se recuperará." "Entiendo lo que me están diciendo médicamente", les respondió Del. "Pero somos cristianos. Creemos que Joy está totalmente sanada. Haremos lo que tengamos que hacer médicamente en términos de tratamiento, pero estamos a favor de la sanación total." La fe se rehúsa a darse por vencida Del había estado viendo a Kenneth Copeland el tiempo suficiente para que nada pudiera apartarlo de su posición de fe. En la habitación del hospital, Joy lo miró con ojos cansados. "No creen que saldré adelante." "No te estás muriendo", le dijo. "Sé cómo trabaja Dios. Pero mientras estás aquí, ¿por qué no ministras a otras personas?" Joy miró a su marido como si le faltara un tornillo. ¿Qué le pasa? Más tarde sintió convicción al respecto. ¿Por qué no hacer lo que Dios me ha creado para hacer mientras haya aliento en mi cuerpo? Así fue como Joy comenzó a orar por otras personas. Algunos que habían sido programados para cirugía resultaron no necesitarla. Las mujeres que tenían problemas para dar a luz salieron sin problemas. La gente se estaba sanando a diestra y siniestra. Mientras tanto, la situación de Joy empeoraba. Estaba durmiendo casi inconsciente cuando su amiga, una anestesióloga, entró en la habitación. Le echó un vistazo y le dijo: "Oh, no." Le impuso sus manos y oró. "¡Vivirás y no morirás! ¡Declararás las obras del Señor!" Joy sintió como si estuviera al final de un túnel oscuro. En el extremo opuesto estaba la luz, y su amiga parada en la brecha libraba una batalla espiritual por su vida. "Una gran parte de mi sanidad fue un cambio del corazón, de actitud y de enfoque. Todo lo que me importa ahora es amarlo." LV V C : 7

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Octubre LATAM 2020