LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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Aunque vivió, tres días más tarde su condición empeoró y le pusieron un goteo de morfina. "Todo lo que podemos hacer ahora es mantenerla cómoda", le explicaron los médicos. Luz y viento Del terminó su turno y llegó al Hospital Metodista Harris (Harris Methodist Hospital) para estar con Joy. "Hola cariño", le dijo antes de sentarse junto a su cama. Este era el duodécimo día que su esposa había estado en el hospital y las cosas no lucían nada bien. Todavía se mantenía firme en la fe, pero estaba exhausto. Se quedó dormido en la silla. "Lo que sucedió a continuación es difícil de describir", recuerda Joy. "Del estaba dormido en la silla. Un viento comenzó a soplar detrás de él; un viento y una luz. Bailaba por toda la habitación con hermosos colores. Sabía que era el Espíritu Santo, danzando de alegría." Entonces escuché la voz de Jesús que me decía: Joy, ¿me amas? "¿Te amo? ¡Estoy muriéndome en este lugar!" ¿Pero me amas? Quiero que cuides a Mis ovejas. "¿Cómo voy a cuidar de tus ovejas cuando esté muerta?" Él salió de la habitación. La noche siguiente el viento regresó, pero con mayor intensidad. Era similar a un torbellino. Joy miró hacia arriba y vio que los pies de Jesús descendían. Vio los agujeros en ellos. Llevaba una túnica reluciente que parecía viva. Estaba lleno de majestad y poder. Todo estaba en Él. Sus ojos eran de fuego. Él sonrió. Joy, ¿me amas? "Señor, sabes que te amo." Entonces apacienta a Mis ovejas. "Si eso es lo que quieres que haga, eso es lo que haré." Jesús le tocó el hombro: Sé sana. Cada parte del cuerpo de Joy obedeció. Sus riñones empezaron a funcionar. El fluido drenó de su cuerpo. El dolor desapareció. En Su presencia, toda pizca de falta de perdón y amargura desaparecieron. Al día siguiente, el personal médico quedó atónito por su transformación. Quitaron todas las máquinas, exceptuando el monitor cardíaco. Esa noche, Joy durmió sin dolor hasta altas horas de la madrugada. ¡Joy! ¡Despierta! Alguien viene a tu habitación. No dejes que te den la medicación. Hará que te mueras instantáneamente. ¡Despierta! Joy se despertó y abrió los ojos. Una enfermera estaba junto a su cama sosteniendo un frasco de medicamento. "¿Qué es eso?" preguntó Joy. Sorprendida, la enfermera dejó caer el medicamento. Esa droga se la habían recetado a otra persona. El médico dijo que la habría matado. Al día siguiente fue dada de alta. Cuando vio a su ginecólogo, los seis fibromas habían desaparecido. Liberada del legalismo "Sé que recibí mi sanidad gracias a la fe de Delwin", recuerda Joy. "Me ponían morfina y estaba demasiado enferma para pensar con claridad, pero él nunca se rindió. Nunca había oído hablar del hermano y la hermana Copeland hasta que conocí a mi esposo. Él tiene sus libros en nuestra biblioteca y los escucha todos los días. Estoy muy contenta de que su fe se haya edificado a través de sus enseñanzas." "Recordando, me doy cuenta de que había sido legalista sobre mi relación con Dios. Esperaba ganarme Su amor. Cuando me visitó, me di cuenta de que ese Amor no se puede ganar. Jesús solo quería que lo amara. Una gran parte de mi sanidad fue un cambio del corazón, de actitud y de enfoque. Todo lo que me importa ahora es amarlo a Él y recibir del amor que Él tiene por mí." Joy y Del estaban felices de asistir a la iglesia a la que habían asistido durante años. Pero en el 2015 sintieron que el Espíritu Santo los alejaba. El problema era que no sabían adónde quería que fueran. Una noche, Del estaba viendo la televisión cuando Joy se sentó en el sofá junto a él. Sentándose, señaló la pantalla. "¿Quién es ese?" "Kenneth Copeland." "¿Dónde está él?" "Aquí mismo en Fort Worth." "¡Tenemos que ir a esa iglesia!" "Está bien cariño, lo haremos." La primera vez que Del y Joy asistieron a la Iglesia Internacional Eagle Mountain, Joy lloró durante todo el servicio. "Estoy en casa", le susurró a Del. Ella había soñado con un grupo de creyentes que permitieran la libertad 8 : LV V C A CÓMO USAR SU FE. SÚMATE A JOY Y DEL PARA ENSEÑARLE A LOS CREYENTES ES.KCM.ORG/COLABORACION del Espíritu Santo. Había anhelado un lugar donde se enseñara la Palabra de Dios sin concesiones. Un lugar donde operaran todos los dones del Espíritu Santo, especialmente los dones de sanidad. "La colaboración con KCM significa tener apoyo y personas que te aman en oración", dice Del. "También significa protección. El fin de semana de Memorial Day, Joy conducía bajo la lluvia. Ella se acercó y tomó mi mano. 'Cariño, espera. Creo que están a punto de chocarnos.' Podía ver un automóvil detrás de nosotros perdiendo el control y dirigiéndose directamente hacia nosotros. Joy hizo un trabajo maravilloso al intentar evitar el accidente, pero estábamos atrapados." "Estábamos a unos 50 metros del río Trinity cuando nos golpearon por detrás. Chocamos contra la barandilla. Sabía que los ángeles estaban con nosotros. El auto quedó destrozado, pero nosotros salimos ilesos. Sabíamos que eran las oraciones de nuestra iglesia y la semilla que hemos sembrado en todas las bendiciones asociadas con el ministerio del hermano y la hermana Copeland lo que marcó la diferencia." Han pasado más de 10 gloriosos años desde que Joy recibió su sanación. Hay algunas partes de esa experiencia que son tan reales hoy como cuando sucedieron. Cuando Jesús la sanó, le dijo algunas cosas. Joy, necesito que le digas a Mi gente que no me he olvidado de ellos. Regreso por ellos. Diles que los amo tanto que, si tuviera que hacerlo todo de nuevo, lo haría. Hoy, como un testimonio vivo, Joy comparte ese mensaje dondequiera que vaya.

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