LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre LATAM 2020

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1318936

Contents of this Issue

Navigation

Page 10 of 15

importante mantener la armonía entre nosotros que ganar una discusión, salirse con la nuestra o demostrar que tenemos la razón. Si nos equivocamos y nos decimos algo poco amoroso, nos arrepentimos de inmediato y nos perdonamos mutuamente. Mantenemos la puerta cerrada a los conflictos en nuestro hogar. Esto mantiene la puerta abierta para que vivamos en paz y prosperidad divinas. Adicionalmente hemos sido diligentes para mantener a la contienda por fuera de nuestras relaciones con otras personas; sin embargo, nos hemos mantenido más atentos en casa porque hace muchos años, el Señor me dijo: Si permites que Satanás te detenga con la contienda en la puerta de tu casa, no serás amenaza alguna para él en ningún otro lugar. Casi todos lo sabemos: el lugar más fácil del mundo para someternos al egoísmo es nuestro propio hogar. A diferencia de lo que ocurre en público, donde la gente nos juzgará o incluso nos rechazará si actuamos de manera inapropiada, en casa no hay muchas barreras naturales que nos lo impidan. No nos preocupa lo que otras personas piensen de nosotros en casa. No intentamos ser amables para mantener nuestra reputación. Sabemos que nuestra familia tiene que aguantarnos, por lo que tendemos a sentirnos un poco más libres para someternos a nuestra carne y actuar como si lo que hacemos en casa realmente no contara. Sin embargo, en realidad, ¡lo que hacemos en casa cuenta y mucho! Nuestro núcleo familiar es lo más cercano y valioso para nosotros. Nuestras relaciones familiares marcan la diferencia. Si estás casado, cuando tú y tu cónyuge estén en desacuerdo, tu vida entera se verá afectada negativamente. Aunque las cosas en el trabajo vayan bien, te sentirás miserable si la contienda está produciendo un infierno en tu relación matrimonial. Por el contrario, si tu matrimonio es armonioso, tu vida podrá ser celestial. Podrás ser feliz aunque en otras áreas puedas estar lidiando con circunstancias negativas. Mejor aún, cuando como esposos se mantengan en armonía, podrán cambiar las circunstancias negativas que atraviesan. Podrán actuar de acuerdo con Mateo 18:19, que dice: «si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá.» ¡Esa es una forma poderosa de orar! Pero no puedes orar con éxito de esa manera si, justo después de decir: "Amén", vuelves a tu vida de conflicto. Para que tus oraciones sean efectivas, deberás cultivar un estilo de vida de amor y acuerdo. Deberás desarrollar el hábito de la dulzura y la amabilidad mutua. Deberás establecer como objetivo matrimonial una vida de armonía y de amor. Al hacerlo, no solo tus oraciones serán contestadas, sino que nunca contemplarás el divorcio. El tema ni siquiera surgirá. Cuando los esposos y las esposas se aman con el amor de Dios, no quieren separarse… ¡quieren estar juntos! Quieren seguir disfrutando de la compañía del otro. Mantener los conflictos fuera de tu hogar también beneficiará a tus hijos porque, para bien o para mal, siempre estamos modelando patrones para ellos. Naturalmente, los hijos tienden a reproducir lo que ven en nuestras vidas y, cuando crezcan, su hogar probablemente será muy parecido al nuestro. Incluso los niños a los que no les gusta cómo son las cosas en el hogar donde se criaron, generalmente terminan siguiendo el ejemplo de sus padres. Los niños que crecen con padres alcohólicos, por ejemplo, probablemente también tengan problemas con el alcohol. Los niños que crecen siendo abusados, a pesar de que odian ser sometidos a él, a menudo perpetuarán ese abuso con sus propios hijos. Ya sea que vivas para Dios o vivas para el diablo, estás dejando una herencia para tus hijos y nietos. Así que proponte dejarles una herencia de amor, paz y bienestar. Enséñales a tratar la contienda como a un enemigo y a vivir en armonía y amor en el hogar. Protege tu reputación espiritual Adicionalmente, debemos lidiar con la contienda y tratarla como un enemigo en la iglesia local. Si Satanás se las arregla para provocar conflictos en medio de una congregación, podrá despojar a esa asamblea de creyentes de su efectividad e influencia para Dios en la Tierra. Podrá usar sus conflictos interpersonales para desprestigiar al cristianismo como un todo. Debemos ser reconocidos en el mundo por la forma en que nos amamos ( Juan 13:35). Entonces, cuando la contienda estalla en medio de nosotros, ésta daña nuestra reputación espiritual. Se convierte en una herramienta viable que el diablo puede utilizar para convencer a la gente de que el cristianismo es tan solo otra religión sin vida auténtica y carente de todo poder. ¡La contienda es un arma poderosa de Satanás! Tiene el potencial de detener al Cuerpo de Cristo porque todo lo que hacemos para Dios debe hacerse por fe. Dado que la fe obra por el amor, los creyentes no pueden estar ambos en contienda y en fe al mismo tiempo. Por lo tanto, la contienda puede paralizar el avivamiento en la faz de la Tierra. Puede evitar que los creyentes crezcan espiritualmente, sean testigos de Jesús y, en consecuencia, frustrar el avance del reino de Dios. «Porque toda la Ley [concerniente a las relaciones humanas] se cumple en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como [te amas] a ti mismo. Pero si se muerden y devoran mutuamente [en contiendas partidistas], tengan cuidado de que [tú o toda tu comunidad] no se consuman entre ustedes.» (Gálatas 5:14-15, Biblia Amplificada, Edición Clásica). ¡Ese sí que es un adversario peligroso! La contienda es un enemigo que puede hacer que toda una iglesia sea consumida. Pondrá a congregaciones enteras bajo el pulgar de Satanás. Podrá hacer que dejemos de caminar en el espíritu y que nos sumamos en el ámbito de la carne. Sin embargo, de alcanzar la armonía y el acuerdo, estaremos manifestando esos frutos. Derrotaremos al diablo en todo momento porque el acuerdo nos sacará de la carne y nos regresará al ámbito del espíritu. Permitirá que nuestra fe obre para que todo lo que pidamos en oración nos sea hecho (Mateo 21:22). ¡El acuerdo es la respuesta de Dios para neutralizar la contienda! Es una jugada estratégica contra la ofensiva del diablo que nos permite «vencer el mal con el bien» (Romanos 12:21), manifestando la presencia de Dios entre nosotros. Mientras más promovamos una atmósfera de armonía en la Iglesia, Su poder se derramará con mayor intensidad a través de nosotros porque Dios podrá confiar en que no lastimaremos a nadie. Por esa razón Ken y yo estamos tan atentos para mantener los conflictos por B V O V : 1 1 LV V C : 1 1

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Noviembre LATAM 2020