LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1335643

Contents of this Issue

Navigation

Page 7 of 15

a su esposa. La ley de la siembra y la cosecha "Pero hermano Copeland, incluso si la maldición no fue originalmente la voluntad de Dios, ¿no es cierto que después de la caída de Adán Dios puso la maldición en operación como un juicio contra el pecado?" No. La ley de la siembra y la cosecha es lo que juzga el pecado. Esa ley hace que cada semilla produzca según su propia especie. Dice que lo que siembras es lo que cosechas. Originalmente diseñada para obrar para bien, la ley fue puesta en marcha por Dios en la creación antes de que el pecado entrara en escena. Como resultado, todo juicio en la tierra es el resultado de esa ley. Cuando se usa como Dios la planeó, la misma hace que las buenas semillas sembradas en fe y obediencia a la PALABRA de Dios se multipliquen y produzcan una cosecha de BENDICIÓN. Cuando se usa como el diablo lo desea, causa malas semillas de incredulidad y desobediencia a Dios que resultan en la mala hierba de la maldición. Este es el mensaje de Deuteronomio 28. En la primera parte del capítulo, Dios describe a los israelitas los beneficios de LA BENDICIÓN y les dice cómo caminar en ella. En la segunda parte del capítulo, explica qué pasará si no lo hacen. Él dice: «Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán… Si no oyes la voz del Señor tu Dios ni procuras cumplir todos los mandamientos y estatutos que hoy te mando cumplir, vendrán sobre ti, y te alcanzarán, todas estas maldiciones.» (versículos 1-2, 15). Ninguno de esos pasajes dice que Dios está involucrado directamente en las consecuencias. No dicen que Dios pone BENDICIONES y maldiciones sobre las personas. Lo que nos dicen es que, de acuerdo con las decisiones que tome la gente, LAS BENDICIONES o las maldiciones «vendrán… y (los) alcanzarán.» Dios no tiene que ir a tu casa todas las mañanas y decir: "¡BENDECIDO! ¡BENDECIDO! ¡BENDECIDO!" para que LA BENDICIÓN recaiga sobre ti. Él ya ha liberado esa BENDICIÓN por Su PALABRA. Está ahí afuera, lista para que la aproveches al creer y hacer lo que Dios dice que hagas. Del mismo modo, Dios no tiene que venir y golpear a alguien en la cabeza cada vez que hacen algo malo para que la maldición recaiga sobre ellos. La maldición ya está en operación, y el diablo que está detrás de ella se encargará de que funcione. Podrías preguntarte: "Pero, ¿no hay algunos versículos en Deuteronomio 28 que realmente dicen que el SEÑOR herirá a la gente con la maldición?" Sí, y cuando se leen por sí mismos pueden parecer confusos. Sin embargo, la confusión se aclara cuando se leen a la luz de escrituras como Éxodo 12, por ejemplo. Allí, cuando Moisés les estaba diciendo a los israelitas cómo Dios les había ordenado que aplicaran la sangre de un cordero en los postes de sus puertas para protegerse de la plaga que estaba a punto de azotar a Egipto, dijo: «porque el SEÑOR pasará y herirá de muerte a los egipcios; pero, cuando él pase y vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará por alto aquella puerta y no dejará que el ángel exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera.» (versículo 23). Nota que, aunque la primera parte de ese versículo suena como si el Señor Mismo estuviera ejecutando esta plaga, la última parte revela su autor: "el ángel exterminador". ¿Quién es el exterminador? Es satanás. No se le menciona por su nombre muy a menudo en el Antiguo Testamento. Debido a que las personas en ese entonces no nacían de nuevo, tendían a adorar a cualquier ser espiritual que conocieran, por lo que Dios rara vez hablaba de él. Sin embargo, en toda la Biblia, dondequiera que veamos maldiciones y destrucción, él siempre está presente. En el Huerto del Edén, él era la serpiente robándole la BENDICIÓN de Adán. En el libro de Job, él fue el acusador que orquestó los problemas de Job. En Malaquías 3:11 (NBLA), él es el devorador al que se refiere Dios cuando dice a Sus diezmadores: «Por ustedes reprenderé al devorador, para que no les destruya los frutos del suelo». En el Nuevo Testamento, él es el tentador en el desierto que le muestra a Jesús todos los reinos de la tierra y le dice: «Yo te daré poder sobre todos estos reinos y sobre sus riquezas, ¡Toma el control de tus datos! ¡CREA TU CUENTA HOY! Visítanos en la web ¡La revolución digital ha comenzado! es.kcm.org/ miKCM micuenta KCM CM

Articles in this issue

Links on this page

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Enero LATAM 2021