LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Enero LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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continúa imponiéndola. Incluso a los creyentes se les ha enseñado ese tipo de cosas. En la iglesia les han dicho que seremos libres de la maldición después de que lleguemos al cielo, pero que aquí en la tierra es parte de la voluntad de Dios. "Hermano Copeland, ¿no es eso cierto?" No, no lo es. La maldición nunca fue la voluntad de Dios, y tampoco es Su obra. Toda angustia humana, todo desastre, toda tormenta, toda pobreza, enfermedad y destrucción comenzaron después de la caída de Adán, y es la obra del diablo que viene «para hurtar, matar y destruir» ( Juan 10:10). Dios nunca enfermó a nadie. Nunca hizo pobre a nadie. No es el creador de los problemas. Él es el Libertador de los problemas. No es el autor de la maldición. Él es el autor de LA BENDICIÓN. ¡Sólo lee Génesis 1! El primer capítulo de la Biblia revela con claridad que, desde el principio, Dios lo creó todo para que el hombre pudiera ser BENDECIDO. Declaró Sus Palabras de fe en la oscuridad y dijo: «¡Sea la luz!», y fue la luz. Él dijo: "Sea la tierra… Sean las plantas… que sean los animales…" y así sucesivamente; así fue como aparecieron en existencia y Génesis 1:25 dice que Dios vio que todo «esto era bueno.» ¿Lo comprendiste? Dios no creó nada malo. Todo lo que creó fue bueno porque Él es bueno, ¡y Él nunca cambia! Él «es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.» (Hebreos 13:8). En Él «no hay cambio ni sombra de variación» (Santiago 1:17). Una versión de la Biblia que fue traducida al inglés por eruditos judíos dice esto acerca de la creación: "En el principio el Bendito creó…". En otras palabras, desde el versículo 1 en adelante, lo que vemos en Génesis es LA BENDICIÓN creando. Es Dios siendo Quien es y Quien siempre será. La perfecta voluntad de Dios por siempre Hace algunos años, mientras estudiaba sobre LA BENDICIÓN y leía el relato de la Creación, tuve una visión. Dios abrió los ojos de mi espíritu y vi a Dios creando al hombre, formándolo del polvo de la tierra y soplando en su nariz aliento de vida (Génesis 2:7). La escena no se parecía en nada a la que se describe a menudo. No era un remolino de polvo que de repente se convertía en un hombre vivo. En la visión, vi a Dios formar el cuerpo del hombre del suelo y sostenerlo frente a Él. Lo sostenía por los hombros y estaba listo; sin embargo, estaba colgando sin vida y grisáceo. Entonces vi a Dios soplar Su vida en ese cuerpo y decir: ¡Sea el hombre a nuestra imagen y semejanza! «…¡Que domine bueno como aparenta serlo. Si el mundo perdido realmente lo entendiera, no habría espacio suficiente en nuestras iglesias para todas las personas que desearan ser salvas. Sin embargo, la mayoría de la gente nunca ha escuchado ese mensaje. Por el contrario, han escuchado que Dios es quien maldijo a la humanidad. Que Él es Quien desató la maldición ya la puso en movimiento y que es Él Quien 6 : LV V C DIOS NUNCA ENFERMÓ A NADIE.

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