1 0 : LV V C
por Gloria Copeland
Al leer la Biblia. Nos enseña de principio
a fin que la fe es la ley fundamental del reino
de Dios. Todo lo que Él hace, lo hace por
medio de la fe.
En Génesis 1 creó el mundo por fe. Él
trajo luz a este planeta oscuro al decir, con fe,
"Sea la luz", y la luz fue.
En Génesis 3, Dios usó su fe para poner
en marcha el plan de redención. Después de
que Adán y Eva pecaran, le dijo al diablo que
un día la simiente de la mujer le aplastaría
la cabeza, y luego en todo el Antiguo
Testamento se lo repitió a los profetas. Él les
dijo durante miles de años que Jesús vendría;
lo declararon por fe, y finalmente sus palabras
se cumplieron. Jesús nació y se convirtió en
nuestro Redentor tal como Dios lo prometió,
al morir por nuestros pecados y resucitar de
entre los muertos.
En el Nuevo Testamento, Dios nos enseña
que es por fe que recibimos lo que Jesús nos
proporcionó. Él llama al evangelio "la Palabra
de fe" y dice: «Si confiesas con tu boca que Jesús
es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo
levantó de los muertos, serás salvo.» Porque
con el corazón se cree para alcanzar la justicia,
pero con la boca se confiesa para alcanzar la
salvación.» (Romanos 10:9-10).
FE EN
MOVIMIENTO
Todo lo
sobrenatural
que Dios ha hecho por
ti
ha sido el resultado
de la fe desatada. Podría
haber sido tu propia fe, o
podría haber sido algún
intercesor desconocido que
estaba orando por ti. Sin
importar el caso, cada vez
que hayas experimentado
una intervención divina,
alguien en algún lugar estaba
creyéndole a Dios.
¿Cómo puedo saberlo?
Notablemente, esos versículos no
solamente dicen que es al creer y confesar la
Palabra de fe que nacemos de nuevo. Dicen
que así es como recibimos la salvación.
¿Qué es exactamente la salvación?
Según la definición de la palabra griega