por Kenneth Copeland
deberías emocionarte cada mañana al mirarte en
el espejo. Incluso si, en lo natural, vieras algunas
cosas que tal vez necesiten arreglos, deberías
mirar más allá del cabello desordenado o lo
que sea y emocionarte acerca de quién
eres en realidad.
4 : LV V C
CONSEJOS
PRÁCTICOS
HOLA,
¡BENDITO!
No eres solo un ser humano de carne y
hueso, o un pecador salvado por la gracia.
Eres un hijo del Dios Todopoderoso.
Nacido de la semilla de Su PALABRA, tu
hombre interior ha sido recreado a la imagen
de Jesús. Tu espíritu, que es tu verdadero yo,
luce exactamente como Él.
¡A eso le llamo ser guapo!
Entonces, ¿qué pasa si por fuera tu cuerpo
aún no es totalmente glorioso? Lo será uno
de estos días cuando Jesús regrese y, mientras
tanto, por dentro eres nada menos que
impresionante. ¡Tu hombre interior irradia la
gloria de Dios!
"Aun así, hermano Copeland, con seguridad
me gustaría que hubiera más evidencia visible
de ello en mi vida."
S i eres creyente,
Entonces pasa más tiempo frente al espejo.
No el de tu baño, sino ese que llevas a la iglesia
los domingos: el espejo de la PALABRA de
Dios. Éste contiene la verdad completa sobre
tu identidad espiritual y tu herencia: Tú eres
quien la Palabra dice que eres. Tienes lo que
dice que tienes y puedes hacer lo que dice que
puedes hacer.
Cuanto más renueves tu mente a lo que dice
la PALABRA sobre ti, será más visible en el
exterior quién ya eres en el interior. Cuanto
más crezca tu fe, más verán tú y todos los que te
rodean que, aunque vivas en este mundo, no eres
de este mundo. Has sido librado del poder de las
tinieblas y, como dice Colosenses 1:13-14, has
sido «trasladado al reino de su amado Hijo, en
quien tenemos redención por su sangre».
C
1
A través
del nuevo
nacimiento, has
sido redimido
de la maldición
y entras a LA
BENDICIÓN.
(Gálatas 3:13-14)
2
LA BENDICIÓN de
Abraham, que ya es
tuya en Cristo, es la
misma BENDICIÓN
que Dios puso sobre
Adán cuando
fue creado.
(Génesis 1:28)
3
Según
Melquisedec,
LA BENDICIÓN
de Abraham lo
hizo poseedor
del cielo y
de la tierra.
(Génesis 14:19)
4
Como simiente
de Abraham
en Cristo, LA
BENDICIÓN te da
la victoria y el
dominio en el
cielo y la tierra.
(Romanos 4:13)
5
No tienes que
correr tratando de
atrapar las bendiciones;
mientras escuchas
y obedeces a Dios,
Su BENDICIÓN corre
detrás ti y te alcanza.
(Deuteronomio 28:2)