LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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por Mac Hammond LV V C : 2 1 No importa cuán disciplinado seas, cuando tu teléfono inteligente suene, por lo general lo sacarás para leer aquello que está reclamando tu atención: un mensaje de texto, una publicación en las redes sociales, un comunicado de prensa, lo que sea. Hoy, más que nunca, se trata de una lucha por no distraerse y, en cambio, estar sintonizado en lo que sea que el Señor quiera que te concentres. Esto me quedó claro hace años, en medio de un viaje de campamento por Colorado. Una mañana antes del amanecer, me alejé del campamento y encontré un lugar solitario donde podría ver salir el sol sobre una montaña. Si alguna vez has visto un amanecer similar, sabes que es impresionante. Allí estaba, en una ladera boscosa, con vista a la pradera y un arroyo. Estaba tan silencioso que podría haber oído caer una aguja de pino. En ese momento, el Espíritu de Dios vino sobre mí y me quedé sentado un par de horas. No tuve una visión. Dios no me habló de manera audible. Pero, en ese momento, todo lo que Él es, toda la paz, todo el gozo, toda la seguridad, todo el conocimiento, estaba allí presente. Cuando regresé al campamento, estaba en un nivel espiritual completamente diferente, y permanecí en ese lugar durante meses. Le pregunté al Señor: "¿Por qué tuve que ir a la ladera de una montaña en Colorado para tener ese tipo de experiencia?" El Señor me animó a leer el Salmo 46:10 (RVR-1960): «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios…». Quedarse quieto… conocer… esas palabras fueron resaltadas en ese simple versículo. Si queremos conocerlo de verdad, debemos comenzar por estar quietos. Entra en la quietud Quedarnos quietos ante el Señor nos permite experimentar todas Sus capacidades: lo que nos ha impartido a cada uno de nosotros, la seguridad de nuestra fe y las cosas en las que creemos. En el idioma hebreo, la palabra quieto significa "cesar o disminuir". La Concordancia Strong da otra definición que me hace reír: "Relájate." A veces es difícil cesar, disminuir o simplemente relajarse en este mundo. Hacerlo requiere de un compromiso de calidad. Me acuerdo de Marta, que estaba tan ocupada y preocupada por servir que no podía ni sentarse a los pies de Jesús. El Señor no le dijo a Marta que no sirviera, pero sí la corrigió por estar «ocupada con muchos quehaceres» (Lucas 10:40). En el siguiente versículo, Jesús aclaró que, al hacerlo, ella estaba «preocupada y aturdida con muchas cosas». Necesitamos poder llevar a cabo nuestro trabajo o ministerio sin ser estorbados o preocupados por lo que hacemos. Debemos reconocer que hay un tiempo para disminuir nuestro trabajo físico y quedarnos físicamente quietos ante el Señor. Luchamos por mantener la concentración en medio de los desafíos, las distracciones y la sobrecarga de información que nos rodea hoy en día, especialmente desde la tecnología. Todos estamos ocupados.

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