LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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LV V C : 2 5 PROSPERAMOS Y FLORECEMOS A PESAR DE LO QUE SUCEDE A NUESTRO ALREDEDOR. ha llegado. Es el tiempo de que hagan cosas extraordinarias en el mundo financiero, en el mundo de la medicina, y en todas las áreas en las que el mundo tiene tantos problemas, lleno de confusión. Está confundido al punto que excede su capacidad de comprensión de cuán confundido está y está dolido como resultado. Pero, para la familia de la fe, todo estará bien. Mantente firme sobre esta palabra, y mantente firme en LA PALABRA. Tú y yo no estamos sujetos a los tiempos. Estamos separados del sistema mundial y vivimos en la prosperidad del reino de los cielos de Dios aquí mismo, en la Tierra. El propósito final de nuestra prosperidad es llegar a los demás. Estamos protegidos en la casa de la fe para ayudar a aquellos que quieran venir y unirse a nosotros. Necesitamos estar listos para recibirlos y ayudarlos a reconstruir sus nuevas vidas en Cristo. Debemos hacerles saber que no están sujetos a los tiempos. Podemos enseñarles cómo llegar a un nuevo nivel de manifestación de prosperidad y provisión sobrenaturales de Dios. Podemos darles la buena noticia de que en Cristo, "¡Todo va a estar MUY BIEN en la familia de la fe!" hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.» ¿Puedes verlo? Las mismas condiciones, y diferentes resultados. En la versión Reina Valera Actualizada, el versículo 8 se refiere a la temporada como «el año de sequía». La persona que «confía en el hombre, que se apoya en lo humano y cuyo corazón se aparta del SEÑOR.» (versículo 5) no produjo nada. La persona que confió en el Señor no «dejará de dar fruto.» Cuando dice «sus hojas estarán verdes», esa palabra en hebreo significa "entrar en un estado de prosperidad y ser extremamente exitoso". Un hombre falló, el otro tuvo éxito. Una vez más, las condiciones fueron las mismas pero los resultados diferentes. Lucas 6:47-48 es un gran ejemplo del Nuevo Testamento: «Les voy a decir como quién es el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: Es como quien, al construir una casa, cava hondo y pone los cimientos sobre la roca. En caso de una inundación, si el río golpea con ímpetu la casa, no logra sacudirla porque está asentada sobre la roca». Una vez más, aquí viene el muro de la redención en el versículo 49: «Pero el que ha oído [La Palabra] y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa» (NBLA). Fue la misma tormenta. La tormenta estaba en el mismo barrio, pero los resultados fueron bastante diferentes. ¡Todo estará bien! El SEÑOR dio una palabra muy poderosa a través de Kenneth Copeland durante la "Convención de Regreso a Casa" en el 2010. En parte, dijo: "El mundo está en serios problemas. Algunas cosas bastante difíciles están llegando a distintos lugares del globo. Tiempos muy difíciles en muchos lugares. Ya se encuentran mal, pero no mejorarán. Continuarán empeorando, empeorando, empeorando. Van cuesta abajo y el mundo no podrá detenerlo. Pero, para la familia de la fe, todo estará bien. Todo estará bien." Él nos dijo cómo debemos separarnos de estos tiempos: Aférrate a la PALABRA, toma tu lugar. Tendrás que resistir. Tendrás que pelear la buena batalla de la fe, no te alimentes del miedo y los problemas, sino de la PALABRA. Entonces, el SEÑOR dijo repetidamente: Alaben y adoren y prediquen La PALABRA. Porque como ya lo he dicho y continuaré diciéndolo hasta que se vuelva sólido y fuerte en sus espíritus: su tiempo ha llegado. Su tiempo de excelencia