LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Abril 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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nueva revelación de que verdaderamente somos Su pueblo. Aunque estemos en el mundo, no somos de él. Somos Su especial tesoro y Él quiere que vivamos de esa manera. A través de Sus apóstoles, profetas, pastores y maestros, se nos recuerda nuevamente lo que Pablo le dijo a la Iglesia del comienzo: ¡Ustedes son el templo del Dios viviente! Ya Dios lo ha dicho: «Habitaré y andaré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.» Por lo tanto, el Señor dice: «Salgan de en medio de ellos, y apártense; y no toquen lo inmundo; y yo los recibiré. Y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas.» Lo ha dicho el Señor Todopoderoso. (2 Corintios 6:16-18). Criando una generación para poseer la tierra prometida Si has leído el Antiguo Testamento, sabrás que esas palabras fueron dichas por primera vez por Dios a los israelitas. Como el pueblo de Su Primer Pacto, Dios los llamó Suyos al igual que lo hizo con nosotros bajo el Nuevo Pacto. Habiéndolos separado para Él de todas las naciones de la tierra, Él les habló repetidamente en las Escrituras acerca de dedicarse por completo a Él. Sin embargo, con demasiada frecuencia se negaron a hacerlo. Se acercaban a Él por un tiempo, pero luego se rendían a la atracción de su carne y al diablo. Al proporcionarnos, como creyentes del Nuevo Pacto, un excelente ejemplo de lo que no debemos hacer, ellos recaerían en el pecado y comenzarían a vivir como el mundo. Tomemos, por ejemplo, lo que sucedió después de que Dios los sacara de Egipto. Aunque inicialmente le cantaron alabanzas por dividir el Mar Rojo y librarlos del ejército de Faraón, pronto regresaron a la idolatría egipcia. En el Sinaí, mientras Moisés estaba en la montaña recibiendo los mandamientos de Dios, ¡labraron y comenzaron a adorar un becerro de oro! Cuando Moisés regresó, los reprendió. Pero no se quedaron así por mucho tiempo. Unos meses después, cuando estaban a punto de ir a la Tierra Prometida y descubrieron que estaba llena de gigantes, volvieron a recaer. "Estos gigantes nos matarán a todos", exclamaron. "Olvídense de Moisés y de este Dios del que sigue hablando. ¡Escojamos otro líder y regresemos a Egipto!" En consecuencia, terminaron de regreso en el edifi cados en unión con él, para que allí habite Dios en el Espíritu.» (Efesios 2:19-22). ¡Eso es algo especial! Dios no solo nos llama Sus "santos" (o separados); Él nos considera tan preciados que ha elegido a la Iglesia para que sea Su morada. Él se comprometió a construirla para convertirla en un templo santo que Él pueda llenar con Su gloria… y ha estado trabajando en ese proyecto de construcción durante más de 2.000 años. Tampoco siempre ha sido fácil. Ha habido momentos en la historia de la Iglesia en los que ella perdía terreno y las cosas oscurecían. Sin embargo, alguien traería la luz con la Palabra de Dios. Alguien recibiría una revelación, como lo hizo Martín Lutero sobre los justos que viven por la fe, y la Iglesia se iluminaría y comenzaría a crecer otra vez. Sin embargo, a pesar de todo, Dios nunca se ha rendido con nosotros. Él ha seguido enseñándonos, línea por línea y precepto por precepto. Y con el tiempo, hemos aprendido algunas cosas. Hemos aprendido a operar por fe. Hemos aprendido a resistir al diablo y a regocijarnos, incluso ante la persecución. Hemos aprendido a entregarle nuestras cargas al Señor y cómo diezmar y dar para que, independiente de lo que suceda en el mundo, seamos BENDECIDOS y nos abunde. Ahora, en los últimos tiempos antes del regreso de Jesús, Dios está consolidando estas revelaciones. Él nos está preparando para terminar esta "Era de la Iglesia" de manera victoriosa al darnos una 2 8 : LV V C "Cuanto más cultives tu unión con Él, más fácil te resultará CONSEJOS PRÁCTICOS: 1 Cuando naciste de nuevo, Dios te hizo santo, lo que signifi ca que te separó del mundo para Sí mismo. (Efesios 1:4) 2 Dios vive en ti y te ha creado para ser Su santo templo. (2 Corintios 6:16) 3 Se supone que no te mezcles con el mundo ni te conformes a sus caminos pecaminosos. (2 Corintios 6:17) 4 Dios llamó a Israel Sus primeros frutos y prometió protegerlos. La iglesia recibió esa misma promesa. (Jeremías 2:3, AMPC) 5 Dios ha estado conformando la Iglesia a la imagen de Jesús durante 2.000 años, y en estos últimos días terminará esa obra. (Efesios 4:13) DECIRLE SÍ A DIOS." C

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