LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Mayo LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1391207

Contents of this Issue

Navigation

Page 8 of 15

necesitamos seguir meditando sobre el mandato del amor porque de éste dependen muchas cosas. Como leemos en 1 Corintios 13: Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal resonante, o címbalo retumbante. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios, y tuviera todo el conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. (versículos 1-3). ¡Eso es muy fuerte! Según esos versículos, violar la ley del amor no solo obstaculiza nuestra fe, sino que también tiene un efecto ensordecedor sobre las operaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Incluso nos roba los beneficios de nuestra ofrenda. No tenemos que cometer una gran violación del amor, o aferrarnos a una gran falta de perdón, para experimentar esas consecuencias. Tan solo pueden ser el resultado de nuestra acumulación de pequeñas faltas de perdón, aquellas que no parecen lo suficientemente grandes como para marcar una diferencia. Recuerdo la primera vez que el SEÑOR realmente me ayudó a comprenderlo. Estaba en Shawnee, Oklahoma, predicando una serie de reuniones en la iglesia de Roy y Opal Sprague, en los primeros años de este ministerio. Entre servicios, estaba orando en el espíritu y de repente tuve una mini visión de una tubería. Parecía tener unos 2 metros de largo y unos 10 a 12 centímetros de diámetro; en el extremo superior ingresaba un chorro hagas. Esa es la decisión que Dios tomó sobre cada uno de nosotros. Nos amó antes de que naciéramos. Él nos amó antes de que fuéramos salvos, cuando éramos malos y desagradables. Cuando miro en retrospectiva mis días "antes de Cristo", todavía me asombra lo que Dios hizo por mí. No solo envió a Jesús para redimirme, incluso cuando todavía era un pecador, sino que me unió a Gloria, una mujer que me amaba incondicionalmente. Entre los dos, me enseñaron el amor ágape. Gloria y yo llevamos casados 59 años, y ella me ha amado en mis peores momentos al igual que me ha amado en los mejores. Más de una vez me ha mostrado tanta amabilidad que me ha asombrado. Hace algunos años me quejaba cuando me equivocaba. "Kenneth", dijo Gloria con dulzura mientras se acercaba y ponía su mano sobre mí. "Jesús no encuentra falta en ti, y yo tampoco." ¡Guau! Nunca lo olvidaré. ¡Esa frase cambió el curso de mi vida! Cualquier creyente nacido de nuevo puede caminar en ese tipo de amor, pero no sin una decisión. Tienes que decidir hacerlo. Tienes que responder al mandamiento del amor de Jesús diciendo: "Lo Creo, y lo haré. Tomo ese tipo de amor. Lo tengo. Estoy muy agradecido por ello, y perdono si tengo algo en contra de alguien." Cuando lo hagas, las cosas en tu vida comenzarán a enderezarse. ¡Limpia la tubería! Con seguridad ya lo hayas escuchado. La mayoría de nosotros hemos escuchado muchos sermones sobre el amor y el perdón. Pero debemos seguir escuchándolos; ¡puedes deshacerte de él! Como creyente, tienes el poder de perdonar a cualquiera por cualquier cosa, en cualquier momento que elijas hacerlo, porque tienes el amor de Dios dentro de ti. Has nacido de Su amor. No tienes que orar para conseguirlo, porque ya fue derramado en tu corazón por el Espíritu Santo cuando naciste de nuevo. Eso significa que eres libre para perdonar. No tienes que dejar que el miedo te atormente y aferrarte a él porque, como dice 1 Juan 4: Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios en él. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros: para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. (versículos 15-18). ¿Lo leíste bien? El amor perfecto (el amor del Dios vivo, en crecimiento) no solo maneja el miedo, sino que lo echa fuera. Elimina al miedo por completo para que no tengas que endurecer tu corazón hacia alguien porque tienes miedo de ser vulnerable. Simplemente puedes amarlos. "Pero hermano Copeland, no siento amor por ellos." ¿Y qué importa? El tipo de amor de Dios (de la palabra griega ágape que se usa en el Nuevo Testamento) no es un sentimiento. Es un acto de la voluntad. Es tomar la decisión de calidad: te amaré sin importar lo que 1 Según Jesús, para recibir aquello por lo que creemos cuando oramos, si tenemos algo en contra de alguien, debemos perdonarlo. (Marcos 11:25) CONSEJOS PRÁCTICOS: 2 El perdón es un acto de amor y, aparte del amor, la fe no funcionará. (Gálatas 5:6) 3 El amor es nuestro mandamiento del Nuevo Testamento. (Juan 13:34) 4 Como creyente, tienes el poder de perdonar a cualquier persona, en cualquier momento, porque naciste de Dios, Quien es amor. (1 Juan 4:16) 5 No debes tener miedo de perdonar a quienes te hayan hecho mal; puedes simplemente amarlos. (1 Juan 4:18) C LV V C : 9

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Mayo LATAM 2021