L eemos a l respecto en Génesis 1:26: «Entonces
dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces
del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre
todo animal que se arrastre sobre la tierra!»
Quiero que te des cuenta de una cosa. Dios esperaba
que Adán y la humanidad tomaran dominio sobre esta
Tierra. Tener dominio signi ca: "regir, gobernar, dominar o
manejar". Dios esperaba que Adán y todos los que vinimos
después de él ejerciéramos mayordomía y propiedad. Se
suponía que estuviéramos a cargo aquí. Ese era y todavía es
el plan de Dios.
La reconexión del hombre con Dios
Antes de que Adán pecara, tenía una línea
de comunicación directa con Dios. Él pudo
nombrar a cada animal porque Dios estaba
constantemente impartiéndole revelación.
Adán percibía lo que Dios pensaba—él estaba
vitalmente conectado a Dios.
Sin embargo, cuando pecó, esa conexión se
rompió. Adán pasó de recibir revelación a operar
basado en información—es decir, las cosas que
percibía a través de sus cinco sentidos. Desde
la caída del hombre, la humanidad pecaminosa
ha estado sembrando en la carne y la Tierra ha
estado cosechando corrupción. Como resultado,
el juicio vendrá sobre la Tierra. De hecho,
yo creo que estamos viviendo en los últimos
tiempos—los días que Pablo llamó "tiempos
peligrosos", en su segunda carta a Timoteo. Sin
embargo, tú y yo hemos sido escogidos por Dios
para vivir en esta época y en este tiempo. Como
la Reina Ester, hemos nacido «para un momento
así» (Ester 4:14).
Y gracias a Jesús, esa conexión con Dios nos
¡YA HEMOS SIDO EQUIPADOS CON TODO LO NECESARIO
PARA SALIR VICTORIOSOS EN CADA SITUACIÓN!
PRIMERA DE JUAN 5:4 DICE: «PORQUE TODO EL QUE
HA NACIDO DE DIOS VENCE AL MUNDO. Y ÉSTA ES LA
VICTORIA QUE HA VENCIDO AL MUNDO: NUESTRA FE».
POR FE VENCEMOS AL MUNDO Y CUMPLIMOS LO QUE YO
LLAMO "EL MANDATO DE DOMINAR". ESTA ES LA ORDEN
QUE DIOS LE DIO A ADÁN.
2 2 : LV V C
EL
MANDATO DE
DOMINAR
Cuando estás tratando con la fe,
estás operando por fuera de lo
temporal y en lo eterno.