LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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maravilloso y tuve el privilegio de escucharlo enseñar en la radio. Un par de años después volvió a verme y me dijo: "Me voy de esta iglesia. Voy a cruzar el río para comenzar una nueva." "No puedes hacer eso", le dije. "Dividirás la iglesia. Le harás daño a la gente." Sin importarle, lo hizo y no le salió bien. Después de muchos dolores de cabeza y problemas económicos, se fue de la ciudad. Ninguna de las dos iglesias que pastoreaba existe hoy en día; ambas fueron destruidas. Sí, tenía ambición… pero no tenía visión. ¿Cuál es la diferencia? La visión guía, la ambición manipula. Una está ordenada por Dios, la otra está diseñada por el hombre y solamente una es efectiva a largo plazo. La visión tiene propósito En Génesis 37:5, José soñó con el papel de liderazgo que desempeñaría en su familia. Cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron porque, siendo el más joven, su liderazgo no era evidente. José no aprendió la lección sobre mantener la visión en silencio. En el versículo 8, sus hermanos reaccionaron a sus sueños: ««¿Acaso vas a ser tú nuestro rey, o nos vas a gobernar?» y por causa de sus sueños y sus palabras lo odiaron aún más.» Debido a que la visión de José era de Dios, se cumplió a pesar de las preocupaciones de sus hermanos. La Biblia registra cómo José fue vendido como esclavo, encarcelado y finalmente liberado y elevado al segundo puesto al mando de Egipto. Cuando una hambruna golpeó la región, estaba en condiciones de salvar a toda su familia del hambre. En Génesis 45:1-2, se encontró cara a cara con los hermanos que lo habían vendido como esclavo. «José ya no podía contenerse delante de todos los que estaban a su lado, así que exclamó: «¡Que salgan todos de mi presencia!» Así que nadie estaba con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. Y dio rienda suelta a su llanto. Y lo supieron los egipcios, y también se supo en la casa del faraón.» En los versículos 5-7, dijo a sus hermanos: «Pero no se pongan tristes, ni lamenten el haberme vendido, porque Dios me envío aquí, delante de ustedes, para preservarles la vida. Ya ha habido dos años de hambre en todo el país, y aún faltan cinco más, en los que no habrá quien are la tierra ni quien coseche nada. Pero Dios me envió delante de ustedes, para preservar su descendencia en la tierra y para darles vida mediante una gran liberación.» El sueño y la visión de José tenían un triple propósito. El primer propósito fue preser var la v ida. El seg undo f ue pa ra preser va r la descendencia. El tercero era «darles vida mediante una gran liberación». En el versículo 10, José le dijo a su padre, sus hermanos y sus familias que vivirían «en la tierra de Gosén». Era un lugar especial donde todo prosperaba. Su ganado prosperó. Ellos prosperaron. Estaban donde se suponía que debían estar, todo porque José cumplió la visión… una visión de propósito. ¿Estoy en el lugar que Dios ordenó? Más tarde, José le dijo a su familia: «No tengan miedo. ¿Acaso estoy en lugar de Dios?» (Génesis 50:19). José sabía que estaba exactamente donde se suponía que debía estar. Algunas personas interpretan erróneamente la vida de José. Toman la declaración que hizo José en el siguiente versículo y la tuercen: «Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente.» (versículo 20). Lo leen así: "Pensaste mal contra mí; pero Dios quiso el mal para bien". Esa interpretación no concuerda con el ADN de Dios. Él no tiene maldad en Él, y no usa al diablo para llevarte a ninguna parte. Dios me habló de este versículo. Me dijo: ¿Quieres entenderlo correctamente? Defínelo y todo funcionará. Así que veámoslo correctamente: «Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió –la visión– todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente». Dios no tuvo nada que ver con el mal. No tuvo nada que ver con que vendieran a José. Dios no tuvo nada que ver con la casa de Potifar y la esposa de Potifar tratando de abusar de José. No tuvo nada que ver con que fuera a la cárcel. Dios quiso el sueño –la visión– para bien. ¿Cuál es tu visión? Así que déjame preguntarte: ¿Tienes una visión de Dios? ¿Una visión que oriente la actividad en tu vida? ¿Una visión que te conmueva? Si es así, entonces tienes el propósito distintivo de preservar la vida y cambiar las cosas para bien. Con seguridad es más grande que tú, y eso está bien. La visión siempre será para Su gloria, y cualquier visión que Él te haya dado, vendrá con el poder necesario para llevarla a cabo. ¡Debes hacerlo! i Happy Caldwell es fundador y pastor emérito de la Iglesia Ágape en Little Rock, Arkansas. También es presidente y fundador de la Cadena de Televisión Victory Television Network ® . Para obtener materiales del ministerio o más información, visita vtntv.com. ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA? LA VISIÓN GUÍA, LA AMBICIÓN MANIPULA. LV V C : 1 1 Una está ordenada por Dios, la otra está diseñada por el hombre.

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