LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
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® LA VOZ DE DEL CREYENTE JULIO DEL 2021 REVISTA.KCM.ORG P.12 El verdadero secreto del ÉXITO ¡ CRÉELO Y RECÍBELO! POR KENNETH COPELAND POR MELANIE HEMRY EL PODER Y EL PROPÓSITO DE LA VISIÓN POR HAPPY CALDWELL Metidos de cabeza en contenedores de basura a la caza de latas de aluminio. Endeudados hasta la coronilla. Acosados por los acreedores. ¿Habría esperanza alguna para Larry y Pam Winters? ® LA VOZ DE LA VOZ DE DEL CREYENTE JULIO DEL 2021 REVISTA.KCM.ORG P.12 El verdadero secreto del ÉXITO secreto del ÉXITO secreto del ¡ CRÉELO Y RECÍBELO! POR KENNETH COPELAND POR MELANIE HEMRY EL PODER Y EL PROPÓSITO DE LA VISIÓN POR HAPPY CALDWELL Metidos de cabeza en contenedores de basura a la caza de latas de aluminio. Endeudados hasta la coronilla. Acosados por los acreedores. ¿Habría esperanza alguna para Larry y Pam Winters? obrando en nosotros, y nos impedirá prosperar. Interferirá en nuestra relación con Dios y evitará que Su poder se manifi este en nuestras propias vidas e iglesias. Traerá confusión a nuestros ministerios y le abrirá la puerta a toda obra maligna del diablo. "Bueno", podrías decir, "no estoy en ninguno de los 5 ministerios. Solo soy un miembro común de mi iglesia." Eso no signifi ca que no tengas que cuidarte de la envidia. Esta última siempre halla maneras de causar problemas en el Cuerpo de Cristo a través de los miembros de la iglesia. Puede que estés en la iglesia un domingo por la mañana y comiences a sentirte molesto por algo trivial, como la apariencia de otro creyente. Pueda que te sientas algo celosa porque crees que son más bonitas o guapas que tú. A medida que pasen los domingos, es posible que te pongas de mal humor cuando veas a esa misma persona vistiendo un nuevo atuendo y recibiendo halagos de todo el mundo. ¿Qué debes hacer si eso sucediera? Identif ica el problema como un caso de envidia y rehúsate a darle cabida en tu corazón. Enfriarás tu relación con Dios, tu hombre espiritual ocupará un segundo lugar y comenzarás a buscar en las cosas del mundo el gozo, la paz y tu deleite. Comenzarás a notar que otros tienen cosas que tú quieres y aún no tienes, y te volverás vulnerable a la envidia. La envidia es algo diabólico. Ha sido utilizada por Satanás a lo largo de la historia para provocar persecución contra el pueblo de Dios. ¿Recuerdas en el Antiguo Testamento a los hermanos de José, cuando lo vendieron como esclavo a los egipcios y luego le dijeron a su padre que lo habían matado? Hechos 7:9 dice que «por envidia,vendieron a José.» En el Nuevo Testamento, los líderes judíos entregaron a Jesús a los romanos para que lo crucifi caran. Según Marcos 15:10, lo hicieron «por envidia». ¿Recuerdas todos los problemas que atravesó el apóstol Pablo en el libro de los Hechos solo para predicar el evangelio? Casi todo fue causado por un espíritu de envidia. Ese espíritu se apoderó de los líderes religiosos incrédulos de la época y los impulsó, situación tras situación, a tratar de destruir el ministerio del apóstol Pablo, sin importar el precio. Todos debemos estar alertas El mismo tipo de envidia que se apoderó de los líderes religiosos en el tiempo de Pablo todavía asoma su horrible cabeza en la Iglesia de nuestra época. A veces aparece en las relaciones entre creyentes y genera división en las congregaciones. Incluso puede apoderarse de los ministros. Por ejemplo, el pastor de una iglesia pequeña puede sentir la tentación de envidiar a la nueva iglesia que abrió sus puertas a solo unas cuadras, especialmente si la misma atrajo a miles de miembros aparentemente de la noche a la mañana. Podría generar sentimientos de mala voluntad y pensamientos de descontento cada vez que pase en frente y la vea prosperar. Después de un tiempo, si no reconoce lo que está sucediendo y se arrepiente, encontrará razones para criticar lo que está haciendo el otro pastor. Les contará a todos en la cafetería cada defecto que ve en ese pastor. ¡Eso no es amor! Cuando nos sentimos agraviados por lo bien que le está yendo a otra persona u a otro ministro, ese es el mismo espíritu de envidia La envidia no solo corromperá su caminar amoroso, sino que neutralizará su fe. LV V C : 2 7 Edición Digital REVISTA.KCM.ORG