LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Julio 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1406012

Contents of this Issue

Navigation

Page 3 of 31

por Kenneth Copeland 4 : LV V C Cua ndo se t rata de aseg u ra r nos todos los beneficios de la salvación, Él hizo el trabajo pesado. Hizo todo lo necesario para librarnos del pecado, la enfermedad, la carencia, el miedo y cualquier otra parte de la maldición. Es más, lo hizo todo antes de que le pidiéramos algo. Lo hizo, como dice Romanos 5:8: «cuando aún éramos pecadores.» Recuerdo cuando esta realidad me impactó por primera vez. Sucedió antes de que supiera mucho sobre la Biblia. Le había pedido a Jesús que viviera en mi corazón, así que había recibido el nuevo nacimiento, pero no pensaba que mereciera mucho más. Debido a la forma en que me había equivocado en mi vida, estaba seguro de que había perdido por completo mi oportunidad de predicar. Luego, descubrí por las Escrituras que: «Cristo murió por los pecadores» (Romanos 5:6). Hombre, ¡yo califico para eso! pensé para mis adentros. También aprendí «que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!» (2 Corintios 5:17). ¡Esas dos verdades combinadas me hicieron absolutamente libre! Me di cuenta de que el viejo Kenneth había muerto en el instante en que el nuevo yo había nacido de nuevo. Esa vieja persona ni siquiera existe, y no hay ningún registro en el cielo de que lo haya hecho. El Kenneth que existe ahora ha sido hecho la justicia de Dios en Cristo Jesús. «Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios.» (2 Corintios 5:21). ¡A eso le llamo fácil! No tuve que pasar por ningún obstáculo religioso para que Jesús hiciera eso por mí. No tuve que convencerlo; ya lo había hecho hace 2.000 años. Solo tenía que creerlo y recibirlo. "Sí, hermano Copeland, sé que es así con el nuevo nacimiento. Sin embargo, ya he sido salvo. Lo que necesito ahora es sanación, y es un asunto diferente." No, no lo es. Seg ún la Bibl ia , ta nto el nuevo n a c i m iento c omo l a s a n id a d s on parte de la gran salvación que Jesús nos brindó. Él pagó el precio por ellas a l mismo tiempo. Isa ías 53:5 d ice que en la cruz: «…él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo ¡Créelo y recíbelo! " Él pagó el precio para librarnos del pecado, el infierno, la enfermedad, la carencia, el miedo y cualquier otra parte de la maldición." UNA DE LAS COSAS QUE MÁS AMO DE JESÚS ES LO FÁCIL QUE HACE QUE SEA RECIBIR DE SU PARTE.

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Julio 2021