LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 5 Cada vez que oraba, el Señor le repetía lo mismo. Llena la ficha de ingreso. No servía de nada fingir que no sabía a qué se estaba refiriendo. Se puso en contacto con KCBC. Cuando llegó la solicitud, la llenó y la envió. Luego la contactaron. Había sido aceptada en la primera clase de KCBC. Creer por algo más grande Aunque Millicent no estaba convencida de mudarse otra vez, nunca desobedecería al Señor. Quería vivir en el centro de Su perfecta voluntad. En preparación para la mudanza, puso su casa a la venta. Necesitaría el dinero para pagar la matrícula y vivir en Texas. La casa no se vendió. Con su casa aun a la venta, Millicent tomó sus ahorros y los $2.000 que su iglesia le había dado y se mudó a Texas. El primer día de clases, Kenneth Copeland habló con los estudiantes. "¡No te atrevas a renunciar ahora!" les había dicho. Más tarde agregó: "El mejor alumno de esta primera clase recibirá un anillo de oro con diamantes. ¡Así que no te rindas!" (NDT: el mejor alumno de una clase se identifica con el título de Valedictorian en el sistema educativo de los EE. UU.) Cuando Millicent salió de la clase, el Señor le habló. Quiero que me creas por ser la mejor alumna. "¿Yo? ¿Con toda esa gente en esta clase? ¿Estás hablando conmigo?" Millicent luchó, sin saber cómo conseguiría alimentar su fe para semejante cosa. Además, algunos de sus compañeros tenían doctorados. Aunque hablaba inglés con fluidez, no había sido su primer idioma. ¿Quién soy yo para ser la mejor estudiante? pensó. ¿Yo, una chica de Sierra Leona? Cada día, Millicent se sentaba en clase, escuchando y aprendiendo. Pero en su cabeza, libró una batalla continua. Cansada, se dio cuenta de que estaba luchando contra sus propias dudas e incredulidad. "Está bien, Señor, si Tú lo dices, creeré que soy la mejor estudiante. Todo es posible contigo." Camino a clase todos los días, declaraba: "Señor, ya que dices que soy la mejor estudiante, gracias porque contigo todo es posible." Millicent llamó a dos de sus amigas más cercanas. "Déjame decirte lo que Dios está diciendo…" Ambas mujeres acordaron creer con ella. Cada vez que llamaba su amiga de Colorado, comenzaba la conversación diciendo: "¡Hola, señorita Valedictorian!" Mientras creaba un tablero de visión, Millicent encontró una foto de sí misma con birrete y toga. En línea, encontró una foto de una estudiante valedictorian con el cordón de honor y todo lo que éste representaba. Cortando la cabeza de su foto con la toga y el birrete, la superpuso sobre la foto que había encontrado. Luego, debajo de la imagen, escribió: Millicent Macauley: Valedictorian de la Clase Charter de la Universidad Bíblica Kenneth Copeland. La miraba todos los días y le agradecía a Dios. El contragolpe "El diablo trató de desanimarme", recuerda Millicent. "Mi casa no se había vendido y todavía estaba pagando las facturas. Luego, un ladrón entró. Tan pronto terminaron las clases en la primavera de 2019, corrí de regreso a Nueva Jersey para el verano. Empaqué y traté de vender mis muebles." "Tenía un comprador para la casa, pero dos días antes de la venta se retiró del contrato. Sin esa venta, no tenía ni un centavo. Había gastado todo mi dinero en matrícula, gastos de manutención en Texas y pago de facturas en Nueva Jersey." "¿Cómo podría volver a KCBC sin dinero para La graduación de KCBC: Clase 2020 Cuando Millicent salió de la clase, el Señor le habló. Quiero que me creas por ser la mejor alumna.

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