por Terri Copeland Pearsons
El clamor del corazón de Dios es que
conozcamos Su voluntad. En consecuencia,
Él nos ha equ ipado con todo lo que
necesita mos pa ra conocerla y l leva rla
a cabo; para descubrir Su plan y llevarlo
a cabo plenamente, todos los días. Ese
equipamiento se llama gracia.
La gracia es tantas cosas, que simplemente
lo es todo. Una forma de resumirla es: la
gracia es el poder que Dios nos ha dado
para ser lo que Dios quiere que seamos,
hacer lo que Dios quiere que hagamos y
tener lo que Dios quiere que tengamos. Es
por gracia que se nos permite saber y por
gracia que tenemos la capacidad de captar y
comprender (Efesios 1:6-9, 17-18).
¿Cómo recibimos la gracia de conocer
Su voluntad y llevarla a cabo? Lo hacemos
por medio de la fe: «Ciertamente la gracia
de Dios los ha salvado por medio de la fe.»
(Efesios 2:8).
Una mirada a la fe y la gracia
Así es como se ve la fe en la gracia:
La fe cree que Dios ha dado gracia
para este propósito y que está disponible.
La fe responde a la gracia ofrecida a l
recibirla, independiente de los sentimientos
de indignidad. La fe cree que la gracia
es suf iciente para cerrar la brecha entre
LV V C
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CUALQUIER PERSONA PENSANTE
DEBIERA QUERER ESTAR EN LA
VOLUNTAD DE DIOS.
Estar en la voluntad de Dios resume la
meta de la vida de todo cristiano. Caminar diariamente en Su voluntad es la verdadera marca
de la espiritualidad, y no porque encontrar Su voluntad sea algo difícil y tan solo los "especiales"
puedan conocerla. La verdad es que todos somos especiales.
Viviendo
EN LA VOLUNTAD DE DIOS