por Gloria Copeland
1
LA BENDICIÓN
ha sido el plan
de Dios para
Su pueblo
desde el Jardín
del Edén.
(Génesis 1:28)
2
Adán y Eva
no necesitaron
milagros en
el Edén
porque todo
era bueno.
(Génesis 1:31)
3
Cuando Adán y Eva
pecaron le abrieron la
puerta a la maldición,
la cual incluye todo
lo malo, pero Jesús
nos ha librado de la
maldición y restauró
LA BENDICIÓN.
(Gálatas 3:13-14)
4
La salvación incluye
la preservación, la
liberación material y
temporal del peligro
y la aprensión, la
salud, la restauración,
la solidez y la integridad.
(1 Tesalonicenses 5:23)
5
La clave para vivir
en LA BENDICIÓN
es aprender a
pensar como
piensa Dios y
caminar en Sus
caminos.
(Isaías 55:8-9)
La mayoría de la gente optaría por la última
opción. Pensarían en todas las ocasiones en
sus vidas en las que necesitaron que Dios los
rescatara de distintos problemas y decidirían
que obtener un milagro cuando fuese necesario
sería la mejor alternativa.
Pero, ¿realmente sería lo mejor?
Ciertamente, los milagros son maravillosos. Y,
en nuestro momento de necesidad, cuando Dios
nos envía uno, siempre estamos agradecidos. Sin
embargo, ¿será que vivir de milagro en milagro
es realmente el mejor plan de Dios para nuestra
vida? ¿Es realmente la mejor forma de vivir?
No, no lo es.
Si bien es maravilloso ser sanado milagrosa-
mente de una enfermedad, mejor aún es caminar
continuamente en LA BENDICIÓN de la salud
divina para que no te enfermes en primer lugar.
Si bien es maravilloso recibir dinero milagrosa-
mente por correo cuando te encuentras quebrado
sin posibilidad de pagar el alquiler, es mucho
mejor vivir en LA BENDICIÓN de la prosper-
idad divina para que siempre tengas lo suficiente
para pagar tus cuentas y ser de BENDICIÓN
para los demás.
Puedo dar fe de esto por experiencia porque
Ken y yo hemos vivido de ambas maneras. Una
vez nacidos de nuevo, durante los primeros
cinco años, necesitamos de muchos milagros.
Especialmente cuando se trataba de finanzas,
siempre estábamos al borde de la quiebra. Dios
nos ayudó y milagrosamente nos mantuvo a flote;
LV V C
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SI PUDIERAS ELEGIR ENTRE VIVIR EN LA BENDICIÓN
O VIVIR DE MILAGROS, ¿QUÉ ELEGIRÍAS?
Mejor
que un
milagro
CONSEJOS
PRÁCTICOS:
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