LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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fauces. Si el animal me ataca, con mis manos lo agarro por las quijadas, y lo hiero hasta matarlo.» (versículos 34-35). Cuando lees un pasaje como este, debes dejar de lado toda clase de llanto. David se había encontrado cara a cara con un león y un oso. Era un combate cuerpo a cuerpo, y tenía al león por la quijada. ¿Por qué David reaccionó así? Porque el león y su pandilla se metieron con lo que le pertenecía a David. Como resultado, David estaba decidido a proteger su responsabilidad, su deber y su vocación. Un pastor de hoy podría decir: "Ese es mi ministerio, mi llamado, mi rebaño, mi familia. No voy a dejar que nadie venga y saque al pueblo de Dios de mi cuidado. ¡Voy a agarrar a ese león por la quijada!" De manera similar, un padre podría decir: "No voy a permitir que nadie desvíe a mis hijos o nietos. ¡Voy a agarrar a ese león por la quijada y recordarle con quién se está metiendo!" Llena tu morral de pastor David le contó a Saúl acerca de cómo había derrotado al león y el oso para demostrar que estaba listo para enfrentarse a Goliat. Saúl estuvo de acuerdo e incluso le prestó su armadura, pero David necesitaba enfrentarse al gigante a su manera. «David se colocó la espada al cinto, e hizo el intento de caminar, pues nunca había portado un equipo así. Y como no pudo caminar, le dijo a Saúl: «No puedo moverme con estas cosas, porque nunca las he usado.» Y desechó esos arreos militares.» (versículo 39). Es como si David estuviera diciendo: "Gracias, Saúl, pero estos no me quedan bien". Necesitaba hacer lo que solo él podía hacer, no simplemente imitar la estrategia de batalla de otra persona. Es lo mismo para todos los creyentes. Cada uno de nosotros debe hacer lo que estamos llamados a hacer, lo que solo nosotros podemos hacer. En cambio, David «tomando su bastón de pastor escogió del arroyo cinco piedras lisas y las puso en su morral; luego, tomó su honda y fue al encuentro del fi listeo» (versículo 40). Eligió las armas que más le convenían: cinco piedras lisas, un morral de pastor y una honda. Su morral de pastor era donde guardaba su munición. Esto plantea la pregunta: ¿Cuál es nuestra munición? ¿Qué guardamos en nuestro morral de que han sido confi rmadas por muchos testigos conf iables. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confi anza que estén capacitadas para transmitirlas a otros. Soporta el sufrimiento junto conmigo como un buen soldado de Cristo Jesús.» (versículos 2-3, Nueva Traducción Viviente). Veamos esa palabra soporta. Muchos de nosotros la odiamos, simplemente porque tenemos una interpretación incorrecta. Soportar no significa aguantar, ni aceptar. Signifi ca "superar". Otra forma de decir soportar, es decir, "no renuncies por eso". Si todavía no tenemos un "interruptor de no darse por vencido", debemos ayunar y orar hasta que lo consigamos porque habrá muchas ocasiones en las que nuestra carne nos dirá que nos demos por vencidos. Pero, de nuevo, eso no es lo que hacemos nosotros. Nosotros soportamos. El versículo 4 dice: «Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al ofi cial que lo reclutó». En otras palabras, como creyentes, debemos consagrarnos y separarnos. No somos del mundo; nos han llamado a salir de él. Somos como los sacerdotes del Antiguo Testamento que fueron llamados a mostrar la diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo limpio y lo inmundo (Levítico 10:10). En el reino de Dios no debería haber nubosidad ni neblina. En el Cuerpo de Cristo debe quedar muy claro lo que es alto, lo que es bajo, lo que está bien, lo que está mal, lo que Dios bendice y lo que no bendice. Eso es lo que hacemos. Como creyentes, traemos claridad y ayudamos con el proceso de limpieza. Nuestras iglesias deben ser estaciones de descontaminación para cristianos y pecadores. Agarra el león de la quijada No estamos en estas batallas por nosotros mismos. Estamos en ellas para los demás, por los que están a nuestro cuidado, los que nos rodean y que aún no son lo sufi cientemente fuertes como para luchar por sí mismos. Basta con mirar el ejemplo de David. En 1 Samuel 17, David y Saúl se estaban preparando para la batalla con Goliat. «Sí, yo soy el pastor de las ovejas de mi padre, pero cuando un león o un oso viene a llevarse algún cordero del rebaño, yo salgo tras el león o el oso, y lo hiero y lo libro de sus 1 0 : LV V C DEBE QUEDAR MUY CLARO LO QUE ES ALTO, LO QUE ES BAJO, LO QUE ESTÁ BIEN, LO QUE ESTÁ MAL, LO QUE DIOS BENDICE Y LO QUE NO BENDICE. Mira a Mark Barclay en C H A N N E L Mark Barclay en C H A N N E L Mark Barclay es el pastor fundador de la Iglesia Living Word International en Midland, Michigan, y presidente y fundador de los Mi nisterios Supernatural Ministries Training Institute. Para obtener información o materiales del ministerio, visita marktbarclay.com. i Domingo: 2 a.m. | 3 p.m. | Jueves: 3:30 a.m. Viernes: 8 a.m. | Sábado: 5:30 p.m. Zona Este

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