LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

Issue link: http://read.uberflip.com/i/1406021

Contents of this Issue

Navigation

Page 8 of 15

LV V C : 9 por Melanie Hemry por el Amor de Aprender Millicent había sido uno de ellos. Aunque sus dos padres habían deseado una educación universitaria, ninguno había tenido la oportunidad. Su padre, un policía, y su madre, ama de casa y costurera, se habían propuesto como objetivo educar a sus seis hijos. Millicent recordó cómo ella y sus hermanos bromeaban con su padre: "¡Por supuesto que te deben un diploma! ¡Leíste todos nuestros libros!" Devoraba sus libros y les asignaba lecturas, todo por amor al aprendizaje. Ese día, después del colegio, Millicent se dirigió a la playa Lumley. Tenía mucho en qué pensar. ¿Qué mejor lugar para hacerlo que el muelle? Prestó atención al gorjeo de los pájaros, sintió la brisa del mar en su rostro y observó a los barcos de pesca acercarse a la orilla. Millicent había disfrutado de una buena vida en Sierra Leona. No podía imaginarse una ciudad para vivir mejor que Freetown; una ciudad portuaria en el océano Atlántico en África Occidental que había sido colonizada por antiguos esclavos de los Estados Unidos, el Caribe, África y Gran Bretaña. Exuberante con palmeras, cocoteros y árboles frutales, la tierra y el sol nutrían a la gente. Millicent había asistido al Fourah Bay College de Freetown, la primera universidad de estilo occidental construida en África Occidenta l. Obt uvo su licenciat ura en artes con un diploma de posgrado en educación. Durante casi tres años había vivido su sueño: educar las mentes hambrientas de los niños de su país. Ahora, su corazón estaba inquieto por algo. Ven conmigo. Tengo más para ti. Sabía que era la voz de Dios. Si la obedeciera, ¿tendría que dejar a su familia? ¿Su carrera? ¿Su ciudad? ¿Su país? Encontrando fe "Mi vida en Sierra Leona era rica y plena", recuerda Millicent. "La gente de nuestra iglesia, junto con familiares y amigos, se congregaba en nuestra casa. Mi madre siempre cocinaba cosas maravillosas. Siempre había muchos niños jugando en el patio." "Pero nunca nos habían enseñado el plan de salvación. No fue hasta que terminé la universidad que nací de nuevo. Aunque no sabía mucho, sabía que era Dios inquietándome. No escuché Su voz, pero el mensaje fue claro. Tenía algo más para mí." MILLICENT MACAULEY LES EXPLICÓ A SUS ESTUDIANTES DE SECUNDARIA LA PRÓXIMA ASIGNACIÓN EN FREETOWN, SIERRA LEONA. OBSERVÓ SUS ROSTROS MIENTRAS LE HACÍAN PREGUNTAS. EN UN PAÍS DONDE EL COLEGIO NO ERA GRATUITO, ESTE GRUPO DE MUCHACHOS SE CONSIDERABA AFORTUNADO; SUS PADRES HABÍAN HECHO SACRIFICIO PARA EDUCARLOS. "Siguiendo esa dirección, en 1982 me mudé a Londres, Inglaterra. Allí asistí a la Escuela de Contabilidad de Londres (London School of Accountancy). Londres era muy diferente a la vida tranquila de Sierra Leona, pero lo disfruté. Una amiga de la infancia se había mudado allí antes que yo, y vivía con ella. Asistíamos a la iglesia y durante ese tiempo identifiqué el llamado de Dios en mi vida." "En 1985 conocimos a una chica que vivía muy cerca de nuestro dormitorio. Nos invitó a asistir a su iglesia y mi vida cambió para siempre. La iglesia era Faith Christian Fellowship, que había sido fundada por el Dr. Buddy Harrison, yerno del reverendo Kenneth Hagin. Por primera vez escuché la Palabra de Fe. ¡Era como si Dios me hubiera abierto la puerta a otro mundo!" "La iglesia estaba al otro lado de Londres, pero no me importaba. Tenían una pequeña universidad bíblica a la que asistía. Durante ese tiempo, Papá Kenneth Copeland comenzó a realizar convenciones de creyentes en Brighton, Inglaterra. Brighton está lejos en la costa, pero asistimos a todas. Trabajé como ujier y me convertí en colaboradora. Compré sus materiales y los devoré."

Articles in this issue

Archives of this issue

view archives of LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Edición Agosto LATAM 2021