LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Agosto LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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1 0 : LV V C ¿Quién soy yo para ser la mejor estudiante? pensó. ¿Yo, una chica de Sierra Leona? Cada día, Millicent se sentaba en clase, escuchando y aprendiendo. Pero en su cabeza, libró una batalla continua. Cansada, se dio cuenta de que estaba luchando contra sus propias dudas e incredulidad. "Está bien, Señor, si Tú lo dices, creeré que soy la mejor estudiante. Todo es posible contigo." Ca m i no a c l a se todos los d ía s , declaraba: "Señor, ya que dices que soy la mejor estudiante, gracias porque contigo todo es posible." Millicent llamó a dos de sus amigas más cercanas. "Déjame decirte lo que Dios está diciendo…" Ambas mujeres acordaron creer con ella. Cada vez que llamaba su amiga de Colorado, comenzaba la conversación diciendo: "¡Hola, señorita Valedictorian!" Mientras creaba un tablero de visión, Millicent encontró una foto de sí misma con birrete y toga. En línea, encontró una foto de una estudiante valedictorian con el cordón de honor y todo lo que éste representaba. Cortando la cabeza de su foto con la toga y el birrete, la superpuso sobre la foto que había encontrado. Luego, debajo de la imagen, escribió: Millicent Macauley: Valedictorian de la Clase Charter de la Universidad Bíblica Kenneth Copeland. La miraba todos los días y le agradecía a Dios. El contragolpe "El diablo trató de desanimarme", recuerda Mil licent. "Mi casa no se había vendido y todavía estaba pagando las facturas. Luego, un ladrón entró. Tan pronto terminaron las clases en la primavera de 2019, corrí de regreso a Nueva Jersey para el verano. Empaqué y traté de vender mis muebles." "Tenía un comprador para la casa, pero dos días antes de la venta se retiró del contrato. Sin esa venta, no tenía ni un centavo. Había gastado todo mi dinero en matrícula, gastos de manutención en Texas y pago de facturas en Nueva Jersey." "¿Cómo podría volver a KCBC sin dinero para pagar la matrícula? Después "Si piensas ingresar a la universidad, tienes que mudarte a Texas", escuchó decir a uno de los facilitadores de la reunión. Esto no es para mí, pensó Millicent mientras salía del lugar. De regreso a casa en Nueva Jersey, no pudo encontrar descanso. Su vida, una vez ordenada, ya no se sentía asentada. Trató de retroceder y encontrar el lugar que había conocido antes. Excepto que ya no existía. Cada vez que oraba, el Señor le repetía lo mismo. Llena la ficha de ingreso. No ser v ía de nada f ingir que no sabía a qué se estaba refiriendo. Se puso en contacto con KCBC. Cuando llegó la solicitud, la llenó y la envió. Luego la contactaron. Había sido aceptada en la primera clase de KCBC. Creer por algo más grande Aunque Millicent no estaba convencida de mudarse otra vez, nunca desobedecería al Señor. Quería vivir en el centro de Su perfecta voluntad. En preparación para la mudanza, puso su casa a la venta. Necesitaría el dinero para pagar la matrícula y vivir en Texas. La casa no se vendió. Con su casa aun a la venta, Millicent tomó sus ahorros y los $2.000 que su iglesia le había dado y se mudó a Texas. El primer día de clases, Kenneth Copeland habló con los estudiantes. "¡No te atrevas a renunciar ahora!" les había dicho. Más tarde agregó: "El mejor alumno de esta primera clase recibirá un anillo de oro con diamantes. ¡Así que no te rindas!" (NDT: el mejor alumno de una clase se identifica con el título de Valedictorian en el sistema educativo de los EE. UU.) Cuando Millicent salió de la clase, el Señor le habló. Quiero que me creas por ser la mejor alumna. "¿Yo? ¿Con toda esa gente en esta clase? ¿Estás hablando conmigo?" M i l l icent luchó, sin saber cómo conseguiría alimentar su fe para semejante cosa. Además, algunos de sus compañeros tenían doctorados. Aunque hablaba inglés con f luidez, no había sido su primer idioma. "En 1991, después de nueve años en Londres, Dios me instruyó volver a Sierra Leona. Mi pastor me ordenó y regresé a casa. Una cosa que mi país no tenía en ese momento era el mensaje de la Palabra de Fe. Aunque en ese entonces no teníamos programación cristiana, todos los domingos por la noche se le concedía un espacio en la televisión. Me invitaron a convertirme en una panelista habitual en el programa de televisión nacional. Ta mbién acepté i nv it ac ione s pa r a ministrar y comencé a realizar reuniones por toda la ciudad." "En 1993 comencé a recibir invitaciones para ministrar en los EE. UU. Viajé a ese país para ministrar en 1993, 1994 y 1996. En 1996, el Señor me dijo que tenía más capacitación para mí. Me iba a mudar a los EE. UU." Dejando raíces profundas Millicent se mudó a Nueva Jersey, donde enseñó en la secundaria. También ayudó plantando una iglesia local. "En 2010 fui ordenada pastora en los Ministerios Glorious Light Christian, en Paulsboro, Nueva Jersey.", recuerda Millicent. "La primera vez que visité KCM fue en 1997. Fui a celebrar los primeros 30 años del ministerio. Asistí a la Convención de los Grandes Lagos en el 2007, y luego a varias más a lo largo de los años. En el 2017 asistí a la celebración de los 50 años del ministerio. Fue entonces cuando anunciaron que iban a comenzar una universidad bíblica." Millicent escuchó el anuncio con sus oídos naturales, mas no con su corazón. Había vivido en tantos lugares y se había mudado tantas veces que no estaba interesada en mudarse de nuevo. Ella estaba asentada. Había echado raíces. S u v i d a e n N u e v a J e r s e y e r a satisfactoria. Mientras se ocupaba de sus asuntos durante la convención, Millicent quedó atrapada entre una multitud y se dejó llevar por la corriente. Terminó en una habitación donde se habían reunido personas interesadas en saber más sobre la Universidad Bíblica Kenneth Copeland (KCBC).

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