LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Septiembre 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 1 de deudas. Un pensamiento más escalofriante que perder su hogar. La medianoche de mi vida ha llegado, admitió. Entonces, ¿cómo seguir? Si el poder de Dios no es real… ¿a dónde acudir en busca de ayuda? "Esas 24 horas fueron las más oscuras de mi vida", recuerda Mary. "Pero, cuando terminaron, descubrí que sin Dios, no tenía nada." Aprendiendo a confi ar en Dios "A partir de ese momento, Dick y yo comenzamos a profundizar en las Escrituras. Era 1989 y los Copeland habían comenzado su transmisión diaria. Recuerdo haber escuchado a Kenneth enseñar que Dios suministraría semilla al sembrador." Mary sabía que, para plantar semillas fi nancieras, Dios tendría que proporcionarlas en primer lugar. Estaba trabajando en un puesto temporal y Dick era un disc jockey de fi n de semana. Sus ingresos mensuales de 800 dólares ni siquiera cubrían las deudas; ni hablar acerca de ofrendas. Luchando contra la depresión, Mary dio un paseo rápido por el vecindario. Algo resplandeció a la luz del sol y se agachó para recoger cuatro monedas de un centavo. ¡Semillas! Mary no tenía mucho en casa, pero tenía sobres… y estampillas. Envió un sobre a los Ministerios Kenneth Copeland. Queridos Kenneth y Gloria, había escrito. Esta es mi semilla. La siembro en su ministerio. Envió por correo los tres centavos restantes a otros tres ministerios. "Pensé que Mary estaba loca enviando esas monedas a los ministerios", admite Dick. "Quería plantar cosas grandes. Todavía no había descubierto que teníamos que empezar donde estábamos." Cuando Mary comenzó a comprender la ley la siembra y la cosecha, Dick recibió convicción acerca de lo que declaraban. "Escuché a los Copeland y a Charles Capps enseñar sobre el poder de la confesión positiva" comenta. "Nuestra situación era desesperada. Sabía que nos estábamos equivocando y estaba decidido a encontrar el camino de Dios. Recibí una copia del panfl eto 'Las Promesas de Prosperidad' (Prosperity Promises) y otros folletos con promesas bíblicas. Luego comencé a escudriñar las Escrituras y escribí 200 confesiones basadas en la Biblia. Seleccioné 100 para confesar cada día y le di a Mary los otras 100." Dick personalizó las confesiones para que respaldaran sus sueños. "Padre, te agradezco", dijo, "porque soy el rey mundial de los doblajes de voz. Tengo mucho trabajo y mi voz se escucha en todo el mundo. Te alabo y te agradezco por ello." Mientras Dick llamaba con entusiasmo aquellas cosas que no son como si fueran, Mary trastabillaba. "No sabía de qué estaba hablando cuando hacía esas confesiones", admite Mary. "No tenía idea de lo que signifi caba heredar las bendiciones de Abraham. Mi mente se resistía." Finalmente, Mary descubrió que, al igual que los centavos que había sembrado, tendría que empezar donde se encontraba. Cada día reunía fuerzas para decir: "Creo que tengo fe para declarar mis confesiones." Convencidos de que experimenta- rían un cambio pronto, Dick comenzó a planifi car sus ingresos. Después de un mes, habían disminuido. Dick estudió los números y se dirigió a la cocina. "¿Tienes algo en mi contra?" preguntó en voz baja. Mary miró a su marido. ¿Tenía algo en su contra? De repente sintió una punzada de amargura al recordar la vez que escuchó su consejo acerca de una oportunidad de negocio y terminaron perdiendo su casa… y la vez que él se negó a dejar que sus amigos los ayudaran a mudarse, y luego se fue a trabajar, dejándola desempacar a solas. "Sí", le respondió Mary, "tengo algo en tu contra." Esa noche llevaron sus heridas y ofensas al Señor y se perdonaron mutuamente. A partir de ese momento, sus ingresos comenzaron a aumentar lentamente. "Aprendí una verdad que no tiene precio" nos relata Dick. "Cuando las cosas van mal, no mires a tu alrededor: mírate en el espejo." Obstáculos en el espejo retrovisor Comenzaron sus confesiones en marzo de 1990. El 6 de julio, Mary escribió en su Biblia: Hace uno o dos meses tenía miedo de hacer todas esas confesiones positivas. Ahora mi fe está en un lugar en el que quiero trabajar en todas ellas. Dick y Mary ya no confesaban 100 escrituras al día. En cambio, cada uno comenzó a confesar las 200 a diario. "Conseguí un trabajo de tiempo completo como disc jockey en otoño de 1989", recuerda Dick. "En 1990, comencé a orar y a creerle a Dios por oportunidades de doblaje de voces: esa voz invisible que narra los comerciales, los avances de películas y avances de televisión. En la primavera de 1990, después de que comenzamos nuestras confesiones, conseguí trabajo en tres estaciones de radio y ganaba $25.000 dólares al año. Un año después, estaba trabajando en 12 estaciones de radio y ganaba $35.000." "No sabía de qué estaba hablando cuando hacía esas confesiones", admite Mary. "No tenía idea de lo que signifi caba heredar las bendiciones Finalmente, Mary descubrió que, al igual que los centavos que había sembrado, tendría que empezar donde se encontraba. Cada día reunía fuerzas para decir: "Creo que tengo fe para declarar mis Convencidos de que experimenta- rían un cambio pronto, Dick comenzó Nuestra situación era desesperada. Sabía que nos estábamos equivocando y estaba decidido a encontrar el camino de Dios.

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