LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.
Issue link: http://read.uberflip.com/i/1414340
ex por t a ron su prog ra ma de capa cit a ción y liderazgo a otros 17 países. En Argentina, Brasil, Hungría, Ucrania e Israel cambiaron la trayectoria en la vida de muchas personas, ay ud a ndo a c on s t r u i r y l a n z a r i g le s i a s mesiá nicas pa ra el pueblo judío. En Belize descubr ieron que los niños solo va n a la escuela hasta el sexto grado y que muchas niñas son atraídas a la prostitución y la trata de personas. Al asociarse con un ministerio local, ofrecieron una alternativa para sacar a las niñas de las calles ayudándolas a aprender a usar máquinas de coser para confeccionar ropa y uniformes escolares. Kent y Priscilla ta mbién dona ron ropa , zapatos y joyas para que las niñas comenzaran una boutique. Como resultado de esta ayuda y la Palabra de Dios en Belize, casi 40 niñas se han graduado de los programas. Una nueva puerta nueva para el ministerio El Señor abrió puertas ministeriales en todo el mundo, y Kent y Priscilla nunca dudaron en atravesa rla s. Se ma nt uv ieron siempre ocupados, ra zón por la cua l Kent colgó el teléfono cuando alguien comenzó a hablarle s obre el m i n i s t er io ca rc el a r io. Ya t en í a bastante con lo que Dios le había asignado, o al menos eso pensaba. Tan pronto colgó el teléfono, Kent escuchó al Señor que le decía: Cuando estuve en prisión, viniste a visitarme. Kent levantó el teléfono y volvió a llamar. "Hermano", comenzó, "presentí que deseas c omen z a r el prog r a m a de ca pa cit a ción de liderazgo en la cárcel. ¿Es eso lo que me preguntabas? Si es así, solo necesito saber el siguiente paso." Kent y Priscilla estaban de pie, afuera de la prisión de má xima seg uridad, mira ndo hacia arriba. Habían estudiado el edificio a l a d i s t a nci a , de s de e l a ut omó v i l . D e cerca, pa recía todavía más imponente… e intimida nte. Había tor res de v ig i la ncia , guardias armados y alambrados de seguridad. Au nque la pr i sión es t a ba en Tex a s, les recordaba a Alcatraz. El cora zón de Pr isci l la pu lsa ba como un martillo neumático en su pecho. Había seg uido a Kent por todo el mundo, incluso a la s monta ña s de Kenia . Percibiendo su vacilación, el Espíritu Santo le habló. Tu mayor bendición está al otro lado de tu obediencia. "Mientras entrabamos", recuerda Priscilla, "repetí esas palabras en voz baja. 'Mi mayor bendición está al otro lado de mi obediencia.' No podría describir lo que le sucedió a mi corazón cuando entramos. La mayoría de esos jóvenes tenían la edad de nuestros hijos. Si uno de mis hijos estuviera allí, esperaría que alguien se les acercara." "Escuché sus historias. Muchos de ellos no tenían figuras paternales. Muchos se criaron en hoga res llenos de adicciones y drogas. Algunos de ellos regresaron de la guerra con cicatrices que no se ven en el exterior. La mayoría de ellos estaba lidiando con traumas, tra stor no de estrés postraumático e ira incontrolable." Nuevas oportunidades "Sé que el pecado tiene consecuencia s. Pero también sé que el amor de Dios ofrece una segunda, tercera, cuarta oportunidad o más a las personas que quieren cambiar sus vidas. Lo primero que hacemos es amarlos. Dejamos que el amor de Dios brille a través de nosotros." "Encontramos nuestro nicho ministrando a los veteranos encarcelados. Muchos se han endurecido porque ha n sido rechazados y olvidados. Estos hombres se comprometieron a servir a nuestro país para que pudiéramos ser libres. Hicieron tremendos sacrificios, sin saber siquiera si volverían a casa. Tomaron decisiones equivoca da s, pero eso no los convierte en malas personas. Simplemente los hace humanos, como el resto de nosotros." 2 0 : LV V C Ministrando en Belize TOMARON DECISIONES EQUIVOCADAS, PERO ESO NO LOS CONVIERTE EN MALAS PERSONAS. SIMPLEMENTE LOS HACE HUMANOS, COMO EL RESTO DE NOSOTROS.