mañana, sonó el teléfono. Me desperté, atendí
y escuché la voz de Keith. ¡Hermano Kenneth!
Me d i s c u lp o p or l l a m a r t a n t e mpr a n o ,
pero acabo de regresa r y estaba a nsioso de
l la ma rlo. ¡No perdí n i u n soldado! ¡Nadie
resultó herido de gravedad!"
Son mandamientos, no sugerencias
Como creyentes, todos somos soldados en
el ejército del SEÑOR y debemos empezar a
actua r como ta les. Debemos aprender cada
versículo del Salmo 91 tal como lo hicieron los
miembros de la unidad de Keith.
Parte del entrenamiento básico de cualquier
soldado es aprender y obedecer las órdenes del
día, y tenemos ciertos mandamientos con los
que debemos operar todo el tiempo. El primero
y más importante es el que Jesús nos dio en
Juan 13:34. Allí, justo antes de ir a la Cruz, nos
dijo: «Un mandamiento nuevo les doy: Que se
amen unos a otros. Así como yo los he amado,
ámense también ustedes unos a otros.» Esa no
es una sugerencia. Es un mandamiento. Es una
orden emitida por el Intercesor General de la
Iglesia. Aprendí hace mucho tiempo durante
mi paso por el Ejército que, cuando tu oficial al
mando da una orden, la sigues. No importa lo
que sientas al respecto. La obedeces.
EN CUANTO A MÍ, HE DECIDIDO
USAR MI FE PARA COMER LA COMIDA
INCLUIDA EN EL LISTADO BUENO
DE DIOS Y MANTENERME ALEJADO
DEL MALO.... PORQUE ESTOY
CREYENDO POR VIVIR Y SERVIR A
DIOS DURANTE 120 AÑOS.