LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Septiembre LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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las personas en la tierra y quiere que sean salvas, sin importar dónde vivan! Recuerdo un informe que nos llegó sobre una mujer que vio la transmisión en u n á rea remot a de Ucra n ia . El la nunca había escuchado el evangelio y no conocía a nadie en su área que hubiera n a cido de nuevo. Un d í a prend ió el televisor y escuchó a Kenneth predicar. M ient r a s m i r a ba , nos d ijo que él la miró, la seña ló con el dedo y le dijo: " ¡ E s t á s s a n a d a ! " Te n í a u n t u m o r en la espa lda desde su nacimiento y había provocado que se encor vara. De repente, la masa estalló y desapareció; se enderezó de inmediato y fue sanada. No s é c u á n t o d i n e r o e n ú l t i m a instancia fue necesario para llevarle el evangelio a esa mujer, pero hay una cosa que sí sé: ¡valió la pena! Ella lo va le para nosotros. Pero aún más importante, ella lo vale para Jesús. Para Él, ella no tiene precio. Y lo mismo e s c on c u a lqu ier ot r o s er hu m a no. Esa es la razón por la que nos dijo que alcanzáramos a todos con el evangelio, y "en todo medio disponible"; Jesús no agregó "a menos que cueste demasiado". No nos puso límite a la ca ntidad que estaba dispuesto a gastar. Cueste lo que cueste salvar a alguien, Dios puede hacerlo. Él no está sufriendo e c o n ó m i c a m e n t e . T i e n e r e c u r s o s ilimitados. Él dijo: «pues míos son todos lo s a n i m a le s de l b o s que , ¡ lo s m i le s de a n i ma les que hay en la s coli na s!» (Salmo 50:10). También dijo: «La plata y el oro son míos.» (Ageo 2:8). Dios creó la Tierra y todo lo que hay en ella. Él es dueño de todo. Él puede dar tanto como quiera y a quien quiera y, de acuerdo con Proverbios 13:22, Dios ha elegido transferir la riqueza de los impíos a las manos de los justos. Dios puede cumplir Sus promesas " Pero Gloria , no soy un ex per to en f ina nzas. ¿Cómo podría Dios da rle la riqueza de los malvados a alguien como yo? No lo entiendo." Esa no es tu responsabilidad. Ese es el trabajo de Dios, y Él es muy capaz de hacerlo. Si deseas una prueba, lee acerca de lo que hizo por Su pueblo del Antiguo Pacto en la Tierra Prometida. Incluso antes de que se dirigieran allí, Él dijo: «Cua ndo el Señor tu Dios te haya introducido en la t ier ra …[t e da rá] ciuda des g ra ndes y buenas que tú no edif icaste, y casas llenas de todo bien que tú no llenaste, y c i s t e r n a s q u e t ú n o c a v a s t e , y i nd iv idu a l e s bueno, pero si v a mos a cosecha r la tot a l ida d de a l ma s de los últimos tiempos en los confines de la Tierra a ntes de que Jesús reg rese, entonces debemos hacer algo adicional. Debemos hacer todo lo necesario para que el evangelio llegue rápidamente a las personas de todo el mundo. E s o s i g n i f i c a e n v i a r m i l e s d e m isioneros; l leva r a cabo reu n iones e v a n gé l ic a s en t o d a s l a s n a cione s; predicar la Palabra en radio y televisión, por satélite, cable, a través de Internet y t o do me d io d i s p on ible . Si g n i f ic a compra r av iones y constr uir iglesia s con capacidad para un gran número de personas. ¡Todas esas cosas son costosas! Ken y yo habla mos por ex periencia . Pero también podemos testificar que, cuando se trata de hacer que las personas nazcan de nuevo, sea n sa na da s, l ibera da s y que se les enseñe la Pa labra, a Dios no le importa el costo. Solo le importa que lleguemos a la gente. Recuerdo la primera vez que nos dijo que l levá ra mos el eva ngelio a Europa O r ient a l . ¡ F ue muy c o s t o s o! C u a ndo pusimos nuestras transmisiones a l aire en la televisión local, no solo tuvimos que pagar por el tiempo de transmisión, sino que en algunos de los países era todavía ilegal predicar la Palabra, así que tuvimos que pagar extra para que las estaciones nos mantuvieran al aire. Además, tuvimos que hacer un gran esfuerzo para entregarles las cintas de video. En aquellos días no existían los medios digita les que disfrutamos hoy en día, por lo que nos tocaba entregar las transmisiones físicamente a todas l a s e s t a cione s . Ta mp o c o p o d í a mo s usar el servicio postal o FedEx para la entrega; esos servicios eran poco fiables o no estaban disponibles. Por lo tanto, les enviábamos las cintas a Rick y Denise Renner, nuestros amigos y colaboradores en el m i n i s t er io, pa ra que el los la s entregasen personalmente a los pastores que trabajaban como mensajeros para su ministerio. Los mensajeros v iajaba n por toda Europa Orienta l, en trenes obsoletos, y enfrentaron peligros para llevar esas transmisiones a destino. Algunos de los lugares a los que iban eran tan remotos que tenía n que viaja r dos sema nas a l mes tan solo para llegar a llí. Fue todo un compromiso. Tomó mucho tiempo y costó mucho dinero. ¡Pero Dios nos animó a todos a hacer la inversión necesaria porque ama a todas contrario, era pobre." No, no lo era. A l m inister io ter rena l de Jesús le ing resaba ta nto dinero que tuvo que nombra r un tesorero. Los pobres no necesitan tesoreros; los pobres no pueden sostener un ministerio itinerante más u n equipo completo de d iscípu los, y a l m ismo t iempo t ener fa ma por su generosidad con los pobres a toda hora del día y de la noche (lee Juan 13:29). ¡Jesú s no pudo h a ber sido pobre! Habría sido imposible. No solo habría o b s t a c u l i z a d o S u m i n i s t e r i o , s i n o que habría sido una violación de la ley espiritual. En Su pacto, Dios le prometió a Su pueblo que si escuchaban Su voz y obedecía n Sus ma nda m ient os, les daría «el poder de ganar esas riquezas» ( D eut er onom io 8 : 1 8). D ijo q ue s u s almacenes serían bendecidos. Tendrían abundancia de bienes. Serían la cabeza y no la cola (ver Deuteronomio 28:8, 11, 13). ¿ E s c u c h ó J e s ú s l a v o z d e D i o s y o b e d e c i ó s u s m a n d a m i e n t o s ? ¡ D ef i n it iv a ment e! Siempr e lo h i z o, y solo hizo lo que le ag radó a l Padre. Entonces, Dios debe haberlo prosperado financieramente; de lo contrario, habría tenido que quebrantar Su Palabra. Una tarea que cumplir Es má s, Jesús f ue com isionado por Dios pa ra predica r en todo Israel y en Samaria. El Padre le había encomendado i r de pueblo en pueblo pred ica ndo el eva n gel io a los pobres, sa na ndo a los quebra nt a dos de cora zón, pred ica ndo liberación a los cautivos y recobrando la vista a los ciegos, poniendo en libertad a los heridos y predicando el año aceptable del Señor (Lucas 4:18-19). Dios no le habría dado a Jesús esa a s i g n a c i ó n s i n p r o p o r c i o n a r l e l o s recursos f ina ncieros necesa rios pa ra l l e v a rl a a c a b o . S e r í a i mp e n s a b l e . Dado que Él es un Dios de abundancia, seguramente le habría proporcionado a Jesús más que suficiente. Como creyentes, ¡podemos esperar que Él haga lo mismo con nosotros! ¿ Por q u é? Por q u e s e g u i m o s c on la misma misión de Jesús. A sí como el Padre env ió a Jesús, a hora nos ha comisionado para ir "por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). ¡Predicar el evangelio a todo el mundo requiere de finanzas! Si no tienes dinero, todo lo que puedes hacer es testificarles a las personas que viven cerca de tu casa y de manera individual. El evangelismo 1 4 : LV V C

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