LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Octubre LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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LV V C : 1 1 "Me g usta ría queda rme si fuera posible", le dijo Brent. " Es solo por inv itación", le dijo Barry, "¡pero hoy voy a arriesgarme!" Brent corrió de regreso al auto y les explicó que se quedaría para la reunión. Cua ndo reg resó, Ba rr y lo l levó a un asiento en la primera fila. " C u a n d o e n t r é , C r e f l o D o l l a r e s t a b a predicando", recordó Brent. Brent recordó haber escuchado a uno de los conferencistas decir cómo la gente tendría que "transmitir el mensaje de prosperidad por necesidad." Adiós a lo viejo "Esas palabras se grabaron en mi corazón. Me quedé asombrado. No tenía ni dos monedas de cinco centavos para frotarlas entre sí. Había escuchado a Kenneth Copela nd en la radio años antes, pero nunca había estado en una de sus reuniones. Durante todo el evento sentí como si un ariete espiritual me golpeara en el pecho. Todo lo que pensaba que sabía estaba siendo purgado de mí. Cuando hablé con Barry a l respecto, me equipó con materia les de enseñanza." A l principio, Hollie pensó que Brent debía estar sufriendo un ataque de nervios. Esa era la única explicación que tenía para lo que le estaba pasando. El hombre con el que se había casado siempre había tenido poca capacidad de atención. Ni una sola vez había sido capaz de quedarse quieto durante una película completa. Siempre tenía que estar haciendo a lgo; siempre pasando a lo siguiente. Ahora, Brent Nordan se sentaba pacientemente a la mesa de la cocina durante horas, escuchando las enseñanzas de Kenneth Copeland. Hacía una pausa para buscar cada escritura y llenaba varios cuadernos. ¿Quién es este hombre?, se preguntó Hollie. Br ent t o d av í a t en í a do s t r a bajo s pa r a ma ntener a la fa m i lia . Cua ndo no est aba trabajando, estaba sentado en la mesa de la cocina escuchando y tomando notas. "Empecé a citar pasajes de las Escrituras sobre la abundancia y las riquezas que había en m i c a s a", r e c uer d a Br ent . " No empecé a creer por codicioso. Creí en la prosperidad porque la vi en la Biblia. La prosperidad fue parte de la bendición de Dios para Abraham y para nosotros." "Dije en mi corazón: prosperaré. Seré m i l l o n a r i o . S e r é b e n d e c i d o . N u e s t r o ministerio será bendecido. Me di cuenta de que Dios era el único que podía moverme a mi próximo lugar." "Hablé de ello con algunos de mis amigos. Les dije que la prosperidad se había incluido en la bendición. Se rieron de mí. Se burlaron de m í . Me d ijeron que nu nca t end r í a u n automóvil sin deuda. Insistí en que lo haría y perdí muchos amigos a causa de ello." Otra conexión sobrenatural Era marzo de 2004, y su hijo Andrew se había convertido en un músico experto. Tocaba en la banda de jazz de la Secundaria Boswell. Esa noche estaban actuando en un banquete de la Cámara de Comercio en la pista de Carreras de Texas - Texas Motor Speedway. Dura nte el ba nquete, Brent y Hollie entabla ron una conversación con una pa reja que estaba en el negocio de los seg uros. Cuando el esposo, Gar y Stewart, preg untó qué tipo de trabajo tenía Brent, le explicaron que pastoreaba una iglesia de unas 30 personas y que actualmente se estaban reuniendo en una escuela primaria. "Tengo un luga r donde puedes tener una iglesia", le dijo Stewart a Brent. A la mañana siguiente, se reunieron para ver la propiedad. Se trataba de un lote de 5 hectá rea s con una casa motel y un granero que había sido convertido para usarlo como un cine comedor. " Podría s tener una ig lesia aquí", le dijo Stewart mientras visitaban el granero. Mientras recorría la casa, que tenía unos 557 m 2 , Stewart le preguntó a Hollie si le gustaba. " No s é si pod ré v iv i r en es t a ca sa", le respondió. "Es tan grande y hermosa." " T u fe e s dem a si a do p e queñ a", le d ijo Stewart. "Puedes traer a tus hijos y mudarte a la casa. Quiero que ambos se reúnan conmigo aquí en una semana y me digan qué pueden hacer. Y Dije en mi corazón: prosperaré. Seré millonario. Seré bendecido. Nuestro ministerio será bendecido. Me di cuenta de que Dios era el único que podía moverme a mi próximo lugar.

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