LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

la tuya ta mbién lo haga. Queremos que sigas creyendo que el Señor: «aumentará bendición sobre ustedes; sobre ustedes y sobre los hijos de ustedes.» (Salmo 115:14, RVA-2015). Después de todo, la capacidad de Dios para prosperar es ilimitada. Como dice 2 Corintios 9:8: «Dios puede hacer que toda gracia (todo favor y bendición terrena l) v en g a a t i en a bu n d a nc i a , p a r a q ue siempre y bajo todas las circunstancias y cualquier necesidad seas autosuficiente [ poseyendo lo su f icient e pa ra que no requiera s ay uda , n i apoyo y equipa do en abunda ncia pa ra toda buena obra y donación caritativa].» (Biblia Amplificada Edición Clásica, AMPC). Incluso, si comienzas en un luga r en el que no puedes ni paga r tus cuenta s, d e a c u e r d o c on l a P a l a br a , «[D i o s] , quien provee semilla para el sembrador y pa n pa ra comer, ta mbién proveerá y multiplicará tus [recursos para] sembrar y aumentar los frutos de tu justicia… Así será s enriquecido en toda s la s cosa s y en todos los sentidos, pa ra que pueda s s er gener o s o y… d a r g r a ci a s a D io s» (versículos 10-11, AMPC). " Pero Glor ia , creer en Dios por la s f ina nzas no me resulta ta n fácil. Crecí en u na sit ua ción en la que era d i f íci l conseguir dinero." Lo entiendo. El dinero era escaso en mi fa milia cua ndo era pequeña. Entonces, cuando Ken y yo comenzamos a aprender a vivir por fe, mi pensamiento en esa área era muy limitado. Dura nte a ños había pensado en términos de escasez, por lo que mi tendencia natural era aferrarme a cada dólar que teníamos. Ken, por otro lado, parecía haber nacido con una menta lidad diferente. Pa ra él, el dinero no ser vía pa ra nada má s que para gastarlo, y siempre estaba ansioso p or h a c e rlo. E nt on c e s , u n a v e z q ue aprendimos lo que dice la Palabra sobre la siembra y la cosecha financiera, Ken daría cada dólar que teníamos en un santiamén si Dios se lo decía. No se preocuparía por eso en absoluto. Él simplemente confiaría en que Dios nos BEN DECI R Í A como resultado. En ese entonces me di cuenta rápido que, si quer ía seg ui r el r itmo de Ken, t en d r í a q ue r omp er c on m i a nt i g u a m e nt a l i d a d d e c a r e n c i a f i n a n c i e r a . Tendría que librarme de las limitaciones ment a le s que me h a bí a i mpue s t o e l pa sa do y ajust a r m i for ma de pensa r. Entonces, me propuse hacerlo. ¿Cómo? Siguiendo las instrucciones de Dios. Él dijo en la Biblia que, si continuamos en Su N o e s d e e x t r a ñ a r q u e e l d i a b l o s i g a luc h a n do c ont r a e l m en s aje de prosperidad. En el tiempo que vivimos, su peor pesadilla son los creyentes que c ono c en l a Pa l a br a , c a m i n a n p or fe y pueden hacer lo que Dios les diga que hagan. Je s ú s d ij o : «Y e s t e e v a n g e l i o d e l reino será predicado en todo el mundo pa ra testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el f in.» (Mateo 24:14). El d iablo sabe que su f i na l será muy malo. Entonces, desesperado por cortar los recursos f ina ncieros que la Iglesia necesita para hacer su trabajo, persigue continua mente a aquel los de nosotros que creemos y predicamos la prosperidad bíblica. D e ver d a d , ¿ a qu ién le i mp or t a l a persecución? R e a l m e n t e n o n o s d u e l e . Especialmente cuando consideramos las fuentes que usa el diablo para ejecutarla. En su m ayor pa r t e, la s person a s que dicen cosa s ma la s acerca de nosotros son i g nora ntes o ha n sido en ga ña da s p or i n for m e s f a l s o s s o br e n o s o t r o s publicados por los medios seculares. ¡Es ridículo! A veces me sorprende la incapacidad de los reporteros seculares pa ra a cla ra r los hechos bá sicos. Uno describió a Ken con una a ltura de 1,60 m y con un peso de 59 kgs. (¡Bendito el c o r a z ó n d e e s e p e r i o d i s t a ! Ta l v e z no podía ver muy bien, porque ¿de qué serviría mentir sobre la altura y el peso de alguien?). O t r o i n f o r m e q u e r e c i e n t e m e n t e d e s c u b r i m o s p u b l i c a d o p o r u n a enciclopedia en línea reportaba que Ken y yo personalmente tenemos un patrimonio neto de $300 millones de dólares. Cuando Ken leyó eso, me dijo: "¡No sé dónde se han estado escondiendo esos $300 millones!" Si vendiéra mos todo lo que poseemos y toda s la s propiedades y equipos del ministerio, no esta ría mos ni cerca de tener esa cantidad. Sin embargo, en lugar de molestarnos por la inexactitud del informe, decidimos regocija rnos y esta r de acuerdo con él por fe. "¡A leluya, lo recibimos!" dijimos. "Simplemente piensa en el impacto que los $300 millones invertidos en predicar el evangelio podrían tener para el reino de Dios." Ilimitada No nos impor ta lo que la gente diga de no s o t r o s ; no r e t r o c e dem o s en lo que respect a a la prosper ida d . Por el contra r io, nuestra fe en esa á rea está creciendo enormemente y queremos que 1 4 : LV V C Palabra, la verdad en esa Palabra nos hará libres (Juan 8:32). Dijo que si prestamos atención a Su Pa labra , la creemos y la ponemos en práctica, entonces hará «que prospere tu camino, y todo te saldrá bien.» (Josué 1:8). D i o s t a m bi é n n o s a d v i r t i ó q u e s i no pres t a mos at ención a Su Pa la bra , permaneceremos en esclavitud. En lugar de disfrutar de todos los beneficios de LA BENDICIÓN de Dios, viviríamos como lo hace el mundo, en sujeción a la maldición. ¡Los creyentes no nacimos para vivir de esa ma nera! En Cr isto hemos sido r e d i m i do s de l a m a l d ic ión y h em o s heredado L A BENDICIÓN de Abra ham (Gálatas 3:13-14). Si n emba r go, nue s t r a her enci a no caerá sobre nosotros automática mente como una manzana madura de un árbol. Debido a que vivimos en un mundo donde la maldición está presente, y que tenemos u n enem i go que dea mbu l a bu sc a ndo roba rnos y destr uir nuestra s v ida s, si queremos v iv i r de l a m a ner a en que nacimos para vivir, debemos permanecer continuamente en la Palabra de Dios. S u P a l a b r a e s l o q u e n o s e n s e ñ a cómo operar en victoria sobre el mundo y el diablo. Es lo que nos da la fe y el c ono ci m ient o que ne c e s it a mo s pa r a elevarnos por encima de la oscuridad que nos rodea y caminar en la luz. La vida normal del reino de Dios ¡La Pa labra de Dios es la clave pa ra v iv i r l ibres en la Tier ra ! Cua nto má s ca m i n a mos a la lu z de la Pa la bra de Dios, má s libres e independientes nos volvemos del sistema de este mundo, lo cual es maravilloso, ¡porque tal sistema es fallido! El mundo le enseña a la gente que la carencia y la deuda son normales. Les dice que nunca esperen poder compra r a lgo tan caro como una casa sin financiarla. En el sistema mundia l, tener ta rjeta s de crédito completa mente llenas y una hipoteca a 30 años es simplemente una vida normal. Si n em b a r go pa r a no s ot r o s , c omo ciudadanos del reino de Dios, ¡esa vida es anormal! Para nosotros lo normal es: Tener siempre más que suficiente, no solo para disfrutar, sino para dar. Esta r libre de deuda s, tener suf iciente p a r a p r e s t a r y n o t e n e r q u e p e d i r prestado. (Romanos 13:8; Deuteronomio 28:12) Que Dios abra las ventanas del cielo sobre nosotros y derrame ta l abundancia que

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