LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE

Edición Noviembre LATAM 2021

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE - Revista publicada por los Ministerios Kenneth Copeland, disponible gratuitamente para personas que deseen suscribirse.

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un dispositivo que le producía un dolor excruciante. Ocupado con el ministerio, no ten ía mucho tiempo pa ra pensa r u ora r a l respec t o; pero, u na noche cua ndo se iba a la ca ma , escuchó a l SEÑOR que le decía en su espíritu: Has estado trabajando para Mí. Esta noche trabajaré para ti. A l a m a ñ a n a s i g u i e n t e , c u a n d o este joven ministro se despertó, tenía un codo nuevo y el dispositivo que los médicos le habían implantado estaba a su lado, sobre la cama. Tuve el privilegio de ver una foto y el número de serie todavía podía distinguirse. Los ángeles a si s t ent es del Gra n Méd ico h a bí a n rea lizado una operación perfecta. No hubo sangre ni incisión. Solo un trabajo bien hecho. O t r o c a s o en e l que a pa r e cier on á n geles suced ió u n poco m á s cerca d e c a s a , a l c o m i e n z o d e n u e s t r o ministerio aquí en Fort Worth. Gloria y yo a sistía mos a l Templo de Gracia (Grace Temple) en ese momento, y un muchacho había irrumpido en la iglesia y robado el equipo de sonido. Entonces, el pa s t or Ha rold y L ou Nichol s nos llamaron a Gloria y a mí para reunirnos y orar con ellos por la situación. Declaramos La PALABRA, alabamos a Dios y tomamos autoridad. "Satanás, en el Nombre del Señor Jesucr i s t o, dev uelve esos equipo a este luga r", le d iji mo s . " E s pí r it u s m i n i s t r a dor e s , ustedes saben dónde está ese ladrón. Búsquenlo." Poco después el ladrón se entregó a la policía. Los ángeles aparentemente l o h a bí a n a s u s t a d o d i r e c t a m e n t e . "¡Saquen las cosas de la iglesia de mi casa!" él dijo. Tu á ngel ha rá lo mismo por ti. A sí que sé más consciente de su presencia. Cree que, como dice Hebreos 1:14, tu ángel siempre está ahí para ministrarte. Después, aseg úrate de da rle a lgo con que t ra baja r. Ha bla pa la bra s l len a s de fe y pa sa mucho tiempo a laba ndo y a dora ndo a Dios como lo h icieron Josafat y el pueblo de Judá. Di a hora mismo: "¡Si Josa fat pudo h a bl a r p a l a br a s de fe , y o t a m bién puedo! Si el pueblo de Judá pudo alabar y adorar a Dios de forma exagerada, yo también puedo. De a hora en adelante, seré alguien que alaba. ¡Esperaré que mi ángel trabaje para mí todo el tiempo!" y t odo e so lo t om a ron pa r a sí . Er a t a nt o el b ot í n de g uer r a que no s e lo podía n lleva r» (2 Crónica s 20:25). ¡Piénsa lo! Esos soldados enemigos se había n llevado toda s esa s riqueza s a la g uer ra . La única ra zón por la que lo ha r ía n , y que puedo i ma g i na r, es porque los ángeles de Judá les hablaron. "Muchachos, será mejor que lleven su dinero a esta bata lla", les susurraron. " Si lo deja n en ca sa , a l g u ien se los robará antes de que regresen." ¿P ueden los á ngeles todav ía hacer estas cosas? ¡Sí! Podría darte ejemplo tras ejemplo de ángeles interviniendo en la vida del pueblo de Dios en nuestro tiempo. A l a m e n t e m e v i e n e u n o e n pa r ticu la r acerca de un creyente en Ni ge r i a . E s m i e m br o de l a i g le s i a del obispo David Oyedepo, y vivía en u na ca sa que había sido con st r u ida en terrenos de la iglesia. Debido a los pel i g ros i n herent es en la na ción , la propiedad de la iglesia está rodeada de a lambre de púas y paredes especia les para mantener alejados a los malos. Sin emba rgo, uno de el los había log rado entrar y se presentó a la puerta de este creyente. Pero, justo cuando el ma lo estaba a punto de irrumpir en la casa, sintió que algo lo cortaba. Al descubrir que estaba sa ng ra ndo, miró a su a lrededor pa ra ver a su ataca nte, pero no encontró a nadie. Luego sintió un nuevo cor te, y decidió sa lir corriendo… pero dejó un rastro de sangre en el camino y lograron atraparlo. ¿Cuá l es la explicación? El ángel de ese creyente hizo su trabajo. Tenía algo con que trabaja r porque el hombre a l que había sido asignado era un hombre de fe que dedicaba tiempo a adora r y alabar a Dios. Lo sé porque la iglesia del obispo Oyedepo es famosa por esto. A veces, los miembros a laban y da nza n ante el SEÑOR durante horas. Entonces, cuando los malos aparecen en escena, su sistema de seg uridad a ngelica l es activado. O t r o hombr e que c onoz c o, y que si r ve en el m i n ister io con el obispo O yedepo en l a Capi l l a del G a n a dor ( Wi n ner 's Chapel), ex per i ment ó u n tipo de intervención angelical diferente. Cua ndo era joven su codo había sido d e s t r o z a d o p o r u n d i s p a r o , y l o s méd icos lo había n reempla za do con de hoy en día hacen de vez en cuando. No se preocupa ron ni se preg unta ron si Dios rea l ment e los ay uda r ía . No, ellos «se postraron delante del Señor, y lo adoraron. Luego se levantaron … y a gran voz alabaron al Señor y Dios de Israel.» (versículos 18-19). E s m á s , a l a m a ñ a n a s i g u i e nt e , c u a n d o m a r c h a r o n a l a b a t a l l a , ma ntuvieron su actitud de a laba nza . E l l o s n om i n a r on « a a l g u n o s p a r a que, at av ia dos con su s ves t i ment a s sagradas, cantaran alabanzas al Señor, mientras el ejército salía con sus armas. Y de cí a n : «¡ D emos g lor i a a l S eñor, porque su m i ser icord i a es et er n a !» (versículo 21). Durante muchos años malinterpreté que a Josa fat se le había ocurrido la ide a de nom i n a r a e s o s c a nt a nt e s . Estaba equivocado. La idea f ue de la gente, ¡y f ue una buena idea! Porque, cua ndo empeza ron a ca nta r y a laba r, el Señor puso…«la s emboscada s que ellos mismos había n tendido contra » sus enem i gos. «Cua ndo los de Judá llegaron… dirigieron la mirada hacia el gra n ejército, y sólo vieron cadáveres tendidos en el ca mpo, pues ning uno de el los h a bí a e s c apa do c on v id a .» (versículos 22, 24). ¡G u a u ! ¡ A e s o le l l a mo u n a g r a n v i c t o r i a ! L o s á n g e l e s d e J u d á a n i q u i l a r o n p o r c o m p l e t o a s u s enemigos. Ningún soldado sobrevivió. " Pero herma no Copela nd", podría s decir, "esos versículos no dicen nada acerca de los ángeles." No e s n e c e s a r i o . D i o s y a h a b í a establecido que los israelita s tenía n p r o t e c c i ó n a n g e l i c a l . C u a n d o l o s i sr a el it a s sa l ieron por pr i mer a vez de Eg ipto, el SEÑOR les dijo: «Como verás, voy a enviar a mi ángel para que te preceda en el ca mino, y te proteja y te introduzca en el luga r que te he preparado.» (Éxodo 23:20). A sí como nues t ros á n gele s piden tropa s adiciona les si son necesa ria s, en e s t a luc h a c ont r a lo s a mon it a s y moabita s, el á ngel a sig nado a Judá obv ia mente desplegó má s g uer reros angelicales. Hicieron su trabajo tan bien que todo lo que la gente de Judá tuvo que hacer fue mirar y decir: "¡Así se hace, muchachos! ¡Alabado sea el Señor!" Luego, cua ndo Josa fat y el pueblo f ueron a recoger el botí n, «ha l la ron muchas riquezas… y alhajas preciosas, LV V C : 7

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